13 diciembre 2023

Sobre la figura de San Juan y las apariciones de diversas interferencias

 A pocos días ya del solsticio de invierno en el hemisferio Norte, directamente vinculado a la columna B del Templo de Salomón como hemos desarrollado en otros artículos, se ha interferido sin ningún tipo de pudor siguiendo múltiples argumentos astronómicos, astrológicos e incluso importados de culturas diversas aduciendo a la Madre Naturaleza, ya no uno, sino dos San Juanes, como figuras imprescindibles dentro de la Orden, sin contar además el aditamento Ramsayano caballeresco, fruto de esa fantasiosa y humorística descendencia de determinada Orden de San Juan, caldo de cultivo para justificar el culto (casi adoración) con lo noble, esa falsa herencia de esos caballeros medievales, fruto de imaginaciones ávidas de nobleza, gallardía, valentía, algo así como receptores de un legado del que no tienen vinculación ninguna.

A esas transmisiones interesadas en acrecentar los egos, se han también adosado elementos exógenos donde la duplicidad de los Santos tampoco se ha librado de ello: dos solsticios, pues dos San Juanes. Así, con fundamentos variopintos y argumentos para todos los gustos, podríamos inserir (como de hecho se ha hecho) auténticas falsedades que incluso rozan lo necio.
Tras esta reflexión quiero centrarme en la belleza de lo real, o sea, de lo que simplemente es, procurando argumentar la figura de San Juan dentro de la Masonería con algo tan apasionante como la razón de ser de este personaje dentro de la historia de la Orden.
Así, volviendo a reflexionar sobre el asunto, Patrick Négrier me recordaba una vez más la elección de la fecha de San Juan de invierno (el Evangelista), y su presencia (y solamente la de un San Juan).

Joaquim Villalta, Vª Orden, Gr.·. 9, 33º
M.·. I.·.
Director de la Academia Internacional de la Vª Orden - UMURM
Gran Orador del Sublime Consejo del Rito Moderno para el Ecuador
Miembro Honorario del Soberano Grande Capítulo de Cavaleiros Rosa-Cruz de Portugal - Gran Capítulo General del Rito Moderno y Francés de Portugal
Miembro Honorario de la R.·. L.·. Estrela do Norte nº 553 del Grande Oriente Lusitano
Gran Canciller para Europa del Gran Oriente Nacional Colombiano
Miembro Honorario del Soberano Supremo Consejo del Grado 33 para el Escocismo de la República del Ecuador
Miembro Honorario del Supremo Consiglio del 33º ed Ultimo Grado del R.S.A.A. per l’Italia e sue Dipendenze
Miembro del Suprême Conseil du 33e Degré pour la France du Rite Ancien et Accepté (Cerneau's Rite)
Pasado Presidente de la Confederación Internacional de Supremos Consejos del Grado 33º del R.·. E.·. A.·. A.·.
Muy Poderoso Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo del Grado 33º para España del Rito Antiguo y Aceptado (Rite de Cerneau)
Gran Comendador del Soberano Gran Consejo de los Príncipes del Real Secreto para España, Rito de Perfección.
Masonólogo

Sobre las figura de San Juan y las apariciones de diversas interferencias (de mis conversaciones con Patrick Négrier)

En principio, al inicio del Siglo XVII, cuando los masones calvinistas presbiterianos se oponían ferozmente a todo alineamiento sobre el modelo anglicano de los Antiguos Deberes que recibían el día de San Juan de invierno (27 de diciembre), se desmarcaron y recibieron a sus propios aprendices en una fecha distinta (Négrier, "La Tulip", pág. 26, donde cito al Profesor David Stevenson, "Les premiers Francs-Maçons", 2000, pág. 93).

Pero con el paso del tiempo, los practicantes de la "Palabra de Masón" terminaron por volver al uso escocés de la recepción de los aprendices el día del San Juan del 27 de diciembre (ya que si bien el calendario de los santos fue rechazado por los calvinistas, el Apóstol Juan no fue rechazado por estos puesto que sus escritos formaban parte de las escrituras), como así aparece textualmente en el Edimburgo de 1696 que menciona la noción de "Logia de San Juan" término mencionado en otra parte por James Anderson en sus "Constituciones" de 1738.

No obstante, este uso de recibir a los aprendices en Logia el 27 de diciembre, día de San Juan, no fue la regla general. Así, en 1723 el "Examen de un masón" menciona la "Logia de San Esteban" que se celebra el 26 de diciembre. Ahora sabemos que este catecismo, que era el de la Gran Logia de Londres, fue muy probablemente transmitido por el pastor escocés calvinista presbiteriano James Anderson, quien solamente podía haberlo obtenido de su padre que era miembro de la Logia de Aberdeen, la cual practicaba el Mason Word desde al menos 1699 y por lo tanto recibía aparentemente a los aprendices el día de San Esteban el 26 de diciembre, lo que confirma la declaración de David Stevenson mencionada anteriormente.

