26 febrero 2017

La manipulación condicionada y aceptada: muerte a la auténtica tradición


Me dispuse con suma avidez a leer el contenido del Catalogue de l'Exposition relativa al Rito Francés, divulgada a bombo y platillo y que confieso, generaba una gran expectativa en mí por esa más que sugerente propuesta de desarrollo en particular: 230 ans de l'agregation du Rite Français au GODF. Des Lumières au XXI S. Y muy en especial el firmado por Ludovic Marcos (comisario de la exposición) con el seductor y apetecible título: El Rito Francés, un recorrido y un despertar excepcionales.
En el plano masónico e histórico, me encuentro entre las filas de aquellos que agradecemos y hemos bebido del trabajo de excelentes investigadores y curadores de un Rito, mal llamado Francés en la actualidad, siguiendo sus progresivas renuncias y desmarques.
Incluso con cierto pesar en su inicial debate, debo dar la absoluta razón a un amigo, Hermano investigador e incansable historiador, Víctor Guerra, que ya ha llegado el momento de definir, diferenciar y con valentía exponer aquello que entendemos por Rito Moderno, Rito Francés, Rito del GODF, Rito Francés Reestablecido, Rito Francés 1801, y mil y un adjetivos que llegan a rozar lo extravagante, y lo peor, la subyugación interesada.
Desarrollaré en varias entradas este muy serio tema, pero a modo de introducción suave, quiero exponer unas breves consideraciones y disensos para que, al menos, haya quien prenda las luces de la reflexión y crítica constructiva.
Para facilitar dicho contexto puntualizaré, tras leer con gran estupor, el condicionado trabajo del Hermano Ludovic Marcos, que por ser afín a un Corpus, libremente por descontado, donde dijo A ahora lo modificó en B.
Para los estudiosos, amantes y defensores del legítimo Legado de Roëttiers de Montaleau, capaz de Regular un método masónico perdurable y universal, nos resulta casi grotesco, una mofa cercano a lo insultante, la relativización que se hace respecto a su trabajo ingente tanto en Masonería simbólica como en la labor del Gran Capítulo General de Francia para las Órdenes de Sabiduría.
Es fascinántemente circense ver como los consabidos conceptos de Tradición y Modernidad, se utilizan y replican a placer, provengan del RF, del REAA, o del Espíritu Santo. El tópico, casi suena a chiste, por lo reiterativo de su uso.
Es diluir, tal vez el mayor legado del Rito Moderno, al capricho de lo políticamente correcto según los tiempos: Air du Temps!
Con afecto, considero este trajín obediencial cual tapa bocas haciéndonos de los HH.·. estúpidos ignorantes en potencia, o considerados como tales según soplen los vientos, borregos de un Corpus "autoconsiderado divino, patriarcal" ante el cual, algunos súbditos y satélites se acercan servilmente, con sumisión, diciendo amén sin la más mínima capacidad de reacción o contraste.
El fallo está en que no puede justificarse la cortina de humo por intereses políticos y coyunturales. Somos más que eso. Y la retórica simplista, cuasi partidista, solamente se vale de la ignorancia. ¡Así nos va!
No es de recibo que aquellos que se rasgaban las vestiduras en 1999 abogando una evolución laica, rompiendo posiciones de combate de una tradición simbólica en su lectura metodológica, luego rehagan ex novo un procedimiento plenamente altivo, "guardián del umbral", chocando y dinamitando sus fundamentos hasta rozar lo bufón.
No confundamos, y menos manipulemos.
En sucesivas entradas vamos, con bisturí y con análisis pormenorizados, a intentar dar luz a justificaciones que, finalmente suenan a respetuosa y retórica mofa.

Dicho esto, el Rito Francés desde la percepción de L. Marcos, es humo (por su volatilidad formal, conceptual, bajo la excusa de una evolución hecha a la medida cuando es menester, como los trajes). Montaleau, poco  menos que un mindundi, o uno más del montón.
Pero no olvidemos que hay más espacio después de Marte, y es, cuanto menos pedantería, hablar del Rito Francés como si se fuera el propietario del mismo, sobretodo cuando su estructuración en el Rito Moderno, no tenía ni siquiera adjetivo calificativo.

Próximamente más.:-)  ....
Reciban mi T.·. A.·. F.·.
Joaquim Villalta, V Orden, Gr.·. 9 y Último del Rito Moderno o Francés.
Gran Inspector del Rito
S.·. G.·. I.·. G.·., Gr.·. 33º y Último del R.·. A.·. A.·. (Rite de Cerneau)
M.·. I.·.

14 enero 2017

Sobre la iniciación de Robert Moray

Presentamos este interesante apunte del muy querido amigo y Hermano Patrick Négrier, prestigioso historiador de la Francmasonería, siendo uno de los máximos especialistas en la investigación masonológica anterior al 1717 fundacional de la Gran Logia de Londres, así como de su desarrollo y evolución posterior ritual, filosófico y procedimental dentro de la Orden. Estamos convencidos de que este breve trabajo, generará la inquietud de profundizar en la ingente obra de este autor y nos conducirá a aclarar de una vez por todas, determinados aspectos que aparecen mezclados, confusos e inciertos respecto al origen y desarrollo de la francmasonería que ha llegado a nuestros días en sus múltiples y diversas variantes formales, tomando por ciertas algunas falsas informaciones que circulan erróneamente de boca a oído aún a día de hoy, haciendo incluso de las redes sociales una herramienta expansiva a veces poco fiable que precisa de un correcto filtrado en cuanto a la veracidad tanto de fuentes como de contenidos.

