09 agosto 2017

Reunir los Grados Escoceses en el Rito Francés o Moderno

En diversas entradas de este espacio hemos explicado, desarrollado y analizado la creación y estructura de los Órdenes de Sabiduría conforme a lo estipulado en los Estatutos y Reglamentos Generales redactados por Roëttiers de Montaleau y Salivet en 1784 a propósito de la creación del Gran Capítulo General de Francia.

Así pues, lo que sería conocido posteriormente como Rito Moderno o Francés, proponía desde dicho Gran Capítulo General una estructura inteligente y racional de ese diverso caos existente en la proliferación de los denominados Altos Grados. Recordemos que en su Artículo 29, estos Estatutos y Reglamentos expresaban claramente que la 5ª Orden de Sabiduría "comprenderá todos los grados físicos y metafísicos de todos los sistemas (ritos), particularmente aquellos adoptados por las asociaciones en vigor".

No debe extrañarnos, pues, que a pesar de la matización semántica que debe hacerse en cuanto al concepto de "Grados Escoceses" y ya abundantemente argumentado tiempo atrás, esta disposición ubica muy bien la Quinta Orden en el espíritu de los codificadores de la época, como Conservatorio de los Rituales de los Altos Grados, así como unificador de lo que está disperso en el más alto nivel de la Iniciación.
Es el espacio cumbre y último de la masonería, siendo así su coronación.
Resume y trasciende todas sus enseñanzas reuniendo el conjunto de las corrientes históricas del Escocismo.

En sus diferentes Arcas constituye una Asamblea de estudio, conservatorio de Tradición masónica así como un laboratorio para el Ser Humano Libre.

Joaquim Villalta, Vª Orden, Gr.·. 9
Miembro del Sublime Consejo del Rito Moderno para el Ecuador
Director de la Academia Internacional de la Vª Orden - UMURM
Muy Poderoso Soberano Gran Comendador, 33°

16 junio 2017

Bristol: un estudio masónico único

Cuando se me propuso hacer el epílogo sobre este magno estudio ritual, “Bristol, un Ritual inglés del Siglo XVIII”, no lo dudé dos veces: se trataba de un trabajo único y llevado a cabo por dos Hermanos de absoluta solvencia masónica e historiográfica: Víctor Guerra y Saúl Apolinaire (ya en el Oriente Eterno).

Me unía además de la amistad, un vínculo de admiración académica y ejemplar actitud,  plasmado concretamente desde el “Círculo de Estudios del Rito Moderno y Francés Roëttiers de Montaleau” del que me siento honrado formar parte, y con quienes llevamos a cabo diversos trabajos pioneros en el ámbito de la masonería iberoamericana.
Este libro, no es uno más de los muchos que, respetuosamente, abundan. Es un Trabajo único hasta el día de hoy, y que aborda estratos que siempre quedan en el limbo bien sea por impotencia o complejidad.
Querría poder expresar en palabras aquello que nace del corazón y del alma, pero estoy convencido que tal labor sería imposible. Es por ello que además de recomendar su lectura imprescindible a todo amante de la Orden, Historiador o Masonólogo, tengo la seguridad de que el lector obtendrá algo que siempre busca: conocimiento (y más Luz para el Francmasón).

Estos 300 años conmemorativos de la fundación de la Francmasonería especulativa vienen repletos de actos, homenajes, agasajos. Providencialmente, estas fechas han querido que dé a luz esta obra única, no sólo en un continente en concreto, sino a nivel mundial, legado para todo masón, académico o simple buscador de la verdad.

Dicho esto, les dejo con un pequeño extracto de mi modesto epílogo:

Aquellos que hemos tenido acceso a este estudio, somos ciertamente afortunados.
Nos encontramos ante una obra para sibaritas, estudiosos, o sencillamente buscadores de esa verdad histórica que por desgracia aparece manipulada y mal mitificada en una y otra orilla de la absurda divergencia conceptual denominada “Regularidad”. En todo caso, “esta joya” quedará como inicial referente ante unas cuestiones no menores.