Patrick Négrier



01 diciembre 2023

Balance de la Instalación del Supremo Consejo del Grado 33° y Último del REAA de las Islas Filipinas y de la Gran Logia del Lejano Oriente, Islas Filipinas REAA

Balance de la Instalación del Supremo Consejo del Grado 33° y Último del REAA de las Islas Filipinas

El balance de la Instalación del Supremo Consejo del Grado 33° y Último del REAA de las Islas Filipinas presidido por su MPSGC Mon Caballero quien fue regularmente instalado con su Comité Ejecutivo de su Santo Imperio, siendo además miembro de pleno derecho de la International Confederation of Supreme Councils AASR, aprobado por unanimidad, ha sido impresionantemente positivo.

En estos meses la masonería filipina de la mano del Supremo Consejo del Grado 33º y Último de las Islas Filipinas, así como de la Gran Logia del Lejano Oriente, Islas Filipinas REAA que se encuentra bajo su protectorado, han realizado una ingente labor de expansión , regularización a nivel ritual y han abierto un campo de proyección internacional hasta hoy día inusitado, apostando por la formación, la filantropía y dando un verdadero ejemplo masónico en la práctica y valores éticos del REAA, interactuando constructivamente con Supremos Consejos de diversos continentes, algunos de ellos de una gran antigüedad y práctica ininterrumpida que dan lugar a unas sinergias de trabajo que actualmente les hace destacar a nivel mundial.

El Supremo Consejo del Grado 33º y Último del REAA de las Islas Filipinas posee regularmente las líneas de Mitchell, Grasse-Tilly, Hacquet (Charleston), de Cerneau, DeWitte Clinton, Marquis de Lafayette (New-York) y Hacquet (GODF) así como la Orden del Real Secreto de Étienne Morin. La Patente ha sido otorgada por el Supremo Consejo del Grado 33º para España del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, poseedor también de la linea de Joseph Cerneau. Este Supremo Consejo de las Islas Filipinas recupera la esencia de la Francmasonería liberal y regular que introdujo el Grande Oriente Español.

La International Confederation of Supreme Councils AASR emitió un comunicado oficial para honrar recientemente la memoria del Muy Ilustre y Poderoso Hermano el General Emilio Aguinaldo, Sublime Príncipe del Real Secreto 32º, otorgándole el 33º a título póstumo como reconocimiento a su ejemplo en los más altos valores en pro de la Orden y de la líbertad de las naciones. ¡¡¡Larga Vida!!


Joaquim Villalta, Vª Orden, Gr.·. 9, 33º
M.·. I.·.

 Miembro Honorario de la R.·. L.·. Estrela do Norte nº 553 del Grande Oriente Lusitano

Gran Canciller para Europa del Gran Oriente Nacional Colombiano

Miembro Honorario del Gran Oriente Tradicional de Bolivia

Miembro Honorario del Soberano Supremo Consejo del Grado 33 para el Escocismo del Ecuador

Miembro Honorario del Supremo Consiglio del 33º ed Ultimo Grado del R.S.A.A. per l’Italia e sue Dipendenze

Miembro Honorario del Soberano Grande Capítulo de Cavaleiros Rosa-Cruz/Grande Capítulo Géral do Rito Moderno e Francês de Portugal

Masonólogo


30 noviembre 2023

Descubriendo el Valle de Josafat en los rituales y divulgaciones primigenios

Cuando revisamos las primigenias divulgaciones y rituales, e incluso compendios posteriores de ya bien entrado el Siglo XVIII, aparece ante nuestros ojos la cita de un lugar sagrado, bendecido y ciertamente misterioso donde se expresa que se halla ubicada la Logia: este lugar es el Valle de Josafat mencionado en los pasajes bíblicos del libro de Joel (Jl 3.2 y 12). Este “valle de bendiciones” e incluso “lugar del juicio de Yahveh, precisa de una precisa técnica hermenéutica que aporte una comprensible relación con la exégesis bíblica que será proyectada en los materiales masónicos primigenios.

A tal efecto, recurro a la sapiencia del masonólogo, filósofo y amigo, Patrick Négrier, expuesta en su ingente obra y a mis conversaciones con él, quien siempre me da la pista a seguir para encontrar respuesta a mis interrogaciones.

Para ello vamos a ubicarnos en el material del Graham y la genealogía del Mot de Maçon de 1726: el Graham es un ritual de la Palabra de Masón pero que contiene algunos materiales de los Antiguos Deberes como lo hacía también el Dumfries nº4 de 1710, si bien mientras el Dumfries yuxtaponía ambas tradiciones rituales haciendo seguir a una versión de los Antiguos Deberes una versión del Mason Word, el Graham hace inserir completamente los elementos del Mot de Maçon en la trama misma de una versión de los Antiguos Deberes, evocando el toque de maestro de los “cinco puntos” y la palabra de Maestro “Marrow in this Bone” (materiales del Mason Word) en el sujeto de Noé (figura de los Antiguos Deberes).

