03 octubre 2024

Sobre la "imprecisa y manipulada" definición de los conceptos "Escocés" y "Escocismo".

En otros estudios hemos abordado el porqué de la gestación de la práctica Ritual del Mason Word, origen de las diversas y posteriores versiones de este Rito que desembocaron con el paso de los años y con mutaciones o añadiduras en la totalidad de la práctica ritualística francmasónica hoy conocida, sea del tipo que fuere, a pesar de que podamos herir con ello románticas concepciones o bellas fantasías.
Nuestra intención es esclarecer nuestros verdaderos orígenes y, a pesar de que en mi andadura personal se me han venido abajo falsos mitos e infundadas ideas legendarias que me fueron transmitidas erráticamente, la realidad aparecida ante mis ojos no es menos digna que las impresentables tesis ocultistas que a día de hoy todavía se transmiten de boca a oreja a los neófitos, sino al contrario: dan un sentido aún más perenne y sólido a nuestra Orden dotándola de una cualidad universal y de una vigencia en sus valores sin apenas precedentes comparables con otras instituciones, llámense filosóficas, espirituales o filantrópicas.

Así, la creación del MW hacia 1637 por los masones calvinistas de la logia escocesa y calvinista de Kilwinning, nace como respuesta a la obligación impuesta por Schaw de practicar un arte de memoria. Esta logia, rechazando la continuidad de la práctica del rito de recepción prescrito por los Antiguos deberes anglicanos, opta por la forma de un catecismo simbólico, cuyo vocabulario está compuesto de imágenes conformemente a la tradición de las artes de memoria, pero unas imágenes verbales (metáforas, alegorías) debido en una parte a la confesión presbiteriana y por otra del carácter iconoclasta característico del calvinismo que forzó a dicha logia a esa sustitución de la imagen verbal en lugar de la imagen plástica.
Puede resultar chocante cómo, aprovechando o dotándose de este instrumento ritual, la Gran Logia de Londres innovó ontologizando el rito originalmente calvinista de MW y se dio como marco jurídico las Constituciones de 1723, abriendo las puertas de la logia a todos los practicantes de la religión natural (orto-praxis moral) sin consideración para las ortodoxias que quedaban sólo como opiniones individuales rompiendo por este eclecticismo con la religiosidad confesional de los Antiguos deberes, abriendo la puerta a los ateos teóricos y al deísmo.

Antes de proseguir, creo que se hace necesario para centrar el término “Escocés”, utilizado en el título de esta entrada, hacer un pequeño resumen de aspectos fundamentales tratados en anteriores artículos: desarrollado entre 1696 (Edimburgo) y 1711 (Trinity College), antes de ser transmitido por Anderson en 1714 a los futuros creadores de la Gran Logia de Londres de 1717, recordemos que el rito de MW fue importado desde Escocia a Irlanda (1711) e Inglaterra. En Inglaterra solo era practicado por la Gran Logia de Londres: las otras logias de Inglaterra, que se podrían con todo derecho llamar las antiguas logias operativas inglesas como las de York y de Chester, e incluso como la que publicó las Constituciones Roberts en 1722, practicaban el rito de los Antiguos deberes operativos ingleses. Así, aunque algunos sigan ignorándolo, los fundadores de la Gran Logia de los Antiguos practicaban el mismo rito que la Gran Logia de Londres (a saber el rito de MW), pero gran número de ellos, siendo católicos, reprochaba a esta última haber roto con la religiosidad de los Antiguos deberes operativos (lo que se explica visto la orientación filosófica y ecléctica, es decir no confesional, de la Gran Logia de Londres) y fue una de las razones para que los masones irlandeses, la mayoría católicos, rompieran con la Gran Logia de Londres (cuyo rito practicaban) e integraron al Mason Word las oraciones inspiradas de la religiosidad confesional de los Antiguos deberes operativos.
Los fundadores de la Gran Logia de los Antiguos rechazaron la opción filosófica de la Gran Logia de Londres y prefirieron a la religión natural, una religiosidad confesional inspirada de aquella de los Antiguos deberes operativos. No obstante, aunque la Gran Logia de los Antiguos tendió a inspirarse en el modelo religioso surtido por los Antiguos Deberes no practicaba sin embargo su rito: practicaba una versión del Mason Word.
Entre 1710 y 1725, las logias escocesas que practicaban el rito del MW eran de dos tipos: habían por un lado las logias calvinistas federadas por la logia-madre calvinista de Kilwinning, y había por otro lado las logias episcopalianas (arminianas, es decir próximas a los católicos y anglicanos) como la logia de Dumfries que practicaba en efecto el rito de MW (poseemos dos rituales de MW de esta logia: el Dumfries n° 4 de 1710, y el ritual de 1727 divulgados en la Confesión de un masón). Los jacobitas siendo católicos solo habrían podido ser recibidos en logia en el rito de MW en dos marcos instituidos: o la Gran Logia ecléctica de Londres, que estaba abierta a todas las confesiones, o en una de las logias no calvinistas de Escocia, como la logia episcopaliana de Dumfries, que practicaba este rito.
Por tanto, insistimos una vez más, la masonería introducida en la Europa continental era del tipo o forma de lo que se calificaría como “Modern”.

