13 octubre 2024

Franz Liszt: el genial referente paradigmático del Humanismo y la Religiosidad en la Francmasonería


A lo largo de mi formación como músico y de mi trayectoria como pedagogo y concertista, la figura de Liszt ha sido para mí un referente en todos los terrenos derivados del Arte Musical. En el plano interpretativo, la aportación lisztiana al piano eleva la técnica instrumental a cotas hasta ahora aún no superadas, a la vez que introduce el concepto de recital moderno llegando él mismo a convertirse en un fenómeno de masas sin precedente alguno y probablemente en el más grande virtuoso de todos los tiempos. Como compositor, su extensa y variada obra desarrolla al máximo los principios propios característicos del romanticismo del siglo XIX apuntando innovaciones armónicas y formales introductorias de períodos estéticos posteriores, avanzándose así a su tiempo e influyendo en compositores futuros. Ya rico i famoso, trabajó incansablemente para potenciar y dar a conocer la obra de otros músicos como Wagner o Berlioz, dejando incluso en un segundo término la proyección y difusión de su propia producción. Este altruismo, humanidad y espíritu filantrópico lo desarrolló paralelamente en su faceta como pedagogo - básicamente en Weimar - a través de la formación de varias generaciones de intérpretes mundialmente reconocidos, promotores de las posteriores Escuelas Pianísticas referentes del siglo XX . Es loable el hecho que nunca cobró un céntimo por sus enseñanzas, como també lo es su lucha infatigable para conseguir una dinámica cultural donde las manifestaciones y sensibilizaciones artísticas pudieran estar al abasto de todas las clases sociales sin distinción, mediante una decidida participación del los poderes públicos a quienes corresponde la responsabilidad de cubrir este derecho ciudadano.
Liszt fue iniciado en la Logia La Unión de Frankfurt el 18 de septiembre de 1841, recibiendo en presencia del futuro emperador Guillermo I, el Segundo Grado el 8 de febrero de 1842 en la Logia de San Joan de la Concordia, a l’Orient de Berlín, donde cuatro días antes había sido nombrado miembro de honor, artista adorado, hermano y hombre querido. Su exaltación al Tercer Grado se produjo en 1870 en la Logia La Unión, al Oriente de Budapest. Franz Liszt fue también miembro de honor de diversas logias, dando numerosos conciertos en muchas de ellas, o en sociedades musicales vinculadas a algunas otras. A partir de 1848 cesó su ritmo de visitas a les logias. Su catolicismo viró hacia el misticismo y en 1861, con un gran proyecto de renovación de la música sacra, se instaló en Roma donde fue nombrado Abad en 1865. Esta época coincidió con el agravamiento del conflicto entre la Iglesia y la Francmasonería, bajo el pontificado de Pío IX. Al inicio de 1870 empezó nuevamente, aunque de manera discreta, a frecuentar las logias, dando en 1881 y 1882 diversos conciertos en San Petersburgo organizados por la Logia La Discreción.

He creído interesante transcribir sus respuestas dadas a las preguntas propuestas el día de su iniciación:
1) ¿Cuál es el destino del Hombre?
El destino del Hombre es aspirar al mayor perfeccionamiento posible en el dominio de la Verdad, de la Bondad y de la Belleza, y por éste – en la medida donde sus débiles límites se lo permitan– acercarse a la semblanza de su Creador.

2) Que espera de la Francmasonería para su espíritu, para su corazón y para su felicidad temporal?
Creo y espero entrar en una corporación de personas buenas y serias que se reúnen trabajando en sabias finalidades y donde su validez ha estado confirmada a lo largo de los tiempos; creo y espero que mi espíritu encontrará de que nutrirse y que en los momentos de desamparo y de peligro veré unas manos fraternales extendidas hacia mí.

3) Que puede esperar la Francmasonería de usted?
La Orden me encontrará constantemente dispuesto en palabras y en actos para tomar parte en todas sus buenas finalidades y unirme a sus venerables trabajos. La Orden, en la profunda sabiduría a la que creo con un temor respetuoso, encontrará en mí, en todo aquello que no vaya en contra de mis opiniones religiosas y políticas, en mi honor y en mi conciencia, un neófito dócil, un miembro obediente.