Para explicar la inserción de los materiales del Mason Word en una trama de los Antiguos Deberes, o la aceptación en Logia de personas ajenas al oficio, así como otras especificidades también de gran importancia, deberíamos dedicar un análisis de los Antiguos Deberes contenida en el Graham así como de los materiales intervinientes para explicar tal hecho.

Centrándonos en este ensayo en el cometido de explicar la aparición y la hermenéutica del Valle de Josafat, hablaremos de Betsalé’el, la práctica de la aceptación y el juramento de secreto:

En tiempos de Betsalé’el, el constructor del tabernáculo del Éxodo (Ex. 31, 1-5), los dos hermanos del rey Alboyne (figura tomada de los Antiguos Deberes, pero representando alegóricamente a Moisés) “desearon ser instruidos” por Betsalé’el “en su noble ciencia”. “Él consintió con la condición de que no la revelarían el uno sin el otro para hacer una triple voz –en otro trabajo abordaré este tema y la Regla de Tres-; entonces inauguraron un juramento y les enseñó las partes teórica y práctica de la masonería […] Fue entonces cuando los masones fueron contados entre los reyes y príncipes. Finalmente, cercana la muerte de Betsalé’el deseó ser enterrado en el Valle de Josafat. Se grabó sobre él, conformemente a su mérito –lo que fue cumplido por esos dos príncipes-, y se grabó lo siguiente. “Aquí yace la flor de la masonería superior a muchos otros compañeros, hermano de un rey y de dos príncipes. Aquí yace el corazón que pudo esconder todos los secretos, aquí yace la lengua que jamás los reveló”. Este pasaje del Graham es claro: utiliza la figura de las Constituciones de 1723 sobre Betsale’el (uno de los arquitectos de los tres principales monumentos de la Biblia) para asignarle de una parte la práctica de la aceptación en logia de personas ajenas al oficio de masón (que eran frecuentemente nobles) y por otra parte el juramento de secreto característico del rito de la Palabra de Masón (podemos preguntarnos también de paso si la “flor” en cuestión no hacía referencia al acróstico TULIP (tulipán) cuyas letras eran las iniciales de los “cinco puntos del calvinismo”).

Quiero hacer notar que la práctica de la aceptación no era propia solamente a las logias practicantes del Mot de Maçon: esta se encontraba ya en las logias practicantes de los Antiguos Deberes. Y remarquemos también que el “valle de Josafat” cuyo nombre significa “YHVH juzga”, y que aparece en Joel 4, 2-12 como siendo el lugar del juicio final, se encontraba ya mencionado en el Examen d’un maçon de 1723, probablemente en relación con el juramento de secreto por el cual el masón juraba no revelar nada del rito bajo pena de padecer la pena capital el día del juicio final (compárese con el contenido del juramento de secreto en el Edinburgh de 1696). De hecho, el Graham menciona el “valle de Josaphat” en relación con el hecho que Betsale’el no reveló nada de los secretos de la masonería. Como precisión importante, debemos indicar que en el rito del Mason Word, y esto desde el Edinburgh de 1696, el secreto solamente se refería sobre los elementos del rito y no sobre la pertenencia de sus miembros a la logia, como lo confirma durante la primera mitad del Siglo XVIII la existencia de procesiones públicas de masones donde en el transcurso de las mismas estos desvelaban inevitablemente su pertenencia.

Joaquim Villalta, Vª Orden, Gr.·. 9, 33º
M.·. I.·.

Director de la Academia Internacional de la Vª Orden - UMURM
Gran Orador del Sublime Consejo del Rito Moderno para el Ecuador
Miembro Honorario del Soberano Grande Capítulo de Cavaleiros Rosa-Cruz de Portugal - Gran Capítulo General del Rito Moderno y Francés de Portugal
Miembro Honorario de la R.·. L.·. Estrela do Norte nº 553 del Grande Oriente Lusitano
Gran Canciller para Europa del Gran Oriente Nacional Colombiano
Miembro Honorario del Soberano Supremo Consejo del Grado 33 para el Escocismo de la República del Ecuador
Miembro Honorario del Supremo Consiglio del 33º ed Ultimo Grado del R.S.A.A. per l’Italia e sue Dipendenze
Miembro del Suprême Conseil du 33e Degré pour la France du Rite Ancien et Accepté (Cerneau's Rite)
Pasado Presidente de la Confederación Internacional de Supremos Consejos del Grado 33º del R.·. E.·. A.·. A.·.
Muy Poderoso Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo del Grado 33º para España del Rito Antiguo y Aceptado (Rite de Cerneau)
Gran Comendador del Soberano Gran Consejo de los Príncipes del Real Secreto para España, Rito de Perfección.
Masonólogo

Las Órdenes de Sabiduría del Rito Francés: El Corpus de Grados y la Especificidad de la Quinta Orden

