Hemos
creído interesante acercar sucintamente la figura de este Oficial a
propósito de la relectura de un trabajo del H.•. L. Gay realizado hace
unos años para una publicación sobre RF del Círculo “Lectura y
Conocimiento”.
Gay nos expone que si se compara entre las
composiciones de los colegios de Oficiales en los diversos Ritos
practicados en la actualidad, revelamos ligeras diferencias en cuanto a
la denominación, función y ubicación de dichos Oficiales en la Logia.
Este es el caso por ejemplo de los HH.•. 1er y 2º VVig.•., de los HH.•. Terrible y Experto, o Limosnero y Hospitalario.
Pero
existe un oficio en el cual la diferencia es mucho más marcada: es la
de Arquitecto en el Rito Francés referenciado en el ritual manuscrito de
1783 y archivado en el seno del Gran Colegio de Ritos con ref. 48122.
En
algunas prácticas rituales, el H.•. Arquitecto (si la Logia solo elige
uno) está encargado básicamente de la vigilancia del mobiliario de la
Logia y se ocupa del mantenimiento y compra de dicho mobiliario.
En la logia, se sienta ent las columnas entre los otros HH.•. de entre los cuales nada le distingue (no collar ni joya).
En el Rito Francés 1783, la cosa es bien distinta.
De
entrada, con ocasión de la renovación del Colegio de Oficiales, él es
elegido por los miembros del Taller, pero cabe remarcar que la tradición
quiere que sea el V.•. M.•. saliente del cargo quien ocupe dicha
función.
Un lugar especial le está reservado (como al resto de
oficiales) en este caso situado en la mitad de la Columna del Mediodía,
de cara al Cuadro de Logia. Además, lleva un collar con su joya
correspondiente. Este H.•. se ocupará del “Planteamiento” de los
trabajos y preparará a los candidatos para la recepción a los distintos
grados.
Valorando detalladamente estos aspectos, podemos valorar hasta que punto el rol que juega en la Logia es fundamental y esencial.
Si
empezamos con sus funciones, diremos que está encargado del
planteamiento y del Orden material de la Logia, velando en primer lugar
que el material esté bien colocado.
Antes de la apertura de los
trabajos, le pertenece decorar e iluminar la Logia no pudiendo nadie
penetrar a la misma antes de que haya avisado al M.•. de Ceremonias.
De
igual modo, tras el cierre de los trabajos y cuando los HH.•. han
abandonado el taller, procede a la ordenación de la Logia y a la
extinción de las luces.
Insistiendo en el aspecto de preparación de
la Logia, siempre es este Oficial quien la dispone para pasar los
trabajos a 2º o 3er grados (siempre en función del ritual).
Pero
su papel no se queda aquí. Participa activamente en las iniciaciones y
en los diversos aumentos de salario así como en la preparación de los
candidatos. Él se encarga de disponer a los recipiendarios en el estado
requerido, de dar a los candidatos observaciones sobre la importancia de
su paso dado, asegurándose también de la resolución de éste y dando
parte de la determinación del candidato al V.•. M.•. Por intermediación
del H.•. Maestro de Cer.•. hace llegar al V.•. M.•. las respuestas del
candidato a las preguntas propuestas, siendo también finalmente, quien
presenta al Profano antes de dejarlo en manos de los VVig.•.
Prepara
igualmente a los Aprendices y Compañeros para sus aumentos de salario
disponiéndolos adecuadamente “mediante unas exposiciones serias,
sensatas y morales” relativas a la importancia del grado en el cual van a
ser admitidos.
Dispuesto con su joya (un pergamino enrollado) toma
asiento en el medio de la Columna del Mediodía como antes hemos
indicado. Según el H.•. Gay, esta ubicación responde a una evidente
correspondencia con la marcha solar, permitiendo esta situación del H.•.
Arquitecto la simbólica recepción directa de los benéficos efectos del
Sol en su zenit, un lugar privilegiado donde el soy brilla con todo su
resplandor. De ahí hace una lectura simbólica de referencia al calor,
vida y conocimiento indispensable en toda creación.
Desde su lugar
domina el Cuadro de Logia que él mismo decora o modifica antes de cada
tenida en función del grado en el cual la Logia vaya a trabajar. Tras
los trabajos lo replegará.
Debemos recordar que primitivamente,
todo local podía servir para llevar a cabo los trabajos, con la única
condición indispensable de dibujar sobre el suelo (generalmente mediante
una tiza) este cuadro simbólico que era borrado después de cada Tenida.
El tapiz o cuadro, ornado de los principales símbolos utilizados por
los masones es la representación del T.•. perfecto, lo que debe ser este
Templo al que estamos dispuestos a llegar a construir.
El H.•.
Arquitecto desarrollará pues, el “plan de conjunto dibujado sobre el
pergamino” que lleva enrollado a su cuello en sus distintos grados de
construcción.
¿Tal vez todo ello podría hacernos sugerir o pensar en
la Mas.•. operativa? Sobre la obra de construcción de una catedral, por
ejemplo, trabajan aprendices y compañeros, donde el Maestro, Jefe de
obra en cierto modo (el V.•. M:•. de hoy día)velaba por la perfecta
ejecución de ésta conforme al estricto plan elaborado por el Arquitecto,
diseñador de dicha obra. Según esta concepción de L. Gay, el Arquitecto
es en definitiva aquel sin quien nada puede hacerse; en la edificación
del Templo es la piedra angular sin la cual nada puede elevarse.
La
F.•. M.•. es una organización de Constructores, salida de la base de
aquellos otros Constructores, por lo que parece del todo natural que el
RF 1783 haya dispuesto una plaza “privilegiada” en la construcción de
nuestro Templo.
Y si la tradición ha mantenido en este Rito que
sea el V.•. M.•. saliente quien cumpla las funciones de Arquitecto puede
ser debido a que durante su estancia en el Oriente ha sabido poder
adquirir la suficiente experiencia, competencia y sabiduría para que le
sea confiada esta responsabilidad de “diseñador”.
Joaquim Villalta, Vª Orden, Gr.·. 9, 33º
M.·. I.·.
Gran Comendador del Soberano Gran Consejo de los Príncipes del Real Secreto para España, Rito de Perfección.
Masonólogo