Los conceptos “Masonería Escocesa”, “Escocismo” o “Escocés”, son muy vagos y de imposible definición, salvo el de la particular génesis formal/ritual referida al Mason Word. En cuanto a las otras acepciones del término “escocés”, se abre un abanico de variables que en muchos casos han tergiversado la realidad original de la francmasonería (especulativa, por supuesto, y de la que somos únicamente herederos directos).
Cuando abordamos la figura de los Maestros Escoceses de los años 1740 en Francia que van a dar origen a la proliferación continental de sucesivos grados presentados como terminales en su momento (y sirve la posterior argumentación para los Scots Masters mencionados en algunas logias londinenses de los años 1730) y, consecuentemente, al nacimiento de lo que hoy conocemos como Altos Grados, se abre la veda que da entrada a las presupuestas prerrogativas y privilegios de un grupo de élite presentado apócrifamente como curador de la Orden y sus misterios, así como una puerta al sincretismo de lo más desordenado.
Curiosamente, cuando miramos estos primeros altos grados, como el “Maître Parfait”, donde la leyenda de Hiram no juega ningún rol particular, vemos que la Palabra final comunicada es precisamente la misma que la Palabra del grado de Maestro de toda la tradición Francesa. Como bien apunta Roger Dachez, esto nos podría hacer sugerir que se tratara de un antiguo grado (distinta forma) de Maestro.

Vemos por otra parte, sobre textos de 1725-26, un grado situado en tercera posición estructurado por los mismos secretos del grado de “Maestro de Logia” algunas décadas después, o como “Escocés de las 3 JJJ” o en la versión “Escocés de París” de 1745, poseyendo un contenido sustancialmente idéntico al de Maestro Instalado del de tradición inglesa de 1760. En esta línea de investigación, todo apunta a que los antiguos “Altos Grados” no lo fueron en realidad. Fueron alternativas del grado terminal, problema propuesto en los años 1720 en Inglaterra, y al cual la formación del grado de Maestro hirámico aportó una primera respuesta que finalmente adoptó la Gran Logia de Londres, pero cuyo proceso abrió diferentes vías paralelas de resolución que siguieron funcionando simultáneamente y que atravesaron también el Canal de la Mancha.

Estas originales semillas dieron múltiples y variados frutos en un abonado y diverso suelo continental (por ejemplo baste recordar la porosidad y permanente interrelación franco-belga). No nos extrañemos, por tanto de que el concepto “grados escoceses” cualificados a todos aquellos que se consideraban por encima – más sin razón que con ella- del Magisterio “estándar”, sean perfectamente aplicables a los Altos Grados codificados en el Rito Francés o Moderno llevado a cabo en los años 1780 y practicados por doquier con anterioridad. Véase su forma estructural “Modern” e incluso para aquellas pretendidas logias denominadas escocesas (Marsella, Aviñón o París) que también tenían tres primeros grados de tipo Moderno donde la originalidad diferencial en la estructura simbólico-ritual, era casi simplemente el tema de la ubicación del ternario SE-SO-NO y su asimilación con los pilares SFB, aunque fiel a su genética “Modern”, conservaba el ternario Sol, Luna, M de L como 3 GL.

Quiero finalizar este artículo, al hilo de lo que más arriba apuntaba, agradeciendo las luces aportadas por aquellos Hermanos que con su esfuerzo, trabajo, ejemplo y tesón, me han dado las pistas y herramientas para sacarme de la duda y del error. Respeto por supuesto las opiniones y vivencias masónicas de cada miembro de la Orden. Pero siento gratitud hacia esos Hermanos que han permitido que la mía sea más coherente para conmigo mismo, a la luz de aquello que hoy veo más claro.
A todos ellos, gracias por sus enseñanzas. Me siento más libre.

Joaquim Villalta, V Orden, Gr.·. 9 y Último del Rito Moderno o Francés, 33º R.E.A.A.
M.·. I.·.
Director de la Academia Internacional de la V Orden - UMURM
Gran Orador del Sublime Consejo del Rito Moderno para el Ecuador
Miembro Honorario del Soberano Grande Capítulo de Cavaleiros Rosa-Cruz de Portugal - Gran Capítulo General del Rito Moderno y Francés de Portugal
Miembro Honorario de la R.·. L.·. Estrela do Norte nº 553 del Grande Oriente Lusitano
Gran Canciller para Europa del Gran Oriente Nacional Colombiano
Miembro Honorario del Soberano Supremo Consejo del Grado 33 para el Escocismo de la República del Ecuador
Miembro del Supremo Consejo del Grado 33º y Último del Rito Escocés Antiguo y Aceptado de la Islas Filipinas
Miembro Honorario del Supremo Consiglio del 33º ed Ultimo Grado del R.S.A.A. per l’Italia e sue Dipendenze
Miembro del Suprême Conseil du 33e Degré pour la France du Rite Ancien et Accepté (Rite de Cerneau et Rite Écosais Ancien et Accepté)
Pasado Presidente de la Confederación Internacional de Supremos Consejos del Grado 33º del R.·. E.·. A.·. A.·.
Muy Poderoso Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo del Grado 33º para España del Rito Antiguo y Aceptado
Gran Comendador del Soberano Gran Consejo de los Príncipes del Real Secreto de España, Rito de Perfección
Masonólogo