En enero de 2018, Colette Léger, Miembro del Gran Capítulo General de Francia, y de su Capítulo Nacional de Investigación, así como ex Gran Canciller del Gran Capítulo General de la Gran Logia Mixta de Francia, nos presentaba las investigaciones y arduos trabajos de su autoría en un “fuera de serie” de la colección JOHABEN, Conform édition pieza maestra trascendental, no solo para el Rito Francés o Moderno, sino para toda la masonería Universal derivada del Siglo de las Luces y de donde bebieron los denominados futuros ritos con adjetivo calificativo cuando los mismos no tenían ni nombre ni estructura. El trabajo de Léger, preciso, procedimentalmente impecable, analítico, profundo y contrastado, muestra lo mejor de las técnicas de investigación historiográficas en vigor. Como ya expusimos en una anterior entrada dicho proyecto estuvo magistralmente coordinado a través del Grand Chapitre Général du Grand Orient de France, poniendo ante nuestros ojos unos materiales inéditos solamente al acceso de quienes puedan desplazarse a la Biblioteca Nacional de Francia (BnF), y donde también aplaudimos el excelente prefacio de Philippe Guglielmi, Muy Sabio y Perfecto Gran Venerable del Gran Capítulo General del Gran Oriente de Francia, Gran Maestro del GODF en el año en el que se reactivaron los Órdenes de Sabiduría en el seno de dicha obediencia. Esta obra cumbre, sería a su vez muy interesante que pudiera ser acompañada de una profunda y analítica lectura del libro “La Franc-Maçonnerie du siècle des Lumières : Le Régulateur du IIIe Millénaire, Rite Français”, también coordinada por el Grand Chapitre Général du Grand Orient de France en 2010, tanto por su contenido conceptual y ritual,así como por las intervenciones preclaras de plumas de primera categoría como Jacques-Georges Plumet, Pierre Mollier, Alain Bauer, Charles Porset, Ludovic Marcos o Roger Dachez.

Ya el 5 de septiembre de 2014, Colette Léger nos hacía un anticipo de lo que la conduciría al resultado final (colosal diría yo) a modo de “Master Class” mostrándonos el estado de algunas de sus investigaciones para esas fechas en “Critica Maçonnica”.

La introducción al blog en cuestión es bien sugerente:

Colette Léger, con una abnegación que solo se ve igualada por la calidad de su investigación, empieza a trabajar desde este instante con copias manuscritas de antiguos rituales "Modernos", Órdenes y grados simbólicos. Ha plantado su tienda de campaña en el fondo masónico de la Grande Bibliothèque de France para estudiar el Rito de los Modernos, que se convertiría en francés. Aquí nos proporciona algunos elementos de sus investigaciones… en Critica Maçonnica, por supuesto…

El Grand Chapitre Géneral de France

El 2 de febrero de 1784, siete capítulos de Rosecruz en París, vinculados a logias del Gran Oriente, se reagrupan para formar el Gran Capítulo General. Estos Capítulos fundadores tienen pos nombres: La Reunión de Amigos Íntimos, Amigos Íntimos, Los Hermanos Unidos de St. Henry, Amistad, Armonía, Salomón y La Trinidad. El Gran Capítulo General se presenta como una federación de Capítulos de altos grados en Francia: "Los siete capítulos soberanos mencionados se han congregado y se congregan solo en el deseo y el plan de formar entre ellos un Gran Capítulo General que reúna a perpetuidad, en Francia, bajo su régimen y bajo su gobierno, todos los Capítulos soberanos que existen ahora y que existirán en el futuro, para reformar la Acefalia que los caracteriza y purgar los abusos”. [1] Este texto ilustra el carácter anárquico del desarrollo de los grados escoceses y la pluralidad de sistemas implementados.

Los 81 miembros fundadores del Gran Capítulo General pertenecen, según el historiador Matthieu Baumier [3], "a una burguesía de profesiones liberales esencialmente, fisonomía familiar en el París masónico de finales del siglo XVIII donde las profesiones de justicia, finanzas y comercio dominan ampliamente ". Llevan las ideas de la Ilustración y practicantes de una forma de deísmo ilustrado, de religión natural, con reconocimiento de un Gran Arquitecto del Universo que no es un Dios revelado. Un cierto número de ellos son oficiales del Gran Oriente, lo que les niega toda voluntad de independencia en relación con esta Obediencia.

El 8 de abril de 1784, la elección de los quince oficiales que constituían el ejecutivo de la estructura llevó a Alexandre-Louis Roettiers de Montaleau a la función de Presidente, bajo la denominación de  Muy Sabio y Gran Mestro. Será reelegido para este puesto el 8 de mayo de 1787. El rol asignado al Gran Capítulo General es el asignado previamente a la Cámara de Grados. Los Estatutos y Reglamentos Generales [4], emitidos el 19 de marzo de 1784, estipulan explícitamente cinco órdenes o grupos de grados:


“El Gran Capítulo general contendrá todo su conocimiento en cinco órdenes.