Saúl Apolinaire, ya en el Oriente Eterno, brillante académico investigador, y amante de una humilde discreción ejemplar, se une al potencial de conocimientos del Hermano Víctor Guerra, referente en el estudio del Rito Moderno, para plantear algo, hasta ahora, inédito.
Francamente ejercer un desarrollo personal de sus análisis y estudios comparativos estaría absolutamente fuera de lugar, máxime compartiendo sus conclusiones finales, y teniendo el honor de compartir membresía con ambos en el Círculo de Estudios del Rito Moderno y Francés “Roëttiers de Montaleau”.

Entrando en materia, sin más dilación, este análisis ritual nos indica a todas luces que es de naturaleza “Antigua”. La pregunta sería: ¿es esta cuestión absolutamente transcendental?
A modo analítico sí, obviamente. No obstante me voy a permitir exponer unas humildes consideraciones que creo, en el fondo, pueden ser vitales, al menos bajo mi prisma.

Debiéramos remontarnos “ab origo” al tremendo desacuerdo “Antiguos versus Modernos”. Hay mil y un estudios al respecto, pero sea como fuere, la actual historiografía nos plasma una misma fuente procedimental: el abandono del Rito de los Antiguos Deberes y la imposición, aunque transmutada, del denominado Rito del Mason Word.
Formalmente eso es así sin discusión. Este libro nos indica sabiamente cómo algunos de los puntos de desacuerdo entre ambos realmente no eran tales. A modo de ejemplo, la Instalación del Maestro de la Logia ya era realizada en sus inicios Modernos (otra cuestión es que no fuera seguida por el resto de su jurisdicción, para lo cual se puso solución). Apuntemos a modo de ilustración, que La Logia de Antigüedad no era otra que la Logia muy antigua (los ingleses dicen en ese caso: «a time immemorial Lodge») que se reunía, en 1717, en la taberna que tenía como letrero «el Ganso y la Parrilla» en el cementerio Saint-Paul. Esta Logia fue una de las cuatro fundadoras, el 21 de junio de 1717, de la Primera Gran Logia de Londres.

En 1761 tomó el nombre de "West India and American Lodge" y en 1770 adoptó el de "Lodge of Antiquity".
Es importante anotar que esta Logia nunca pasó bajo la jurisdicción de los Antiguos y permaneció fiel a la G. L. de 1717, excepto de 1777 al 1787 cuando, teniendo a su cabeza el celebre escritor masónico William Preston, conformó, a consecuencia de una disputa con la Gran Logia, la «Grand Lodge of England South of River Trent», trabajando bajo la autoridad de la Logia «of All England» en York.
En lo que concierne a la ceremonia de Instalación del Maestro de la Logia, "Lodge of Antiquity" afirma comunicar unos secretos particulares en el momento de la instalación del Maestro por lo menos desde el 1726 (B.E. Jones o.c. p. 248) y conceder desde el 1739 un rango privilegiado al Pasado Maestro Inmediato.
Pienso también (y no de forma gratuita) que tanto en la disensión basal de Antiguos y Modernos, como en la Gran Logia de Wigam, donde el Ritual Bristol se llevaba a cabo por algunos, esos disensos eran fruto de ambiciones de poder fruto de una excipiente burguesía y de otros aspectos sociológicos que aquí no desarrollaré por meritar un trabajo externo, más que de aspecto iniciático-formales.