27 septiembre 2024

Teoría del conocimiento: por el M.·. Il.·. H.·. Antonio Onías Neto

Proponemos a nuestros lectores este excelente y pedagógico trabajo del M.·. Il.·. H.·. Antonio Onías Neto, que ocupa su Col.·. en el Or.·. Et.·., M.·. I.·., Pasado Soberano Gran Inspector Gerneral de Honor del Rito Moderno, Supremo Conselho do Rito Moderno - Brasil

La Filosofía es un propósito del espíritu humano para llegar a una concepción del Universo mediante la auto-reflexión sobre sus funciones valorativas teóricas y prácticas. Es una percepción racional del Universo, es una búsqueda de sus principios y sus causas. Ella visa la moral, el arte, la ciencia, la religión.

Aunque la Religión pretenda el conocimiento total del Universo, su forma de enfoque es bien distinta a la de la Filosofía, aunque la religión pretende este conocimiento por la fe, por la revelación, mientras que la Filosofía lo pretende por la razón.

El estudio filosófico puede ser encarado o dividido por las teorías siguientes:

1) Teoría de la Ciencia - conducta teórica del conocimiento científico.

2) Teoría de los Valores - de la conducta práctica. Los valores éticos, religiosos y estéticos.

3) Teoría de la concepción del Universo.

En lo que nos vamos a interesar es en la Teoría de la Ciencia, que podemos dividir en Formal y Material.

Formal es la Lógica, la corrección formal del pensamiento, la concordancia del consigo mismo, respondería a la pregunta: "¿Es el pensamiento correcto?"

Material es la Teoría del Conocimiento. También llamada Epistemología o Gnoseología. Busca ver la certeza del conocimiento. Responde a la preguntas "¿Existe concordancia del pensamiento con su objeto? ¿Hasta qué punto el Sujeto aprehende el Objeto? ¿Es el pensamiento verdadero?"


La Teoría del Conocimiento sólo aparece de forma autónoma a partir de John Locke, y, podemos decir que llega a su ápice con Kant, con su obra "Crítica de la Razón Pura".

Pero, finalmente, ¿qué es el Conocimiento?

Podemos encararlo por un prisma psicológico, que investiga el proceso psíquico del conocimiento. Si lo observáramos por el método fenomenológico, que estudia el fenómeno del conocimiento, vamos a ver la esencia de ese fenómeno, la relación dual entre el Sujeto cognoscente y el Objeto conocido en sí, y la imagen del Objeto que llega al Sujeto.
Si observáramos el Conocimiento sólo del punto de vista del Sujeto caeremos en el llamado Psicologismo, nos restringimos al fenómeno sólo en cuánto al proceso psicológico.
La imagen del Objeto debe retratar verdaderamente el Objeto. ¿Cual es la concordancia existente entre el Objeto y su imagen? Si nos apegáramos sólo a este prisma tendremos lo que llamaríamos el Logicismo.
Por otro lado se nos restringimos sólo a explicar el fenómeno del conocimiento por el estudio del Objeto, encontrando en él toda la explicación del mismo, caeremos en el Ontologismo, exagerado en la interpretación del ser fuera del Sujeto cognoscente.
Vemos, por lo tanto, que ni la psicología, ni la lógica, ni la ontología explican solos el fenómeno del conocimiento.
Éste debe, pues, ser visto por una explicación filosófica; a esta teoría algunos le dieron el nombre de Gnoseología, Epistemología, o aún, Teoría del Conocimiento.

Para hacer su estudio, intentaremos responder a cinco preguntas fundamentales:

1.- ¿Puede el Sujeto aprehender realmente el Objeto? ¿Cual es la posibilidad del Conocimiento?

2.- El hombre siendo un ser intelectual o espiritual y a la vez un ser sensible, de un lado la razón y del otro la experimentación, ¿cual de ellos es la fuente? ¿Cual es el origen del Conocimiento?

3.- Habiendo la relación entre el Sujeto y el Objeto, ¿quien determina la relación, el Sujeto o el Objeto? ¿Cuál es la esencia del conocimiento?

4.- El Sujeto ¿aprehende sólo el Objeto por la razón, por la deducción? ¿La intuición, el conocimiento intuitivo existe? ¿Cuáles son, pues, las formas del Conocimiento?

5.- Y, finalmente, un último problema: ¿hay un Conocimiento verdadero? ¿Como distinguir el Conocimiento falso del verdadero? ¿Cual es el criterio para determinar la separación entre el falso y el verdadero? ¿Cual es el criterio del Conocimiento?

En este trabajo nos restringiremos a discutir la primera pregunta: ¿Es posible el Conocimiento? ¿Existe efectivamente la Posibilidad del Conocimiento? Este tema es importantísimo para las posiciones filosóficas del Rito Moderno, razón por la que nos atendremos a ella.

Varias son las doctrinas existentes.