La 1ª Orden incluirá todos los intermediarios de la maestría al Elegido. El Elegido será el complemento.

La 2ª orden incluirá el escocés, todos los escoceses posible y lo que le sea relativo

La 3ª orden incluirá al Caballero de Oriente, y lo que se le relaciona.

La 4ª orden incluirá el Rosacruz y lo que le sea relativo

La 5ª orden incluirá todos los grados y sistemas físicos y metafísicos, especialmente los adoptados por las asociaciones masónicas vigentes”.

Las primeras cuatro órdenes se constituyen en "consejos" [5] y están destinadas a llevar a cabo las ceremonias de paso de una orden a otra. Las actas de las reuniones de dichos consejos muestran que no hay presentación de obras simbólicas, excepto los discursos del orador del Consejo. La Vª Orden está compuesta por 27 miembros, que componen la "Oficina de Correspondencia y el Comité del Gran Capítulo General": todos los asuntos relacionados con ésta se envían así a este nivel superior para su preparación y discusión al efecto de dar cuenta de todo ello. Se distinguen dos clases:


"Mientras que el conocimiento proveniente de los diversos sistemas conduce a un trabajo continuo y la iluminación que solo se puede adquirir de forma sucesiva y a fuerza de celo y diligencia, la quinta orden se subdividirá. Su subdivisión será nueve, que será elegida por la asamblea de los miembros que componen dicha 5ª Orden. [...]. Esta subdivisión se referirá esencialmente a la clasificación de cada grado según el orden al que pertenece, así como a todos los conocimientos masónicos de la naturaleza que sean."

El 18 de abril de 1784, los miembros de la Vª Orden fueron elegidos: Roëttiers de Montaleau fue nombrado presidente. Será reelegido para esta cargo el 8 de mayo de 1787. La Vª Orden es una forma de academia de grados "escoceses", cuyo objeto consiste en clasificar los grados existentes y reducir en uno solo los grados de una misma familia. La codificación propuesta para las cuatro órdenes, sin embargo, no excluía la práctica de grados intermedios en ciertos Capítulos.

Las actas de las reuniones del 24 de abril de 1784 al 4 de diciembre de 1787 han sido redescubiertas recientemente por el Gran Oriente de Francia, entre los archivos masónicos restituidos por Rusia. Fueron publicados por Pierre Mollier, Director del servicio de Biblioteca, Archivos, Museo del Gran Oriente de Francia, en la revista Renaissance Traditionnelle [6]. Estas confirman el papel de la asamblea de la Vª Orden como lugar de gestión administrativa del Gran Capítulo General: preparación de decisiones sobre candidaturas, afiliaciones, pasajes de un orden a otro, agregación de Capítulos, finanzas y aprobación de los rituales establecidos para las órdenes. Parece, como escribe Pierre Mollier, que el trabajo de la Vª Orden no se realizaban de acuerdo con un ritual o grado particular (trabajo "abierto" y "cerrado de la manera habitual"). De la misma manera, ninguna ceremonia de iniciación acompañó la elección de esta orden. Se puede concluir de este modo que se trataba de un grado administrativo.

Entre 1784 y 1786, el Gran Capítulo General finalizará el establecimiento de un ritual para cada una de las primeras cuatro órdenes, basándose en el trabajo de la Cámara de Grados: Elegido Secreto, Gran Elegido Escocés, Caballero de Oriente y Soberano príncipe Rosacruz. Estos rituales se imprimirán en 1801 en una colección titulada "Régulateur des Chevaliers Maçons".

Las actas de la Quinta Orden sugieren que el propio Roëttiers de Montaleau escribió los rituales de la primera, segunda y cuarta órdenes. El Gran Capítulo General fue solo un paréntesis de la historia: el 17 de febrero de 1786, el Gran Oriente decidió que se le adjuntara a él. Se notará con diversión el anagrama dado, más que tardíamente al Gran Capítulo General por la Cámara de Grados el 4 de diciembre de 1787: "Granito del Echarpe [7]". ¿Fue para cerrar definitivamente el paréntesis?

Soberano Capítulo Metropolitano

La reunión (o más exactamente la re-unión) del Gran Capítulo General al Gran Oriente sólo se efectuó el 2 de febrero de 1788. Por tanto, se donó a la potencia masónica entonces dominante de un sistema de altos grados estructurados (cinco órdenes) y decenas de capítulos implantados en Francia y sus colonias. Tan pronto fue instalado el "Capítulo Metropolitano", se le otorgaron cartas capitulares con fines de regularidad.