Entendamos que el cambio de usos rituales era frecuente, ya no sólo en Gran Bretaña, sino también a nivel europeo continental. A modo de apunte, la existencia en Francia de los Stuarts dentro de un procedimiento acorde al Rito Moderno es indiscutible. Así el ritual Berté de 1788 nos indica claramente: “los dos Stuarts (Stewards de las logias inglesas), uno colocado al medio de la columna del mediodía, y el otro a la mitad la columna del Norte; llevan en la mano, el primero, un bastón de 6 pies con un sol de oro en la parte superior, el segundo, un bastón similar con una Luna. Estos Hermanos acompañan cuando se rinden honores y ayudan a los vigilantes cuando las columnas son demasiado largas. Podríamos citar múltiples ejemplos puntuales, pero extensos, donde se ejecutaba la multiplicación de Expertos como Oficio, o asimismo, el cambio “formal” en las recepciones, era propio e incluso bien considerado en Orientes como los Países Bajos y aún de uso y buen ver en los orientes belgas. Así, el masón viajero, se enriquecía con esa pluralidad de quehaceres que no vulneraban, en definitiva, los puntos esenciales de la Orden.Yendo más allá, hoy en día apreciamos formas diversas de su Rito Moderno (auque analíticamente sea cuestionable por algunos injertos o deformaciones).

En la ctualidad, ¿qué nos queda?: Una metodología ritual diferencial.

Sin ninguna duda el “Bristol” sigue el concepto de los Antiguos (posteriores en el tiempo a los Modernos calificados despectivamente así por estos últimos).
Sea como fuere, la finalidad ritual debe conducir a una misma meta, objeto último de la práctica masónica.
A nivel formal, el masón y estudioso (redundando, porque no se puede ser masón y no estudioso) simplemente debe observar la estructura simbólica fundamental (sin más aditamentos ni articulaciones argumentales de segunda fila, complicaciones más políticas que iniciáticas):

Tres Grandes Luces:
Sol, Luna y Maestro de la Logia, en Rito Moderno
Escuadra, compás y Libro en los Antiguos

¿Cuál fue la resolución ante esta diferencia? ¿Dónde quedó el espíritu fundacional ecuménico de Désaguliers?
Simplemente, en mi muy humilde opinión fue bufa. Ante la “victoria” de las posiciones “Antiguas”, se denominaron a las primeras Tres Grandes Luces Secundarias. Este “juego de manos” cual trileros, incluso fue utilizado en el Rito Francés por Groussier en sus rituales siendo Gran Maestre, y presionado por muchos miembros de su obediencia que pretendían una cierta recuperación simbólica que fue prácticamente vaciada en el último cuarto del Siglo XIX dejando unos rituales huecos y víctimas de “l’air du temps” político-social imperante. ¡De qué modo más lastimoso se diluyó la regulación del 1786 con el paso del tiempo!  
Es más: las obediencias afines, por aquello del histórico Reconocimiento, ingirieron semejante sumisión y deformación ritual para todo rito Moderno, incluso después de su repudio, y algunas recuperaron plegarias para más “explanación” en aras de conservar su acta de Regulariadad.

Me queda una incógnita irresoluble: ¿Cómo aquellos defensores y portaestandartes del Rito Moderno, desde su estatus de actual Regularidad, aceptan dicho “chantaje”?

Tal vez no sea tan difícil la respuesta: política obediencial.

Finalizo reiterando mi visión de este excelente estudio y agradeciendo que, hoy en día, continúe habiendo masonólogos como Saúl Apollinaire (ya en el Oriente Eterno) y Víctor Guerra, que nos abran puertas de reflexión, análisis y meditación.
Ejemplos a seguir con todo mi reconocimiento y afecto.

Joaquim Villalta, Vª Orden, Gr.·. 9 del Rito Moderno o Francés

Miembro del Sublime Consejo del Rito Moderno para el Ecuador
Miembro de Honor del Gran Oriente de Colombia
Director de la Academia Internacional de la Vª Orden de la Unión Masónica Universal del Rito Moderno
Vicepresidente del Círculo de Estudios del Rito Moderno o Francés "Roëttiers de Montaleau"

28 mayo 2017

The Illustrious Role of Haiti in the Freemasonry of the Western Hemisphere


Les propongo el maravilloso trabajo aparecido en the Hedge Mason Blog cuya autoría es del Hermano académico Eoghan Ballard. Seguro que será de su pleno agrado.
In many ways, the geographical cradle of our history of initiation, the foundations of some of the most important aspects of Freemasonry in the New World is Haiti.