Anexos:

          Carta de Candidatura de Franz Liszt



Primera Pregunta de Orden


Segunda Pregunta  de Orden


Tercera Pregunta de Orden



Joaquim Villalta, V Orden, Gr.·. 9 y Último del Rito Moderno o Francés, 33º R.E.A.A.
M.·. I.·.
Director de la Academia Internacional de la V Orden - UMURM
Gran Orador del Sublime Consejo del Rito Moderno para el Ecuador
Miembro Honorario del Soberano Grande Capítulo de Cavaleiros Rosa-Cruz de Portugal - Gran Capítulo General del Rito Moderno y Francés de Portugal
Miembro Honorario de la R.·. L.·. Estrela do Norte nº 553 del Grande Oriente Lusitano
Gran Canciller para Europa del Gran Oriente Nacional Colombiano
Miembro Honorario del Soberano Supremo Consejo del Grado 33 para el Escocismo de la República del Ecuador
Miembro del Supremo Consejo del Grado 33º y Último del Rito Escocés Antiguo y Aceptado de la Islas Filipinas
Miembro Honorario del Supremo Consiglio del 33º ed Ultimo Grado del R.S.A.A. per l’Italia e sue Dipendenze
Miembro del Suprême Conseil du 33e Degré pour la France du Rite Ancien et Accepté (Rite de Cerneau et Rite Écosais Ancien et Accepté)
Pasado Presidente de la Confederación Internacional de Supremos Consejos del Grado 33º del R.·. E.·. A.·. A.·.
Muy Poderoso Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo del Grado 33º para España del Rito Antiguo y Aceptado
Gran Comendador del Soberano Gran Consejo de los Príncipes del Real Secreto de España, Rito de Perfección
Masonólogo

06 octubre 2024

Analizando la esencia de los conceptos “Escocés” y “Escocismo”

Cuando nos preguntamos por la verdadera naturaleza del término «Escocés», esta palabra puede tener múltiples sentidos y en ocasiones resulta difícil de aplicarle una precisa definición según los usos que se han hecho del mismo.
A finales del Siglo XVIII, con tantísima riqueza masónica, podríamos distinguir tres significados establecidos según su uso.
Primeramente, “Escocés” sería de entrada el nombre de uno de los más antiguos altos grados, que conoció además por causas diversas numerosas variantes con el paso de los años.
Estos grados Escoceses conservaron siempre una gran importancia en los altos grados.
Un segundo sentido, por extensión, llevaría a convertir en sinónimos de altos grados a los términos escocés y Escocismo, sea cual fuere el sistema de altos grados del que se tratara.
Finalmente, en los años 1760, apareció en Marsella un cuerpo masónico denominado “Madre Logia Escocesa”.
Esta denominación manifiesta la legitimidad pretendida por dicha madre logia para todos los grados, comprendidos también los altos grados. Practicaba un sistema en siete grados de los más clásicos: Aprendiz, Compañero, Maestro, Maestro Perfecto, Elegido, Escocés y Caballero de Oriente.

Según Roger Dachez, el término « Escocés » aparenta simplemente traducir que entre los primeros masones tanto en Francia como en Inglaterra, se mantuvo el recuerdo del importante papel desempeñado por Escocia en la maduración final del sistema especulativo masónico.
Las palabras escocés, escocismo, llegaron a significar todo lo que la Masonería designó como eminente, elegido, particularmente digno de respeto y honor, sin tener que ver con un origen propiamente relacionado con la propia Escocia».

Desde 1733 encontramos la huella de una logia Temple Bar, en Londres, habiendo conferido el grado de Maestro Escocés («Scots Master» o «Scotch Master»). Fue también conferido en una logia de Bath en 1735 y en la logia francesa» «St. George de l'Observance» no 49 de Covent Garden, en 1736.

Pierre Mollier nos recuerda la cita de Paul Valéry en la que nos indica: “Las palabras pierden su significado a medida que crecen en valor”. Esta observación se aplica muy particularmente a la palabra “escocés”. Este término atribuido en masonería, de múltiples significaciones, se encuentra siempre dentro de una aureola de prestigio y de misterio. Los francmasones han forjado incluso el neologismo “escocismo”, Igual de elusivo al tratar de obtener una definición precisa. Debemos recordar los significados sucesivos que la palabra pudo llegar a tener en las logias.