Veamos primero el DOGMATISMO.
La palabra dogma, en Grecia, comenzó a ser usada como doctrina fijada, como decreto, como opinión acepta.
Actualmente, se emplea el término en el sentido de afirmación sin justificación lógica, fundada en autoridad civil, cultural, científica, militar o religiosa.
El dogmatismo afirma que el Conocimiento es posible, puesto que existe el contacto real entre el Sujeto y el Objeto, y este contacto hace el Conocimiento como exacto, como verdadero. No hay dudas en cuanto la posibilidad del Conocimiento.
La primera posición del hombre, histórica y psicológicamente, es dogmática, es el hombre ingenuo, es el niño. Todo lo que el hombre ve, siente y piensa es verdadero.
El problema estudiado por la Epistemología no existe para el dogmático, y como problema filosófico sólo va a aparecer con los Sofistas.

Como teoría opuesta al dogmatismo tenemos el ESCEPTICISMO, cuando afirma la imposibilidad del Conocimiento, para éste no hay el contacto real entre el Sujeto y el Objeto, el Sujeto no tiene condiciones de aprehender el Objeto.
De este modo, el escéptico defiende que el hombre debe abstenerse de todo el juicio, pues no hay juicio verdadero. Esta posición tiene origen con Pirron de Elis, es el llamado escepticismo radical, general o universal.
Pero el escepticismo absoluto se contradice, pues en el momento en que afirma la imposibilidad del Conocimiento, expresa un juicio, emite un juicio, por tando, dice conocer.
El escepticismo puede ser sin embargo parcial, alcanzando sólo un campo del Conocimiento humano, pudiendo ser ético (cómo el de Montaigne), puede ser teórico, siendo metafísico (como el positivismo de Augusto Comte), religioso (como el agnosticismo de Herbert Spencer), puede ser metódico (como la duda de Descartes).
Es también intitulado de escepticismo académico, la doctrina llamada de probabilismo, predicada por Arcesilao y Carneades, que afirma no ser posible el conocimiento total, verdadero, en cualquier campo del Conocimiento, aunque nunca podemos tener certeza, pero sí que parece ser, que es probable.
Aún, dentro del ámbito del escepticismo, no llegando a sus extremos, están el subjetivismo y el relativismo.
Defiende el subjetivismo, en una posición psicologista, que "el hombre es la medida de todas las cosas". Sólo hay verdades para un sujeto, tanto como individuo como para el sujeto general, el género humano.
Por su parte, afirma el relativismo que nuestro conocimiento sólo es verdadero en relación a nosotros, sólo es posible el Conocimiento dentro de nuestras limitaciones, inclusive las externas, no restringiéndose al psicologismo del subjetivismo. Nuestra posibilidad de conocimiento es relativa a la influencia del medio en que vivimos, del ambiente cultural en que nos encontramos. Un paisaje visto a ojo desnudo o por intermedio de un binóculo son dos verdades diferentes.
El subjetivismo tuvo su primera posición histórica con los Sofistas, y el relativismo como teoría con Pitágoras.
Modernamente vamos a encontrar el relativismo con Osvaldo Spengler.
Una posición moderna de escepticismo la vamos a constatar en el pragmatismo de William James. Para los pragmáticos no es posible haber concordancia entre el sujeto y el objeto, este concepto de verdad es inválido. Sólo es verdadero lo que es útil, lo que es práctico, pues el ser humano es un ser práctico por excelencia, un ser de acción. Sólo es cierto lo que aprovecha a la vida. El pensamiento no existe para conocerse la verdad, y sí para orientar el hombre en su realidad práctica. Efectivamente tal teoría niega la esfera de la lógica, no reconoce la autonomía del pensamiento.

Finalmente, una posición que pretende ser la síntesis entre la tesis dogmática y la antítesis escéptica. Se llama Criticismo.

El Criticismo, de un lado acepta la posibilidad del conocimiento, está convencido de que hay una verdad, por otro lado desconfía de todo conocimiento determinado. Su posición no es dogmática, ni escéptica, pero sí reflexiva y crítica. Estaría entre la temeridad dogmática y la desesperación escéptica.
Esta posición crítica ya la vemos delineada en Platón, en Aristóteles, en los estoicos, más recientemente en Descartes y Leibnitz, más aún en Locke y Hume. Pero aquel que es considerado el verdadero fundador del Criticismo es Emanuel Kant.
El Criticismo es "aquel método de filosofar que consiste en investigar las fuentes de las propias afirmaciones y objeciones, y las razones en que las mismas se basan, método de la esperanza de llegarse la certeza."

Es evidente que cuando se pretende tener una Teoría del Conocimiento, se admite "a priori" la posibilidad de ese conocimiento, por menor que sea. Lo que se pretende cuando se estudia la Teoría del Conocimiento es investigar sus presupuestos, sus condiciones, un examen crítico de los fundamentos del conocimiento humano.
He ahí porqué alcanzando el hombre la edad adulta de la razón no puede aceptar tesis dogmáticas, he ahí porqué el Rito Moderno se afirma como adogmático. Para el Rito Moderno el hombre ya no es el niño de sus inicios históricos, ya no es el hombre primitivo que aceptaba verdades dogmáticas, basadas en el miedo, en la ignorancia, en la autoridad" ex-cathedra".
El hombre es un ser libre para pensar, reflexionar, criticar, como afirma el principio Masónico de la búsqueda incesante de la Verdad.