Without question, some of the most important moments in the development of American Freemasonry, (US citizens please note: America is a continent and not a nation) began in Haiti. With that in mind, it is shameful that there has not been a greater response among US Freemasons to the recent natural disasters that have befallen our island neighbors. Masons should be more active in forming a chain of union for Haiti and its people.

Haiti, the Caribbean country so recently devastated by a terrible earthquake has a long history of unattained possibilities and all too material misfortune. It was the scene of important historical events and developments decisive in the evolution of Masonic initiation including being the original site for the introduction of Ecossaisme, the Elus Cohen and Primitive Martinism to the Western Hemisphere.

On December 5, 1492, Christopher Columbus landed on a Caribbean island which he named Hispaniola. The western portion of this island was in 1697, ceded to the French who named the island with the name of Saint Domingue.

In the eighteenth century, Saint Domingue was the most successful French colony due to the export of sugar, cocoa and coffee. The region seemed to evolve with the impetus of new ideas and swiftly took the intellectual and Freemasonic movements further than did those of France.

The desire for freedom flourished in the hearts of the enslaved, and in 1794, Haiti was declared a nation and became the first country to abolish slavery. The Haitians had to struggle until 1804 to assure independence. The Haitian Declaration of Independence was a far more radical and true attempt at freedom than was that of the United States, as it guaranteed freedom to all men and women regardless of color or ethnicity and it totally abolished slavery. The US granted voting rights regardless of race, color or previous condition of servitude to its citizens 66 years after Haiti did and suffrage to women 116 years after Haiti. Without exception, all people on Haitian soil were free. For that, Haiti was a made a pariah state and has suffered until today, to all of our shame.


The Masonic Personalities of the 18th Century in Saint Domingue

Estienne Morin

A French trader, by the name of Estienne Morin, had been involved in high degree Masonry in Bordeaux since 1744 and, in 1747, founded an "Ecossais" lodge (Scots Masters Lodge) in the city of Le Cap Francais, on the north coast of the French colony of Saint-Domingue (now Haiti). Over the next decade, high degree Freemasonry continued to spread to the Western hemisphere as the high degree lodge at Bordeaux warranted or recognized seven Ecossais lodges there. In Paris in the year 1761, a Patent was issued to Estienne Morin, dated 27 August, creating him "Grand Inspector for all parts of the New World." This Patent was signed by officials of the Grand Lodge at Paris and appears to have originally granted him power over the craft lodges only, and not over the high, or "Ecossais", degree lodges. Later attempts to disparage the validity of this Patent calimed, without material evidence that it appeared to have been embellished by Morin, to improve his position over the high degree lodges in the West Indies. The political equivocations of the Bordeaux Lodge provide little to support such claims.

Early writers long believed that a "Rite of Perfection" consisting of 25 degrees, the highest being the "Sublime Prince of the Royal Secret", and being the predecessor of the Scottish Rite, had been formed in Paris by a high degree council calling itself "The Council of Emperors of the East and West". The title "Rite of Perfection" first appeared in the Preface to the "Grand Constitutions of 1786. It is often argued that this Rite of twenty-five degrees was compiled by Estienne Morin and is therefore more properly titled "The Rite of the Royal Secret", or "Morin's Rite". Whether that is to bolster the claims of legitimacy for Charlston is unclear. Regardless, in the person of Morin, Haiti's central role in the advancement of Higher Degree Masonry in the Americas is unquestionable.

Morin again returned to the West Indies in 1762 or 1763, to Saint-Domingue, where, armed with a new Patent, he assumed powers to constitute lodges of all degrees, spreading the high degrees throughout the West Indies and North America. Morin stayed in Saint-Domingue until 1766 when he moved to Jamaica. At Kingston, Jamaica, in 1770, Morin created a "Grand Chapter" of his new Rite (the Grand Council of Jamaica). Morin died in 1771 and was buried in Kingston. On July 21, 1802 the Supreme Council of the French West Indies in Haiti was formed out of the older 1836 Supreme Council of Saint Domingue.