Cronológicamente, “escocés” supone en primer lugar el nombre de uno de los más antiguos altos grados. Es en París, el 11 de diciembre de 1743, que encontramos el primer testimonio de la existencia del término. La Grande Loge de France pone en guardia a los hermanos contra lo que parece como una novedad: «Teniendo en conocimiento que desde hace poco tiempo algunos hermanos se presentan bajo el título de maestro escocés y reivindican en algunas logias, derechos y privilegios…».
En 1744, en L'Ordre des francs maçons trahi, el “abbé Pérau” expresa: "No ignoro que está habiendo un vago ruido entre los francmasones, respecto a una cierta orden a la que llaman los Escoceses, superior a lo que se afirma, masones ordinarios y que tienen sus ceremonias y sus secretos aparte". Parece que hubo, desde el principio, varias escuelas concernientes a las ceremonias y secretos particulares de los escoceses. Así, en París, el grado misterioso del abbé Pérau, condenado en un primer tiempo por la gran Logia de Francia en 1743, es según toda probabilidad, el que nosotros conocemos bajo la denominación de Escocés de las 3 JJJ., también llamado Escocés de París o Escocés de Clermont.

En la Francia meridional, la masonería parece haber primitivamente practicado otro tipo de escocés denominado «de la Bóveda », muy pronto presentado como una  como una «Masonería de Perfección». Este «Escocés de Perfección» versión francesa del Royal Arch británico, retoma un tema clásico del esoterismo judeo-cristiano. Revela la existencia de una palabra perdida, el verdadero nombre de Dios, cuidadosamente conservada en una bóveda secreta oculta bajo el Templo de Salomón. Estos grados de Escocés conservarán siempre una gran importancia en la masonería de altos grados. Por extensión, a partir de mediados del siglo XVIII, los términos “escocés” o “escocismo” se convierten en sinónimos de altos grados.
Este significado es probablemente el más legítimo, en cualquier caso, el más lógico.
A principios del siglo XIX, cuando el Gran Chapitre General de Francia se enfrentará a la concurrencia de un nuevo rito titulado "escocés", reclamará alto y claro su "ecocismo" y su perfecta regularidad "escocesa".

En los años 1760, como ya hemos apuntado, aparece en Marsella un cuerpo masónico que se denomina “Madre Logia escocesa” apelando la legitimidad sobre todos los grados comprendidos los altos grados. Esta tiene una gran proyección en Provence, después más ampliamente en el Midi francés y finalmente en París. En esta Madre Logia, lo que terminará denominándose “Rito Escocés” profesado por esta y sus logias hijas se refiere ante todo a los altos grados. No obstante, por razones poco claras, los grados azules practicados por la madre logia presentaban algunas particularidades como la colocación de los grandes candelabros alrededor del cuadro de logia. Por deriva semántica, se vino hablando de grados simbólicos del Rito Escocés, es decir, del rito practicado por la madre Logia Escocesa, lo que habría sido unos años antes un sinsentido, de características fundamentalmente Modernas a nivel formal.

Al inicio del Siglo XIX la corriente animada por la Madre Logia Escocesa se fusiona con el Rito Escocés Antiguo y Aceptado, versión francesa de la masonería de los Antiguos, aportada desde las Antillas y de los estados Unidos de América por los masones refugiados de Santo Domingo. Los usos “escoceses” y “Antiguos y Aceptados” fueron amalgamados para la masonería simbólica en la “Guía de los masones escoceses” entre 1804 y 1820 (fecha de su edición). Poco a poco, el término “escocismo” vino equívocamente (pues realmente hace alusión a los altos grados de otros ritos) a designar el Rito Escocés Antiguo y Aceptado en todos sus componentes, tanto en lo referente a la masonería simbólica como en la de los altos grados. Esta acepción de la palabra es no obstante puramente francesa, puesto que en la mayor parte de los países el Rito Escocés Antiguo y Aceptado (o también denominado simplemente Rito Antiguo y Aceptado como sucede en Inglaterra y Gales, por ejemplo) suele ser exclusivamente un sistema de altos grados.

Al final de esta revisión histórica, y como ya apunté, uno puede preguntarse si no sería apropiado reservar el término "escocismo" para la masonería de altos grados, cualquiera que sea el sistema en cuestión.