Artículo publicado en la Edición de marzo/mayo de 1996 , página 9 del Jornal "Egrégora", Año III, nº 12, editado por la ARLS "Miguel Archanjo Tolosa", nº 2131, Grande Oriente do Distrito Federal - GOB.

Actualizado, traducido y revisado el 27 de septiembre de 2024 E.·. V.·. por:

Joaquim Villalta, V Orden, Gr.·. 9 y Último del Rito Moderno o Francés, 33º R.E.A.A.
M.·. I.·.
Director de la Academia Internacional de la V Orden - UMURM
Gran Orador del Sublime Consejo del Rito Moderno para el Ecuador
Miembro Honorario del Soberano Grande Capítulo de Cavaleiros Rosa-Cruz de Portugal - Gran Capítulo General del Rito Moderno y Francés de Portugal
Miembro Honorario de la R.·. L.·. Estrela do Norte nº 553 del Grande Oriente Lusitano
Gran Canciller para Europa del Gran Oriente Nacional Colombiano
Miembro Honorario del Soberano Supremo Consejo del Grado 33 para el Escocismo de la República del Ecuador
Miembro del Supremo Consejo del Grado 33º y Último del Rito Escocés Antiguo y Aceptado de la Islas Filipinas
Miembro Honorario del Supremo Consiglio del 33º ed Ultimo Grado del R.S.A.A. per l’Italia e sue Dipendenze
Miembro del Suprême Conseil du 33e Degré pour la France du Rite Ancien et Accepté (Rite de Cerneau et Rite Écosais Ancien et Accepté)
Pasado Presidente de la Confederación Internacional de Supremos Consejos del Grado 33º del R.·. E.·. A.·. A.·.
Muy Poderoso Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo del Grado 33º para España del Rito Antiguo y Aceptado
Gran Comendador del Soberano Gran Consejo de los Príncipes del Real Secreto de España, Rito de Perfección
Masonólogo

24 septiembre 2024

Introducción de "Senda de las Luces Masónicas" (New-York, 1821) del IPH Joseph Cerneau: idéntico encabezamiento del Prefacio del "Régulateur du Maçon" (edición impresa de 1801)

Introducción de "Senda de las Luces Masónicas" (New-York, 1821) del IPH Joseph Cerneau: idéntico encabezamiento del Prefacio del "Régulateur du Maçon" (edición impresa de 1801).

Además el análisis del libro muestra claramente la práctica e instrucciones de los grados simbólicos propios del Rito Francés o Moderno.

Es del todo imprescindible el estudio pormenorizado de los materiales que se dieron en uno y otro continente contrastando sus contenidos filosóficos, rituales, simbólicos y masónológicos organizativos conducentes a unos resultados auténticos fundamentados por un estudio académico serio y racional, con una metodología científica que nos libere de falsas conclusiones fundamentadas en el error y en la mentira, en ocasiones, ignorante o programada.

Joaquim Villalta, V Orden, Gr.·. 9 y Último del Rito Moderno o Francés, 33º R.E.A.A.
M.·. I.·.
Director de la Academia Internacional de la V Orden - UMURM
Gran Orador del Sublime Consejo del Rito Moderno para el Ecuador
Miembro Honorario del Soberano Grande Capítulo de Cavaleiros Rosa-Cruz de Portugal - Gran Capítulo General del Rito Moderno y Francés de Portugal
Miembro Honorario de la R.·. L.·. Estrela do Norte nº 553 del Grande Oriente Lusitano
Gran Canciller para Europa del Gran Oriente Nacional Colombiano
Miembro Honorario del Soberano Supremo Consejo del Grado 33 para el Escocismo de la República del Ecuador
Miembro del Supremo Consejo del Grado 33º y Último del Rito Escocés Antiguo y Aceptado de la Islas Filipinas
Miembro Honorario del Supremo Consiglio del 33º ed Ultimo Grado del R.S.A.A. per l’Italia e sue Dipendenze
Miembro del Suprême Conseil du 33e Degré pour la France du Rite Ancien et Accepté (Rite de Cerneau et Rite Écosais Ancien et Accepté)
Pasado Presidente de la Confederación Internacional de Supremos Consejos del Grado 33º del R.·. E.·. A.·. A.·.
Muy Poderoso Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo del Grado 33º para España del Rito Antiguo y Aceptado
Gran Comendador del Soberano Gran Consejo de los Príncipes del Real Secreto de España, Rito de Perfección
Masonólogo

04 septiembre 2024

Croire ou respecter: un debat sur la perenité de nos rites et symboles

Réflexions en marge des travaux du Conseil du S. Chapitre «La Rose-Croix du Léman» de Genève le 30 mai 2024 et de la rencontre à Bruxelles avec le S. Chapitre     « Les Chevaliers de la Lumière » de Mons le 15 juin 2024



On est parti dans nos vallées d’une question concrète « Que faire avec la devise VAM, le décor poignard, le choix « vengeance ou justice » dans l’interprétation du rituel du Ier (Élu secret) des Hauts Grades du RF Moderne ? »  

Une étude de départ sur l’histoire des décors et devises du Ier Gr :. Du RFM, par le F:. Jean van Win [i], a occasionné un riche échange de vues, expériences et considérations, dans nos travaux à Genève et au Conseil commun avec nos FF et SS de Mons, à Bruxelles au mois de juin. Au fil des échanges, la recherche c’est enrichie d’un apport substantiel d’expériences personnelles des participants et des analyses de notre TS :. (et S:.G:.C:.) Fabrizio. Une péripétie passionnante, parsemée de questions plutôt que de réponses : 

Ces échanges nous ont porté vers des réflexions plus profondes pour l’étude des rituels et l’interprétation de nos symboles, en incluant leur pérennité historique.