The Caribbean History of Martinez Pasqually

More or less the same time, Jacques de Livron Joachim de la Tour de la Casa Martinez de Pasqually also a Mason from the French city of Grenoble, inherited a property in Saint Domingue and traveled to the place which was within the modern territory of Haiti. He had plans to establish the Chevaliers de l'Ordre de Masons Elus Coens (Order of the Knights Elect Priests of the Universe) which he had previously founded in France. There are still echoes of this Order in the Americas, but despite romantic claims to the contrary, they all appear to derive from the late 19th and early 20th Century based upon the romantic reinventions of Gérard Encausse (Papus) and Robert Ambelain.

Martinez's father Pasqually, was said to have been issued a patent by King Charles Stuart granting him the title of Grand Master and authorizing him to transmit his powers to his firstborn son. This rank and power was transferred to Martinez when he was 28 years old. Martinez subsequently wrote a treatise on the Reintegration of Beings and a commentary on the Pentateuch from the point of view of the philosophy of the High Masonic Degrees.

On September 20, 1774, a little less than two years after his arrival Martinez died in Port-au-Prince. It is said that he named Armand Cagnet Lestère as his successor. However, Armand had little time to devote to the Order and Martinism was silenced. Current claimants to the Martinist banner all derive their origins from the aforementioned 19th and early 20th Century French reinventions.


Martinez Pasqually left students and followers in Europe including the Masons Willermoz and Jean-Baptiste Louis Claude de Saint-Martin. At first they intended to adopt the principles of the Lodge of Saint-Germian-en-Laye and practice the Seven High Degrees. However, internal disputes led Saint-Martin and Willermoz to create independent institutions. Abandoning Enlightenment ideals they sought inspiration from the controversial "speech of the Knight Templar of Ramsay," creating a Senior Corps in Europe. Jean-Baptiste Willermoz founded his own Masonic Lodge, "La Parfait Amitie", which began to conduct studies of alchemy. While the Elus Cohen and Martinism may have ultimately been silenced, Willermoz' efforts, which more truly may be said to have retained the seed of Martinist thought survived through its evolution into what is today called the Rectified Scottish Rite and Swedish Freemasonry.

Out of these origins, according to some authors, the structure of the Scottish Rite has established itself in seven traditional categories:

1) Symbolic Degrees of Apprentice, Fellow and Master;

2) Degree of development of the Universal Symbolic Degrees

3) Degrees based on Enlightenment

4) Jewish and biblical Degrees

5) Templar Degrees

6) Alchemical and Rosicrucian Degrees

7) Administrative and Higher Degrees.

Joseph Cerneau

One more significant player in the History of Freemasonry in the Western Hemisphere emerged from the cradle of Haiti. Although much controversy and a great deal of unjustified slander was leveled at him by that autodidact and self appointed revisionist of Scottish Rite Masonry, Albert Pike, Joseph Cerneau, an unassuming, and apparently quite sincere Freemason and Jeweler from Villeblevin in Central France, became involved in Freemasonry while living in Pre Revolutionary Saint Domingue. At the time of the Haitian Revolution he, like quite a few Frenchmen living in Haiti escaped and went to Cuba. He is remembered for having founded the first Masonic Lodge in Cuba in about 1804 or 1805 before having been deported, as far as can factually be discerned, for the triple crimes of having been French, formerly living in Haiti, and being also a Freemason.

The Spanish authorities at the time lived in terror of the French contagion and Cerneau appeared dangerous to them for these reasons. It seems that their suspicion, if misplaced was not totally unwarranted, as a few years after the innocent Cerneau left for New York, an Afro-Cuban freemason, named Aponte, was caught and executed for attempting to lead a rebellion modeled upon that of Haiti.

Although Cerneau himself did nothing that the "Gentlemen" of Charleston did not themselves do, his form of Scottish Rite, although having much if not more to recommend it, fell victim to the savage attacks of Albert Pike and his southern "Gentlemen" after Cerneau himself had already returned to France, disgusted by the corruption and petty politics of North American Freemasonry in the early 19th Century.