Queda la pregunta del origen de la palabra "escocés". ¿Por qué los masones de la primera masonería especulativa, en la década de 1730, bautizaron el rango terminal donde fueron revelados los secretos más elevados de la Orden, Maestro "Escocés"? Encontramos, un poco antes, rastros de maestros escoceses en algunas logias inglesas. Es probable que conocieran el papel esencial de la masonería operativa escocesa en la formación de la masonería moderna especulativa. Al comienzo de la Francmasonería especulativa, este calificativo honró el origen geográfico, muy real, de los misterios más profundos de la Orden. 

Joaquim Villalta, Vª Orden, Gr.·. 9, 33º
M.·. I.·.
Director de la Academia Internacional de la Vª Orden - UMURM
Gran Orador del Sublime Consejo del Rito Moderno para el Ecuador
Miembro Honorario del Soberano Grande Capítulo de Cavaleiros Rosa-Cruz de Portugal - Gran Capítulo General del Rito Moderno y Francés de Portugal
Miembro Honorario de la R.·. L.·. Estrela do Norte nº 553 del Grande Oriente Lusitano
Gran Canciller para Europa del Gran Oriente Nacional Colombiano
Miembro Honorario del Soberano Supremo Consejo del Grado 33 para el Escocismo de la República del Ecuador
Miembro Honorario del Supremo Consiglio del 33º ed Ultimo Grado del R.S.A.A. per l’Italia e sue Dipendenze
Miembro del Suprême Conseil du 33e Degré pour la France du Rite Ancien et Accepté (Cerneau's Rite)
Pasado Presidente de la Confederación Internacional de Supremos Consejos del Grado 33º del R.·. E.·. A.·. A.·.
Muy Poderoso Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo del Grado 33º para España del Rito Antiguo y Aceptado (Rite de Cerneau)
Gran Comendador del Soberano Gran Consejo de los Príncipes del Real Secreto de España, Rito de Perfección.
Masonólogo

Bibliografía base:

Pierre Mollier, “Naissance et essor du Rite Écossais Ancien Accepté en France :
1804-1826”
ÉDITIONS DERVY
2004

Pierre Mollier, Encyclopédie de la franc-maçonnerie”, Le Livre de Poche, 2008 “
article « Écossais »

R.Dachez, Histoire de la Franc-maçonnerie Française, p.61, PUF 2003.

Paul Naudon, Histoire générale de la franc-maçonnerie, Presses universitaires de France, 1981



03 octubre 2024

Sobre la "imprecisa y manipulada" definición de los conceptos "Escocés" y "Escocismo".

En otros estudios hemos abordado el porqué de la gestación de la práctica Ritual del Mason Word, origen de las diversas y posteriores versiones de este Rito que desembocaron con el paso de los años y con mutaciones o añadiduras en la totalidad de la práctica ritualística francmasónica hoy conocida, sea del tipo que fuere, a pesar de que podamos herir con ello románticas concepciones o bellas fantasías.
Nuestra intención es esclarecer nuestros verdaderos orígenes y, a pesar de que en mi andadura personal se me han venido abajo falsos mitos e infundadas ideas legendarias que me fueron transmitidas erráticamente, la realidad aparecida ante mis ojos no es menos digna que las impresentables tesis ocultistas que a día de hoy todavía se transmiten de boca a oreja a los neófitos, sino al contrario: dan un sentido aún más perenne y sólido a nuestra Orden dotándola de una cualidad universal y de una vigencia en sus valores sin apenas precedentes comparables con otras instituciones, llámense filosóficas, espirituales o filantrópicas.

Así, la creación del MW hacia 1637 por los masones calvinistas de la logia escocesa y calvinista de Kilwinning, nace como respuesta a la obligación impuesta por Schaw de practicar un arte de memoria. Esta logia, rechazando la continuidad de la práctica del rito de recepción prescrito por los Antiguos deberes anglicanos, opta por la forma de un catecismo simbólico, cuyo vocabulario está compuesto de imágenes conformemente a la tradición de las artes de memoria, pero unas imágenes verbales (metáforas, alegorías) debido en una parte a la confesión presbiteriana y por otra del carácter iconoclasta característico del calvinismo que forzó a dicha logia a esa sustitución de la imagen verbal en lugar de la imagen plástica.
Puede resultar chocante cómo, aprovechando o dotándose de este instrumento ritual, la Gran Logia de Londres innovó ontologizando el rito originalmente calvinista de MW y se dio como marco jurídico las Constituciones de 1723, abriendo las puertas de la logia a todos los practicantes de la religión natural (orto-praxis moral) sin consideración para las ortodoxias que quedaban sólo como opiniones individuales rompiendo por este eclecticismo con la religiosidad confesional de los Antiguos deberes, abriendo la puerta a los ateos teóricos y al deísmo.