Esta nueva estructura continúa la obra del Gran Capítulo General con el mismo modo de funcionamiento y los mismos nimadores, Roëttiers de Montaleau quedando como Presidente del Capítulo Metropolitano y  devla Quinta Orden hasta su muerte el 30 de enero de 1808. Sin embargo, el Capítulo Metropolitano, comúnmente llamado "Soberano Capítulo Metropolitano" no escapará a la agitación revolucionaria: sus trabajos fueron, en efecto interrumpidos en abril de 1792 y no se reanudaron hasta abril de 1797: "diversas propuestas se han hecho para el bien y la regularidad de los trabajos del Capítulo Metropolitano y restaurarles el lustre y la actividad tan esenciales para el bien de la Orden en general. Estas han sido reenviadas a una comisión”.

La lectura de las actas de las reuniones del Comité de los 27 (ejecutivo de la estructura) revela, sin embargo, profundas dificultades desde el año 1800:

- Problemas financieros debido a un gran retraso en las contribuciones de los miembros del Capítulo Metropolitano; reuniones de los consejos de las cuatro órdenes sin decoración masónica adecuada, llevando al Presidente, llamado Muy Sabio, a proponer "para el bien especial y la gloria del Capítulo Metropolitano, que las sesiones se lleven a cabo en las 4 órdenes con la mayor decencia y como resultado de lo cual sería muy necesario proporcionarle toda la ropa y los ornamentos indispensables para su esplendor ", que las finanzas de la estructura no permitían en ese momento; capítulos de fundación en situación de no herencia de propiedades: "El Muy Sabio ha hablado nuevamente de los capítulos fundadores; y después de haber expresado a la asamblea que la mayor parte de los capítulos, que habían estado durante mucho tiempo sin actividad debido a las circunstancias, destacó la importancia de invitar a los del Oriente de París a acercarse al centro común reuniéndose en el Capítulo Metropolitano para reemplazar a aquellos que por el efecto de las mismas circunstancias ya no forman parte de él. [11]”; práctica de rituales antiguos y no reconocidos desde 1786: "dado que el Gran Oriente había unido sus atribuciones a la Masonería de Altos Grados y había determinado a aquellos a quienes reconocería, varios capítulos de su correspondencia siguieron trabajando siguiendo el viejo rito manteniendo grados que ya no son parte de la masonería francesa, y dando a los Hermanos iniciados en su seno, palabras, signos y toques que ya no se usan en el Gran Oriente "[12]; dificultades para establecer Regulaciones Generales específicas para el Capítulo Metropolitano, que solo serán aprobadas en 1804.

Ese mismo año, el Rito Escocés Antiguo y Aceptado (REAA), nacido en Estados Unidos, se estableció en Francia: contrario al Rito practicado por el Capítulo Metropolitano (tres grados simbólicos y cuatro órdenes, cada una de ellas es un grupo sintético de grados), el REAA es analítico: está organizado en 33 grados (los tres grados simbólicos y treinta grados más allá del grado de maestro). Confiere altas grados más allá del grado de Rosacruz, grado terminal del “Rit” (que se llamará unos años más tarde rito francés para ser distinguido del REAA). Con pocas excepciones, el patrimonio masónico utilizado por los dos ritos es el mismo, recogido de los altos grados desarrollados en Francia desde 1740. Fiel a su deseo de controlar la masonería, el Gran Oriente crea dentro de ella el 21 Julio de 1805 un Gran Directorio de Ritos, "compuesto de tantos miembros como habrá de ritos". La respuesta no tardará en llegar: el Rito Escocés retomará su independencia, en términos de administración de los grados superiores al grado 18.

El Soberano Capítulo Metropolitano tuvo que reaccionar para mantener el posicionamiento del “Rit” Antiguo [13]. Para hacer esto, tuvo que designar como jefe supremo de “Rit” el Gran Maestro del Gran Oriente de Francia, Cambaceres, para reorganizarse y posicionarse en términos de altos grados más allá del de Rosacruz. El primer punto fue adquirido por el Comité Administrativo del 17 de abril de 1807, los otros dos por decisiones tomadas en la reunión general del 20 de diciembre de 1806 [14]


"El Muy Sabio [Roëttiers de Montaleau] ha hecho varias propuestas, todas tendiendo al bien general de este respetable Taller del Capítulo Metropolitano y revivir la actividad de su trabajo por los motivos más adecuados para devolverlo a su primer esplendor. El primer medio que ha `propuesto ha sido deshacerse de toda la acumulación de cuotas, convirtiendo este artículo en un don gratuito ofrecido libremente, y reducir este objeto a cuotas anuales posteriores de 6 francos, a pagar por adelantado. [....]. El Muy Sabio señaló que las circunstancias parecían requerir que el Gran Oriente supiera que el Capítulo profesaba conocimientos masónicos de hasta 81 grados distribuidos en series y contenidos en cinco órdenes y que celoso de ayudar a repeler el abuso para prodigarlos, le invitaba a organizar capítulos superiores que solo otorgaran grados superiores a aquellos bajo el título de Rosacruces, que en una medida limitada "