Cerneau did not leave however, until after he has successfully spread his vision of the Higher Degrees to much of the Caribbean and Latin America, having personally granted the 33rd degree to none other than Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar y Palacios Ponte y Blanco, known to those devoted to short and unimaginative names as Simón Bolívar, the liberator of much of Latin America.

Today, Joseph Cerneau is recognized in most of the Americas as the father not only of Cuban Freemasonry, but of the Scottish Rite, and Freemasonry in general in their part of the globe.

This is but a brief introduction to the interaction of Haiti and Freemasonry, a subject to which we will return again.

26 marzo 2017

Tradición y Regularidad: puro sentido común


Según nuestros valores y principios fundamentales, la Orden Masónica Universal es Una.
Esta unidad podría llevarse a cabo armoniosamente si las instituciones masónicas de cada nación hicieran el esfuerzo de aliarse ellas mismas en una confederación.
La francmasonería, fragmentada hoy en día en una multitud de asociaciones más atentas a su propio desarrollo que a su propia misión basal que debieran representar, es parecida a un mecanismo que se satisface, incluso se glorifica, de su funcionamiento, sin preocuparse generalmente de producir aquello por lo que fue creada.

Las dos principales corrientes, pretendiendo reivindicar su particular legitimidad masónica, han generado más disensos, atomizaciones que aproximación en un derroche de egos que bien valdría reconsiderar con la simple  aplicación del sentido común y de una verdadera y sentida filantropía.

Su naturaleza, su objeto y acción

Conforme a sus orígenes, su naturaleza ed iniciática y simbólica. En sus Talleres arbitra a todo Ser humano, sin distinción de raza, de condición social, sexo, sistemas políticos o religiosos. En su interior se obra en vista del perfeccionamiento moral y ético de sus miembros, permitiendo un mejor conocimiento de si mismo, de los otros y del universo. En el seno de la humanidad debería representar un ejemplo y un modelo de sabiduría, de fraternidad, de beneficencia, propia a la ley del amor.
Para finalizar esta entrada, donde simplemente se ha pretendido aplicar el más mínimo sentido común, terminaremos citando brevemente unos conceptos trascendentales, pero simples.

Regularidad

Se aplica, sin otra consideración, a la recepción por transmisión ritual de unos contenidos simbólicos en un espacio-tiempo en el cuadro de unos Ritos masónicos codificados e históricamente reconocidos como receptores de un legado positivamente transformador.

Libertad del Francmasón

Esta se circunscribe en el respeto a las obligaciones y compromisos libremente contraídos, que le genera un gustoso deber de amar y respetar las virtudes y combatir los vicios.

Ritos

Todos los trabajos masónicos se efectúan en el cuadro y el respeto de procedimientos ancestrales, en ocasiones. Ninguna eventual adaptación debe alterar la sustancia fundamental del Rito, siendo las instituciones practicantes garantes y curadoras del mismo. Es su responsabilidad.

Joaquim Vilalta, V° Ord.'., Gr.'. 9 y Ultimo del Rito Moderno o Francés
Gran Orador del Sublime Consejo del Rito Moderno para el Ecuador
Miembro del Círculo de Estudios del Rito Moderno y Francés "Roëttiers de Montaleau"
Muy Poderoso Soberano Gran Comendador, 33°
Supremo Consejo del Rito Antiguo y Aceptado para España