Antes de proseguir, creo que se hace necesario para centrar el término “Escocés”, utilizado en el título de esta entrada, hacer un pequeño resumen de aspectos fundamentales tratados en anteriores artículos: desarrollado entre 1696 (Edimburgo) y 1711 (Trinity College), antes de ser transmitido por Anderson en 1714 a los futuros creadores de la Gran Logia de Londres de 1717, recordemos que el rito de MW fue importado desde Escocia a Irlanda (1711) e Inglaterra. En Inglaterra solo era practicado por la Gran Logia de Londres: las otras logias de Inglaterra, que se podrían con todo derecho llamar las antiguas logias operativas inglesas como las de York y de Chester, e incluso como la que publicó las Constituciones Roberts en 1722, practicaban el rito de los Antiguos deberes operativos ingleses. Así, aunque algunos sigan ignorándolo, los fundadores de la Gran Logia de los Antiguos practicaban el mismo rito que la Gran Logia de Londres (a saber el rito de MW), pero gran número de ellos, siendo católicos, reprochaba a esta última haber roto con la religiosidad de los Antiguos deberes operativos (lo que se explica visto la orientación filosófica y ecléctica, es decir no confesional, de la Gran Logia de Londres) y fue una de las razones para que los masones irlandeses, la mayoría católicos, rompieran con la Gran Logia de Londres (cuyo rito practicaban) e integraron al Mason Word las oraciones inspiradas de la religiosidad confesional de los Antiguos deberes operativos.
Los fundadores de la Gran Logia de los Antiguos rechazaron la opción filosófica de la Gran Logia de Londres y prefirieron a la religión natural, una religiosidad confesional inspirada de aquella de los Antiguos deberes operativos. No obstante, aunque la Gran Logia de los Antiguos tendió a inspirarse en el modelo religioso surtido por los Antiguos Deberes no practicaba sin embargo su rito: practicaba una versión del Mason Word.
Entre 1710 y 1725, las logias escocesas que practicaban el rito del MW eran de dos tipos: habían por un lado las logias calvinistas federadas por la logia-madre calvinista de Kilwinning, y había por otro lado las logias episcopalianas (arminianas, es decir próximas a los católicos y anglicanos) como la logia de Dumfries que practicaba en efecto el rito de MW (poseemos dos rituales de MW de esta logia: el Dumfries n° 4 de 1710, y el ritual de 1727 divulgados en la Confesión de un masón). Los jacobitas siendo católicos solo habrían podido ser recibidos en logia en el rito de MW en dos marcos instituidos: o la Gran Logia ecléctica de Londres, que estaba abierta a todas las confesiones, o en una de las logias no calvinistas de Escocia, como la logia episcopaliana de Dumfries, que practicaba este rito.
Por tanto, insistimos una vez más, la masonería introducida en la Europa continental era del tipo o forma de lo que se calificaría como “Modern”.

Los conceptos “Masonería Escocesa”, “Escocismo” o “Escocés”, son muy vagos y de imposible definición, salvo el de la particular génesis formal/ritual referida al Mason Word. En cuanto a las otras acepciones del término “escocés”, se abre un abanico de variables que en muchos casos han tergiversado la realidad original de la francmasonería (especulativa, por supuesto, y de la que somos únicamente herederos directos).
Cuando abordamos la figura de los Maestros Escoceses de los años 1740 en Francia que van a dar origen a la proliferación continental de sucesivos grados presentados como terminales en su momento (y sirve la posterior argumentación para los Scots Masters mencionados en algunas logias londinenses de los años 1730) y, consecuentemente, al nacimiento de lo que hoy conocemos como Altos Grados, se abre la veda que da entrada a las presupuestas prerrogativas y privilegios de un grupo de élite presentado apócrifamente como curador de la Orden y sus misterios, así como una puerta al sincretismo de lo más desordenado.
Curiosamente, cuando miramos estos primeros altos grados, como el “Maître Parfait”, donde la leyenda de Hiram no juega ningún rol particular, vemos que la Palabra final comunicada es precisamente la misma que la Palabra del grado de Maestro de toda la tradición Francesa. Como bien apunta Roger Dachez, esto nos podría hacer sugerir que se tratara de un antiguo grado (distinta forma) de Maestro.