La nomenclatura de 81 grados del Capítulo Metropolitano se fija así: nueve series de nueve grados clasificadas por familia. El quinto orden ejerce finalmente (pero un poco tarde) el rol que se le ha transferido desde 1784. Esto se registra en sus propios estatutos aprobados en diciembre de 1807, bajo los cuales se estructura en dos clases. El primero consiste en un consejo de nueve miembros, "guardián de los cuadernos masónicos, reglamentos y archivos del Capítulo Metropolitano" y "que posee los más altos grados". Debe entenderse que este consejo tenía por vocación reunir a los poseedores de los grados cúlmenes de los diversos sistemas masónicos del Gran Oriente, y para conferir los grados mencionados. Los cuadernos de los 81 grados se colocan en un arca de dos llaves, establecida en el lugar del Consejo de los IX. No está claro si el plan posterior del Hermano Gastebois [15] para convertir a los IX en una clase de "Iniciados en los profundos misterios" podría haberse realizado. Un ritual de este grado [16] (62º de la nomenclatura) parece confirmarlo, ya que una de sus copias incluye la mención "último grado de la Quinta Orden del Soberano Capítulo Metropolitano". Es interesante notar que este grado fue el último del rito en 33 grados del conde de Clermont con fecha de 1768.

En este ritual, una de las palabras de reconocimiento es "Panapotheon" (que se puede traducir como elevado al más alto nivel). Una segunda clase, conocida como Prosélitos, está compuesta por 27 miembros designados por el Consejo de los IX. Se convoca solo para llevar a cabo recepciones de Prosélitos o para la comunicación de las luces contenidas en las primeras ocho series, la novena está reservada para la clase de los IX. Los rituales de esta última serie pertenecen a la tradición hermética, probablemente incompatibles con el racionalismo enciclopédico de los líderes del Capítulo Metropolitano.

Esta forma de confiscación del conocimiento nos cuestiona. ¿Se juzgó que los prosélitos no tenían el conocimiento suficiente para aprehender estos temas? ¿Era necesario esconder de los ojos del "vulgar" un patrimonio perturbador, salido de la tradición hermética? Una respuesta puede ser dada por la vocación de los miembros del Consejo de los IX para llevar los grados más elevados de los diversos Ritos. Obsérvese también el procedimiento de reclutamiento de prosélitos, que deben haber depositado en el consejo materiales dignos de ser depositados en el arca y respuestas a unas "proponenda" comunicadas de antemano [18]:


2 ° ¿Por qué la bóveda de nuestras logias está decorada con la imagen de la luna, el sol y las estrellas?

 3 ° ¿por qué tomamos el nombre de Francmasones?

 4 º ¿cuál es la alegoría escondida bajo la figura del Triple Triángulo, joya de los oficiales del Gran Oriente?

 5 ° ¿por qué los números 3, 5, 7, 9, 21, 27, 81 son particularmente adoptados en la Masonería? "

El enunciado de estos temas demuestra claramente que su nivel iniciático se limita a los grados simbólicos dentro de los capítulos de principios del siglo XIX. Efectivamente no se desarrolla todavía en los consejos de las cuatro órdenes trabajo simbólico, excepto recepciones. Los pasajes de orden también se llevan a cabo en plazos muy cercanos. La entrada a la clase de los Prosélitos se hace por la recepción en el grado de Caballero del Sol, último grado de la 8ª serie. Pierre Mollier [19] registró 80 cuadernos de este grado copiados en el siglo XVIII y divididos en tres familias. Debido a la multiplicidad de rituales, el autor ve en el Caballero del Sol "un grado con geometría variable: doble enseñanza, permitiendo varios usos del grado de acuerdo con la sensibilidad y el objetivo de quienes lo practican, este grado testifica por su doble contenido, la antigüedad de 2 corrientes marginales del 18 °: FM "filosófica", es decir, deísta y racionalista, y FM hermética, pero que se perpetuará en la FM francesa ".

Este grado refleja la última etapa de iniciación, ya sea por la finalización de la Gran Obra Filosófica en los rituales herméticos: "Para lograr esto, es necesario aplastar a la serpiente de la ignorancia mundana, y extirpar de su corazón hasta las menores raíces del prejuicio y del error para ser admitido en el número de hijos de la verdad ", ya sea por el deseo de “despojar al viejo hombre, sacudir los prejuicios, hijos de error, ver la luz verdadera, y buscar la verdad" en rituales filosóficos. Las notas de Gastebois padre [20] nos iluminan sobre el ritual utilizado para la recepción en la Vª Orden: "otorgar el grado de Caballero del Sol, de acuerdo con el cuaderno del Sublime Elegido de la Verdad". Su análisis permite clasificarlo sin ambigüedad entre los rituales filosóficos.