Bien entendu, notre travail ne se donne pas autorité de délibérer ou décréter ce qu'on doit penser ou croire, nous nous devons plutôt de mieux comprendre ce nous exprimons dans nos rituels.

L'homme libre sait ce qu'il fait et fait ce qu'il sait.

*

L’étude du document cité, signe par le F:. Jean van Win, concernant la bien connue devise du Premier Ordre de Sagesse et le rappel historique du rituel résumé par le TSPM ont occasionné un plein d’échanges et d’interrogations, dans les deux assemblées. Nous retenons une brève synthèse des pensées et des questions susceptibles d’intéresser et de continuer la réflexion des Chapitres suisse et belge du Suprême Conseil du Rite Moderne pour la Suisse :

Il s’agit du mythe fondateur : après le meurtre de Maître Hiram par trois mauvais compagnons, le légendaire Roi Salomon envoie des Maîtres Maçons pour attraper les coupables et punir le crime à la manière de l’époque biblique. Les participants aux Conseils des Élus ont suivi les évolutions du rituel du Ier Ordre du RFM en fonction des temps historiques, mais aussi les nombreuses adaptations de la vengeance qu’ils ont observé dans les LL et les Obédiences où ils ont poursuivi leur « carrière » maçonnique. On en a cherché les raisons ; il est saillant de voir comment les textes d’origine ont été altérés en fonction de l’air des temps et des préférences locales des Grandes Loges, Grands Orients et Loges particulières[ii].

En notre époque les questionnements sont nombreux : Un rituel de justice, mais poignard en main pour toujours ? Il y a peut-être un temps pour toute chose, mais heureusement notre époque n’est pas ce temps-là. On observe que la vengeance cruelle (qui devrait peut-être susciter notre horreur de la violence ?) a été ajustée successivement en justice divine par « le maître des batailles », ensuite en suicide des mauvais compagnons épargnant le sang sur les mains des justiciers. Le sens a été finalement sublimé en lutte personnelle des maçons contre leurs propres mauvaises pulsions de violence. Nous avons longuement discuté les sens du mot Justice. La justice primitive « œil pour œil » des temps bibliques (elle-même un progrès de proportionnalité pour son temps historique) a été convertie en adoption de la justice autorisée des lois et des punitions institutionnalisées, règlementées et impersonnelles ; punir oui, sans pardon, mais en suivant les règles et procès des lois ? N’y a-t-il pas pourtant un temps pour toute chose sous le soleil ? D’autre part, est-ce assez maçonnique pour nous aujourd’hui ? Où sont la charité et la prise de responsabilité personnelle ? Ou sont en tout cela la fraternité, le pardon et la possibilité des nouveaux départs ? Plein de questions ! Faut-il pourtant y répondre en modifiant en conséquence les textes d’origine, ou plutôt par une interprétation qui les replace dans leur temps ? Faut-il plutôt lire les horreurs de nos légendes comme on devrait lire les livres sacrés des religions, non pas pour justifier les violences mais au contraire, pour apprendre des exemples du mal, afin de choisir le bien et devenir meilleurs ?

En marge des questionnements sur l’exégèse des textes, un état de fait s’impose, préoccupant.

Il est bien documenté qu’il y a eu de nombreuses altérations des rituels, des décors, des interprétations, pour des raisons plutôt profanes. L’historique est fascinant à suivre dans les livres publiés récemment. En fait, peu de choses ont été rajoutées dans les rituels et décors, plutôt nombre d’éléments ont successivement disparu. Chose incongrue, même les récits mythiques inclus dans les rituels ont été faussés ici et là, pour éviter telle référence biblique qui fâche ! Bien étayée, cette constatation ne conduit-elle pas vers une conclusion pratique ? Ou alors, sommes-nous restreints à nous lamenter devant cette porte déjà ouverte ? Après tout, même la Bible a été réécrite de plusieurs manières, pour ne pas parler des codes et lois de la Justice, qui ont changé avec les siècles et les cultures…

Des FF et SS se sont posé la question de quand ces altérations ont été faites, où, pourquoi et par qui. Dans ce contexte, quelle est l’implication du choix qu’au Rite Moderne (en fait celui initial) nous tenons à pratiquer nos rituels tels qu’ils ont été écrits à l’origine ? Se laisser taxer de réactionnaires parce qu’on pratique les rituels comme ils étaient, tout en respectant la liberté absolue d’interprétation personnelle ? Le Gr :.Or :., se demandait plutôt comment fonder le respect légitime pour les traditions, en même temps que les choix qui en diffèrent, afin de préserver, sans s’aplatir, la tolérance réciproque, l’harmonie et surtout la Fraternité.