Vemos por otra parte, sobre textos de 1725-26, un grado situado en tercera posición estructurado por los mismos secretos del grado de “Maestro de Logia” algunas décadas después, o como “Escocés de las 3 JJJ” o en la versión “Escocés de París” de 1745, poseyendo un contenido sustancialmente idéntico al de Maestro Instalado del de tradición inglesa de 1760. En esta línea de investigación, todo apunta a que los antiguos “Altos Grados” no lo fueron en realidad. Fueron alternativas del grado terminal, problema propuesto en los años 1720 en Inglaterra, y al cual la formación del grado de Maestro hirámico aportó una primera respuesta que finalmente adoptó la Gran Logia de Londres, pero cuyo proceso abrió diferentes vías paralelas de resolución que siguieron funcionando simultáneamente y que atravesaron también el Canal de la Mancha.

Estas originales semillas dieron múltiples y variados frutos en un abonado y diverso suelo continental (por ejemplo baste recordar la porosidad y permanente interrelación franco-belga). No nos extrañemos, por tanto de que el concepto “grados escoceses” cualificados a todos aquellos que se consideraban por encima – más sin razón que con ella- del Magisterio “estándar”, sean perfectamente aplicables a los Altos Grados codificados en el Rito Francés o Moderno llevado a cabo en los años 1780 y practicados por doquier con anterioridad. Véase su forma estructural “Modern” e incluso para aquellas pretendidas logias denominadas escocesas (Marsella, Aviñón o París) que también tenían tres primeros grados de tipo Moderno donde la originalidad diferencial en la estructura simbólico-ritual, era casi simplemente el tema de la ubicación del ternario SE-SO-NO y su asimilación con los pilares SFB, aunque fiel a su genética “Modern”, conservaba el ternario Sol, Luna, M de L como 3 GL.

Quiero finalizar este artículo, al hilo de lo que más arriba apuntaba, agradeciendo las luces aportadas por aquellos Hermanos que con su esfuerzo, trabajo, ejemplo y tesón, me han dado las pistas y herramientas para sacarme de la duda y del error. Respeto por supuesto las opiniones y vivencias masónicas de cada miembro de la Orden. Pero siento gratitud hacia esos Hermanos que han permitido que la mía sea más coherente para conmigo mismo, a la luz de aquello que hoy veo más claro.
A todos ellos, gracias por sus enseñanzas. Me siento más libre.

Joaquim Villalta, V Orden, Gr.·. 9 y Último del Rito Moderno o Francés, 33º R.E.A.A.
M.·. I.·.
Director de la Academia Internacional de la V Orden - UMURM
Gran Orador del Sublime Consejo del Rito Moderno para el Ecuador
Miembro Honorario del Soberano Grande Capítulo de Cavaleiros Rosa-Cruz de Portugal - Gran Capítulo General del Rito Moderno y Francés de Portugal
Miembro Honorario de la R.·. L.·. Estrela do Norte nº 553 del Grande Oriente Lusitano
Gran Canciller para Europa del Gran Oriente Nacional Colombiano
Miembro Honorario del Soberano Supremo Consejo del Grado 33 para el Escocismo de la República del Ecuador
Miembro del Supremo Consejo del Grado 33º y Último del Rito Escocés Antiguo y Aceptado de la Islas Filipinas
Miembro Honorario del Supremo Consiglio del 33º ed Ultimo Grado del R.S.A.A. per l’Italia e sue Dipendenze
Miembro del Suprême Conseil du 33e Degré pour la France du Rite Ancien et Accepté (Rite de Cerneau et Rite Écosais Ancien et Accepté)
Pasado Presidente de la Confederación Internacional de Supremos Consejos del Grado 33º del R.·. E.·. A.·. A.·.
Muy Poderoso Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo del Grado 33º para España del Rito Antiguo y Aceptado
Gran Comendador del Soberano Gran Consejo de los Príncipes del Real Secreto de España, Rito de Perfección
Masonólogo