26 febrero 2017

La manipulación condicionada y aceptada: muerte a la auténtica tradición


Me dispuse con suma avidez a leer el contenido del Catalogue de l'Exposition relativa al Rito Francés, divulgada a bombo y platillo y que confieso, generaba una gran expectativa en mí por esa más que sugerente propuesta de desarrollo en particular: 230 ans de l'agregation du Rite Français au GODF. Des Lumières au XXI S. Y muy en especial el firmado por Ludovic Marcos (comisario de la exposición) con el seductor y apetecible título: El Rito Francés, un recorrido y un despertar excepcionales.
En el plano masónico e histórico, me encuentro entre las filas de aquellos que agradecemos y hemos bebido del trabajo de excelentes investigadores y curadores de un Rito, mal llamado Francés en la actualidad, siguiendo sus progresivas renuncias y desmarques.
Incluso con cierto pesar en su inicial debate, debo dar la absoluta razón a un amigo, Hermano investigador e incansable historiador, Víctor Guerra, que ya ha llegado el momento de definir, diferenciar y con valentía exponer aquello que entendemos por Rito Moderno, Rito Francés, Rito del GODF, Rito Francés Reestablecido, Rito Francés 1801, y mil y un adjetivos que llegan a rozar lo extravagante, y lo peor, la subyugación interesada.
Desarrollaré en varias entradas este muy serio tema, pero a modo de introducción suave, quiero exponer unas breves consideraciones y disensos para que, al menos, haya quien prenda las luces de la reflexión y crítica constructiva.
Para facilitar dicho contexto puntualizaré, tras leer con gran estupor, el condicionado trabajo del Hermano Ludovic Marcos, que por ser afín a un Corpus, libremente por descontado, donde dijo A ahora lo modificó en B.
Para los estudiosos, amantes y defensores del legítimo Legado de Roëttiers de Montaleau, capaz de Regular un método masónico perdurable y universal, nos resulta casi grotesco, una mofa cercano a lo insultante, la relativización que se hace respecto a su trabajo ingente tanto en Masonería simbólica como en la labor del Gran Capítulo General de Francia para las Órdenes de Sabiduría.
Es fascinántemente circense ver como los consabidos conceptos de Tradición y Modernidad, se utilizan y replican a placer, provengan del RF, del REAA, o del Espíritu Santo. El tópico, casi suena a chiste, por lo reiterativo de su uso.
Es diluir, tal vez el mayor legado del Rito Moderno, al capricho de lo políticamente correcto según los tiempos: Air du Temps!
Con afecto, considero este trajín obediencial cual tapa bocas haciéndonos de los HH.·. estúpidos ignorantes en potencia, o considerados como tales según soplen los vientos, borregos de un Corpus "autoconsiderado divino, patriarcal" ante el cual, algunos súbditos y satélites se acercan servilmente, con sumisión, diciendo amén sin la más mínima capacidad de reacción o contraste.
El fallo está en que no puede justificarse la cortina de humo por intereses políticos y coyunturales. Somos más que eso. Y la retórica simplista, cuasi partidista, solamente se vale de la ignorancia. ¡Así nos va!
No es de recibo que aquellos que se rasgaban las vestiduras en 1999 abogando una evolución laica, rompiendo posiciones de combate de una tradición simbólica en su lectura metodológica, luego rehagan ex novo un procedimiento plenamente altivo, "guardián del umbral", chocando y dinamitando sus fundamentos hasta rozar lo bufón.
No confundamos, y menos manipulemos.
En sucesivas entradas vamos, con bisturí y con análisis pormenorizados, a intentar dar luz a justificaciones que, finalmente suenan a respetuosa y retórica mofa.

Dicho esto, el Rito Francés desde la percepción de L. Marcos, es humo (por su volatilidad formal, conceptual, bajo la excusa de una evolución hecha a la medida cuando es menester, como los trajes). Montaleau, poco  menos que un mindundi, o uno más del montón.
Pero no olvidemos que hay más espacio después de Marte, y es, cuanto menos pedantería, hablar del Rito Francés como si se fuera el propietario del mismo, sobretodo cuando su estructuración en el Rito Moderno, no tenía ni siquiera adjetivo calificativo.

Próximamente más.:-)  ....
Reciban mi T.·. A.·. F.·.
Joaquim Villalta, V Orden, Gr.·. 9 y Último del Rito Moderno o Francés.
Gran Inspector del Rito
S.·. G.·. I.·. G.·., Gr.·. 33º y Último del R.·. A.·. A.·. (Rite de Cerneau)
M.·. I.·.