Le S:.G:.C:. Fabrizio souligne la question clé – comment interpréter à présent ces mots et décors, mais aussi les changements commis concernant, par exemple des symboles, comme la très heureuse expression GADLU, la Bible ouverte à l’ Évangile de St Jean ? Comment faire face à ce qu’on peut appeler « l’allergie » de certains FF et SS, et surtout Ob :., à ces symboles conçus justement pour faciliter une cohabitation de la diversité spirituelle maçonnique?.

Faut-il adapter les mots aux temps et aux évolutions des sociétés, recycler nos décors, épurer les rituels et légendes de nos Grades de Sagesse ? ou plutôt conserver avec fidélité la tradition, au lieu de cautionner, au nom du « progrès », les opportunismes historiques du « politiquement correct » que nos érudits décrient régulièrement ?

On le voit bien, « le diable est dans les détails », dans le ressenti dogmatique des décors, mots et gestes. En ignorant que tout ceci est symbole : l’ABC maçonnique.

*

En fait, on respecte un rituel parce qu'il dit vrai ou parce qu’il dit la tradition ? Les rituels sont-ils lettre d'Évangile... ou écrits de main faillible de Maçon ? Les interpréter dans leur lettre ou, avec bon sens, dans leur esprit ?

En essence ; en Maçons, sommes-nous capables de vivre dans notre temps, changer avec notre temps, penser et agir en notre temps, tout en sauvegardant la lettre et les symboles de nos traditions premières ? Que faire de plus pour réunir ce qui est épars ?

*


Le défi à terme de notre Puissance Maçonnique est de démontrer le bien-fondé de la pratique des rituels du RMF en leur forme d’origine, tout en accueillant une diversité d’interprétations, le changement des époques, pays, régimes politiques et surtout la liberté absolue de conscience et de croyance ou non croyance religieuse des FF et SS. Une voie de raison serait de promouvoir et pratiquer une attitude lucide et civilisée de sublimation des concepts en cause, de déchiffrer le récit mythique incarné dans ces rituels. Cette érudition semble être une condition nécessaire de coexistence, qui permet de ne pas refaire éternellement des guerres de religions, d’hérésies et d’idéologies. Comme il semble, il faut s’élever au-dessus des interprétations littérales de ces mots et symboles mais aussi de la laïcité simplifiée, réductrice, intolérante, conçue comme antireligion.

Malheureusement, comme dit notre TS, cette manière de penser et de juger est née avec les monothéismes, devenus religions d’État et méthode exclusive. La certitude unique a détruit l’antique permissivité envers une multitude « de fait » des dieux et de croyances. Les empires d’avant toléraient l’imperfection des formes et des interprétations multiples. Par la suite et à présent, au lieu de considérer la diversité inévitable, où on œuvre pour réunir dans la bonne volonté des vues qui sont et qui ont le droit de rester éparses, on part typiquement d’un jugement préalable de Vérité et de valeurs, on impose les formes qui en résultent, on pense que certaines fondations, « les nôtres », sont les seules véridiques et les autres irrémédiablement fausses, à exclure. Que reste-t-il de notre noble rêve de Franc-maçonnerie universelle ?

Ce que nous chercherons dans notre réflexion présente est la forme fédératrice qui peut convenir à tous, avec des termes ouverts, qui permettent à chacun de comprendre, d’avoir et d’affirmer son interprétation personnelle tout en respectant un rituel symbolique partagé. Pour pouvoir assister, prendre part, dire let mots et vivre un égrégore sans se faire violence. Le terme Grand Architecte de L’Univers est un bon exemple de tentative optimiste pour permettre cette tolérance mutuelle.

Bien entendu, ceci requiert une pensée conceptuelle plus haute, qui reconnait et comprend les récits mythiques et bibliques dont les symboles sont incarnés dans nos rituels – ou tout est symbole – au lieu de croire qu’il s’agit de professions de foi figée. Autrement c’est comme si on contestait le nom des jours de la semaine ou des mois de l’année qui étaient jadis des noms de dieux de l’Olympe, les mots-on n’y croit pas.

Comment contribuer à cette œuvre ?

Selon le Gr :. Or :., un des nombreux choix possibles, est d’être conservateur concernant la lettre des textes et des récits légendaires, tout en étant flexibles et tolérants avec les changements incessants de définitions et des « certitudes », induits par les contextes et les époques qui passent. De même avec les préférences d’interprétation, faites en toute liberté de conscience (tant que ces choix ne sont pas imposés à autrui).

Pour préserver la paix, suivons la tradition avec bon sens, respectons et rappelons – en bons Maçons civilisés - les symboles bibliques les mythes et récits fondateurs, parfois anachroniques, sans mettre en cause nos convictions profondes en ce siècle XXI. Ces récits des ancêtres sont des formes qui restent  la colonne vertébrale de nos rituels, leur origine. Dans les cas où notre esprit moderne se rebiffe, faisons un peu comme ces Vice-rois du Nouveau Monde Espagnol qui disaient des décrets venus de loin du Roi d’Espagne, sans rapport avec leur réalité locale : « se obedece pero no se cumple » (on obéit mais on n’applique pas). Est-ce être trop opportuniste ?