El primer rito de la francmasonería fue el rito inglés y católico de los Antiguos Deberes (aparentemente ya en York en 1370; y ciertamente con el Regius de 1390). A partir de la Acta de supremacía de 1534, este rito se transformó en anglicano. En 1599 los segundos Estatutos Schaw demandaron a la logia calvinista presbiteriana de Kilwinning que practicara un arte de memoria ya que ésta no quería ya practicar el rito anglicado de los Antiguos Deberes, por lo que elaboró entre 1628 (fecha probable de la redacción del Lamento de las musas de Henry Adamson donde menciona el Mason Word) y 1637 (fecha del primer testimonio histórico de la aparición del Mason Word) un segundo rito masónico: el rito exclusivamente calvinista presbiteriano denominado rito de la “Palabra de Masón” (Mason Word) que tomará una forma más desarrollada a partir del primer catecismo simbólico: el Edimbourg de 1696, ritual del Mason Word (Mot de Maçon en francés) de la Logia de Canongate, cerca de Edimburgo.

Robert Moray (primer no operativo de quien se tiene constancia documentada de su iniciación, así como primer presidente de la Royal Society) ¿fue recibido en el Rito de los Antiguos Deberes o en el Rito del Mason Word?

El 20 de mayo de 1641 en Newcastle, Inglaterra, la logia masónica escocesa de Edimburgo recibió como masón aceptado a Robert Moray (1). ¿Moray fue recibido en logia masónica en el rito anglicano de los Antiguos Deberes (que era el entonces practicado por ciertas logias escocesas como lo ha demostrado el Profesor David Stevenson) (2) o bien en el rito escocés y calvinista del Mot de Maçon? Dos hechos podrían aparentemente hacernos pensar que Robert Moray fuera recibido en el rito del Mot de Maçon. En primer lugar, él era escocés y colaboró con los escoceses calvinistas presbiterianos (covenantarios); y seguidamente una adición de una tinta diferente en una nota de John Evelyn sobre el Mot de Maçon enuncia que Robert Moray habría hablado del Mot de Maçon a John Evelyn (3). No obstante, tres otros hechos contradictorios con los dos hechos que acabamos de mencionar nos impiden pensar que Robert Moray fuera recibido en logia masónica en el rito del Mot de Maçon. De entrada, en 1641 la logia de Edimburgo no practicaba el rito del Mason Word sino el rito de origen inglés y anglicano de los Antiguos Deberes. En efecto, en 1641, y según la documentación histórica actualmente conocida, solamente dos logias masónicas escocesas practicaban el rito del Mot de Maçon: la logia de Kilwinning y la logia de Perth (4). Por otra parte, la práctica del rito del Mot de Maçon no aparece en la logia de Edimburgo Mary’s Chapel hasta el 1715 (5). Además, Robert Moray presentaba su pentáculo como su “marca de masón”: a casusa de la iconoclastia calvinista los masones calvinistas presbiterianos de Escocia practicantes del rito presbiteriano del Mot de Maçon no poseían marca masónica alguna; a lo sumo podría admitirse que en el siglo XVII solamente los masones escoceses de confesión arminiana o episcopaliana, que practicaban por tanto el rito de los Antiguos Deberes, poseían marcas (6). Finalmente, un último argumento: la marca masónica de Robert Moray representaba un pentáculo, símbolo que en el siglo XVII era totalmente ajeno al rito presbiteriano del Mason Word, el cual en 1641 se ceñía aún, conformemente al principio reformado del “Sola Scriptura”, a unos materiales exclusivamente extraídos de la Biblia y como sucede en Gálatas 2,9 y en I Reyes 7,21: la práctica de la “garra” (agarre de mano) acompañada de la comunicación de las dos palabras de paso B… y J… que eran los nombres de las dos “columnas” del templo de Jerusalén. 
Por estas tres últimas razones de orden histórico y teológico llegamos a la conclusión que Robert Moray no fue recibido en logia en el rito del Mot de Maçon sino en el rito de los Antiguos Deberes como también lo fuera igualmente en el caso de Elias Ashmole en 1646.

Notas
1. David STEVENSON, “Masonry, symbolism and ethics in the life of Sir Robert Moray, FRS” en Proc Soc Antiq Scot, 114, 1984, p. 405-431.
2. En Les Premiers francs-maçons. Les loges écossaises originelles et leurs membres, Editions Ivoire-clair 2000.
3. John EVELYN, British library, Evelyn papers JE C4, p. 24 en Michael HUNTER, The Occult Laboratory: Magic, Science and Second Sight in Late Seventeenth-Century Scotland, 2001, p. 32.
4. Henry ADAMSON, Thrénodie des Muses, 1638 (para la logia de Perth); Contrat de Perth, 1658 (la logia de Perth afirma que había recibido el rito del Mot de maçon de la logia-madre de Kilwinning).
5. Patrick NEGRIER, La Tulip. Histoire du rite du Mot de maçon de 1637 à 1730, Editions Ivoire-clair 2005, p. 64.
6. Hemos demostrado sobre este sujeto en Art royal et régularité dans la tradition de 1723-1730 (Editions Ivoireclair 2009) que lel Libro de las Marcas de la logia de Aberdeen fraudulentamente datado en 1670 era en realidad un fraude enteramente fabricado en todas sus piezas a principios del siglo XVIII por el poco escrupuloso pastor presbiteriano James Anderson; la práctica del rito del Mot de maçon en la logia de Aberdeen solamente está atestiguada a partir de 1699.