El pasado día 11 de noviembre de 2017 se celebró el 206
aniversario de la proclamación de Independencia
de Cartagena (Colombia). La ciudad de Cartagena de Indias, fue la primera del Virreinato de la Nueva
Granada en declarar su Independencia absoluta de la monarquía española. Esta
efeméride histórica genera además una indescriptible emoción en todos aquellos
amantes y miembros de la Orden, conscientes de los valores individuales e
ideales que trascendieron y desembocaron en compromisos sociales, apostando por
la libertad emancipadora, aunque ello conllevara el costo del sacrificio.
Fue en el “Camellón
de los Mártires de Cartagena” donde el 24 de febrero del año 1816 (después
de la toma de Cartagena el 6 de diciembre de 1815 por Pablo Morillo) Manuel del
Castillo Rada, Martín Amador, Santiago Stuart, Antonio José de Ayos, José María
García de Toledo (miembro de “Las Tres Virtudes Teologales”), Miguel Díaz
Granados, Manuel Aguiano, José María Portocarrero y Pantaleón Germán Ribón
fueron ejecutados, conocidos desde entonces como los “Nueve Mártires de Cartagena”.
A este acto conmemorativo asistieron altas dignidades del
“Gran Oriente de Colombia”, con sede
en Cartagena, presidido por su Serenísimo Gran Maestro Milciades Osorio
Díaz. Precisamente el Muy Ilustre Hermano nos recuerda que, de los quince firmantes
del Acta de Independencia de 1811,
tres eran miembros activos y cotizantes de la Muy Respetable Logia "Las Tres Virtudes Teologales"
y otros muchos integrantes de la Logia tuvieron activa participación para la
toma de esta decisión.
La masonería se introdujo en Norteamérica, así como en
Suramérica por el Caribe, hacia finales del siglo XVIII, generando una riqueza
e intercambio cultural y ritual proveniente tanto de las Islas británicas como
de Francia principalmente, así como del resto de Europa continental. La Orden
trajo consigo también las ideas de la Ilustración, propagando nuevos conceptos
y pensamientos libertarios allá donde reinaba generalmente la intransigencia
ideológica, teológica y desigualdad social contrastada en grado sumo.
Dentro de este rico contexto masónico, el “Gran Oriente de Colombia” con el paso
de los años ha conseguido aglutinar y
refundar en “cuerpo y alma” las
Respetables Logias más representativas tanto histórica como ideológicamente de
la masonería americana. Así podríamos citar escuetamente a las relevantes Muy
Respetables Logias:
“Las Tres Virtudes
Teologales”,
fundada en 1808 en Cartagena, con Carta Patente para
trabajar los grados de aprendiz, compañero y maestro (en un entorno de Rito
Escocés Antiguo y Aceptado casi con toda seguridad, si bien la estructura en
masonería azul de dichos grados no estaba regulada como tal en ese Rito durante
dichas fechas y era casi idéntica al modelo ritual simbólico del Rito Francés o
Moderno) expedida por la Gran Logia Provincial de Jamaica (Kingston), la cual
estaba jurisdiccionada a la Gran Logia de Inglaterra (nombre que tomó en 1738 y
que no modificó hasta el Acta de Unión de 1813 adoptando el de Gran Logia Unida
de Inglaterra) y obligada a cesar sus trabajos en 1828 por la
prohibición del Libertador Simón Bolívar para trabajar las Logias Masónicas en
el país, fijada mediante Decreto expedido en Noviembre 8 de dicho año.
“Respetable Logia
Britania”, que funcionó en la ciudad de Cartagena de Indias entre 1770 (o
1774) y 1815, trabajaba bajo los auspicios de la Gran Logia
Provincial de Jamaica, dependiente de la Gran Logia de Inglaterra (en su
primera fase Gran Logia de Londres y de Westminster).
“Respetable Logia
la Beneficencia” fundada en 1821 en Cartagena, con Carta Patente expedida
por la Gran Logia Provincial de Jamaica (Kingston), ya plenamente vinculada al
despliegue del “Rito Escocés Antiguo y Aceptado” en sus diversos altos grados y
líneas concomitantes (Charleston y Santo Domingo, provenientes de una misma
línea de filiación) la cual estaba también jurisdiccionada a la Gran Logia
Unida de Inglaterra en la masonería simbólica.
“Respetable Logia
La Fraternidad” (cuyo primer nombre fue “Libertad de Colombia”) es creada
en 1820 en Bogotá por Francisco de Paula Santander, y dependiente también de
la Gran Logia Provincial de Jamaica, llegando a ser Santander una importante figura de la masonería
americana posteriormente, siendo investido con el Grado 33º por el Supremo
Consejo del Grado 33º de Caracas (continuación del Instaurado por Joseph
Cerneau en 1824 y representando él mismo para este magno evento al Supremo
Consejo de los Estados Unidos de América, sus Territorios y Dependencias) y el
Supremo Consejo del Grado 33º de Cartagena lo honró con el título de Gran
Protector de la Masonería Colombiana.
Otras
dignísimas, aunque más recientes Respetables Logias para mencionar, entre
otras, son:
“Respetable Logia Guardianes de la libertad”
“Respetable Logia Los Hijos de la Luz del
Valle de Plato”
Hablar de la Respetable Logia “Las Tres Virtudes
Teologales” es referirnos a la masonería americana en estado puro, es
referirse a la incesante y constructiva Labor en pro de la Orden del Gran
Oriente de Colombia.
El “Gran
Oriente de Colombia” es una Potencia Masónica Soberana e Independiente, de
influencia trasnacional, que supervisa la regularidad del funcionamiento del
Rito Moderno o Francés en los grados Simbólicos, constituyendo una jurisdicción
suprema, con Carta Patente otorgada por el Gran Oriente de Francia en 1987.
Asimismo, también con Patente del Gran Oriente de Francia y del Gran Capítulo General
del Rito Francés de España, posee la
práctica regular de los Cinco Órdenes de Sabiduría del Rito Francés o Moderno
a través del Gran Capítulo General del Gran Oriente de Colombia – Sublime
Consejo del Rito Francés Moderno del Gran Oriente de Colombia, siendo su “Muy Sabio y Perfecto Gran Venerable”
y “Supremo Comendador” el Muy
Ilustre Hermano Milciades Osorio Díaz,
Vª Orden.
Así, desde su sede central e histórica en
Cartagena, sólidamente fundamentada en el espíritu ejemplar emanado desde sus
orígenes por la Respetable Logia “Las
Tres Virtudes Teologales” el Gran oriente de Colombia, promueve
y contribuye al desarrollo cultural, social y económico de la República de
Colombia, procurando mejorar la calidad de vida de todo ser humano y
desarrollando los principios universales de Libertad, Igualdad y Fraternidad.
Joaquim Villalta, Vª Orden, Gr.·. 9, 33º
Director de la Academia Internacional de la Vª Orden - UMURM
Miembro del Sublime Consejo del Rito Moderno para el Ecuador