Nous avons le droit de croire ou de ne pas croire, mais en nos vallées s’agit-il de croire ou de respecter ?

Notre TS propose d’effacer le mot croire de notre vocabulaire. Obligé à croire ou à dire qu’on croit ou non, rectifier et éplucher les mots, mène à une inquisition du politiquement correct, qui est une érosion de la liberté à laquelle nous sommes si attachés.

 


Jérusalem: le mur à l’occident, de pierres éparses


Poser cette question « CROIRE OU RESPECTER ?» protège notre liberté au milieu de la diversité parfois irréductible. Notre but partagé devrait être de comprendre le rituel dont nous sommes les acteurs, le sens de ce que nous y exprimons. L’émancipation est de « connaitre la cause des choses », comme dirait Virgile, comprendre d’où nous venons et où nous allons.

Car l’homme libre sait ce qu’il fait et fait ce qu’il sait.

 

Ioan Tenner, Ve Ordre Grade 9, Grand Orateur du Suprême Conseil du Rite Moderne pour la Suisse



[i]Jean van Win, Les initiales V.A.M. sur le cordon d’Élu au Premier Ordre du Rite Moderne Français, 2012

[ii] Meisner, Marc, Rite Français: Version Originale Ephaestos, Londres 2022 ISBN-13 ‏ : ‎ 979-8361403141, comparé à Grand Chapitre Général Du Grand Orient De France, Rituel de référence 1er Ordre éd. 2007

30 agosto 2024

Reflexionando sobre el Grado de Rosacruz de Hérédom de Kiwinning (de mis conversaciones con Patrick Négrier)


Es fuente de conocimiento entablar una conversación con el Masonólogo, filósofo y amigo Patrick Négrier, pues tras plantearle una consulta, él abre la puerta de mi búsqueda de criterio propio fundamentado en las bases de la historia, la sociología y la filosofía.

Joaquim Villalta, V Orden, Gr.·. 9 y Último del Rito Moderno o Francés, 33º R.E.A.A.

M.·. I.·.

Estimado Joaquim, como ya te he comentado en anteriores ocasiones, nunca me ha interesado por mis principios filosóficos y de investigación histórica la práctica de los denominados Altos Grados, sin bien reconozco que cuando un Régimen o Sistema los contiene, nunca está de más aproximarse a su propuesta, aunque sea tangencialmente. Sin embargo, debe reconocerse que el mero hecho de que este alto grado buscaba ser asociado por su nombre al término "Kilwinning" sigue siendo significativo porque ciertos masones eruditos no ignoraban el hecho de que el rito moderno del Mason Word había sido creado enteramente a partir de los masones escoceses de Kilwinning (incluso si no percibieron todas las implicaciones denominacionales, bíblicas y eclesiales, como se explica en mis libros).

Otra observación de mayor importancia: el movimiento literario y teosófico de los Rosacruces de los años 1614-16 estuvo bajo el camino de los maestros exclusivamente, y no del camino de los ritos (a diferencia de las dos masonerías antiguas y modernas que eran ritos). Sin embargo, si los masones de altos grados han buscado adherirse a la cultura de los rosacruces aunque no formara parte del rito, es simplemente porque encontraron en esta cultura dos cosas que les interesaban: la caballería y la alquimia, dos culturas estrictamente ajenas a la “Palabra de Masón” en sus tres grados.

Si deseas estudiar los rituales masónicos de los rosacruces, puedes consultar a los historiadores que han publicado sobre este tema. Una última cuestión: a partir de 1743 los rituales de los altos grados masónicos fueron objeto de tráfico comercial: cobraban caro la recepción a un grado supuestamente superior al 3º de maestro. Pero si esto fue un malentendido moral entre vendedores y compradores, este fenómeno sigue siendo muy revelador de lo que es básicamente la Masonería más allá de su cultura que sigue siendo válida e interesante: una práctica social donde se otorga sin decirlo, la primacía de la promoción social o al menos desde un punto de vista sociológico. Lo cual en verdad desde un punto de vista tradicional no tiene ningún valor real. Y por eso no sólo hay violencia en las logias, sino también una falta notable de verdadera cultura e incluso del gusto pronunciado por la cultura y su primacía.

De modo que si desde un punto de vista histórico la Masonería no desciende de antiguas iniciaciones, sino sólo de un Oficio medieval que era sólo una corporación piadosa, es en definitiva que por la mirada del enfoque sociológico (y no filosófico) de la gran mayoría de los albañiles, estos presentan sin embargo estigmas similares a los de las antiguas iniciaciones que también favorecían la mirada sociológica (¿qué trabajo haces, cuánto dinero ganas, cuántas personas tienes a tus órdenes, eres el dueño?) sobre la mirada filosófica (que se ocupa sólo de las verdades sin preocuparse por el rango social, ni por el poder social, ni por el poder económico y financiero).

Patrick Négrier