La Vª Orden estructurada por primera vez a fines de 1807, funciona sin Roëttiers de Montaleau, que murió el 31 de enero de 1808. Las actas de las reuniones del 18 de diciembre de 1807 al 1 de junio de 1813 [21] nos cuentan las obras dedicadas a su mayor parte en la recepción de Caballeros Rosacruces en la clase de Prosélitos. Todavía se mantienen algunos debates "sobre el modo que debe adoptarse para restaurar el “Rit Ancien” [22] el lustre que le pertenece, mediante la compilación de los rangos superiores que posee más allá de S.P.CH.R.C. Confirmando la preocupación de posicionamiento sobre el Rito Escocés.

En cuanto a las actas de las asambleas de IVª Orden del primer semestre de 1814, que muestran un estancamiento del trabajo del Capítulo Metropolitano y una situación de cuasi colapso de la estructura, las rentas no pagadas que la obligan a devolver el local a su propietario el 1 de enero de 1815, con el archivo de los efectos del V ° Orden. Al mismo tiempo, el Gran Oriente de Francia se hará cargo de la administración de todos los altos grados bajo su manto. Un Gran Consistorio de Ritos serán instalados a finales de 1815, que se convertirá en el Gran Colegio de Ritos en 1826. En 1823, el Capítulo Metropolitano renunciará a su título y optará por denominarse Capítulo de las Galias [23], acordándole la Patente del grado 30 del Rito Escocés Antiguo y Aceptado para esa ocasión.

El Vº Orden cesará de este modo toda actividad en la restauración que tendrá lugar en abril de 1814 con el advenimiento de Luis XVIII, antes de ser despertado a finales del siglo XX, pero eso es otra parte de la historia.

Colette Léger

[1] Extrait de la circulaire annonçant la création du Grand Chapitre Général  -Ms BNF FM1 59.
[2] Ms BNF FM1 56 f. 1.

[3] Revue Dix - Huitième Siècle n° 23  (1991) p. 249.
[4] Ms BNF  FM4  144.
[5] Structure d’une loge au delà de la maîtrise.
[6] Revue Renaissance Traditionnelle n° 163/164 de juillet/octobre 2011.
[7]  Procès verbal de la 70ème assemblée  de la Chambre des Grades. Ms BNF  FM1 56 f.142.
[8] Ms BNF  FM1 56 f. 61.
[9] Procès verbal de l’assemblée du 13 avril 1997 du Chapitre Métropolitain  Ms  BNF  FM1 61 f. 2.      [10] Procès verbal de l’assemblée du 2 avril 1800 du Chapitre Métropolitain  Ms BNF  FM1 61 f. 8.[11] Procès verbal de l’assemblée du 21 juillet 1801 du Chapitre Métropolitain  Ms BNF  FM1 61 f. 17.[12] Procès l de l’assemblée du 26 juin 1802   du Chapitre Métropolitain  Ms BNF  FM1 61 f. 247.
[13] Futur Rite Français.
[14] PV de l’assemblée du 20 décembre 1806  du Chapitre Métropolitain  Ms BNF  FM1 61 f. 38.
[15] Membre du Conseil des IX à compter de 1809.
[16] Ms BNF, FM4  1047N.
[17] Ms BNF  FM1 61.
[18] Procès verbal des réunions du V° ordre du 29 avril 1808 ms BNF  FM1 61.
[19] Mémoire de DEA: Le Chevalier du Soleil: contribution à l’étude d’un haut grade maçonnique en France au XVIIIème siècle  (1992).
[20] Cf. supra.
[21] Ms BNF  FM1  61 ff. 2 à 28.
[22] Rit du XVIIIème siècle, futur Rite Français.
[23] Procès verbal du Suprême Conseil des Rites du Grand Orient du 5 mars 1823  Ms BNF FM1  51 f. 298.

Traducción, revisión y recopilación:

Joaquim Villalta, Vª Orden, Gr.·. 9, 33º
M.·. I.·.
Director de la Academia Internacional de la Vª Orden - UMURM
Gran Orador del Sublime Consejo del Rito Moderno para el Ecuador
Miembro Honorario del Soberano Grande Capítulo de Cavaleiros Rosa-Cruz de Portugal - Gran Capítulo General del Rito Moderno y Francés de Portugal
Miembro Honorario de la R.·. L.·. Estrela do Norte nº 553 del Grande Oriente Lusitano
Gran Canciller para Europa del Gran Oriente Nacional Colombiano
Miembro Honorario del Soberano Supremo Consejo del Grado 33 para el Escocismo de la República del Ecuador
Miembro Honorario del Supremo Consiglio del 33º ed Ultimo Grado del R.S.A.A. per l’Italia e sue Dipendenze
Miembro del Suprême Conseil du 33e Degré pour la France du Rite Ancien et Accepté (Cerneau's Rite)
Pasado Presidente de la Confederación Internacional de Supremos Consejos del Grado 33º del R.·. E.·. A.·. A.·.
Muy Poderoso Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo del Grado 33º para España del Rito Antiguo y Aceptado (Rite de Cerneau)
Gran Comendador del Soberano Gran Consejo de los Príncipes del Real Secreto para España, Rito de Perfección.



Nouvelle Constitution de la Franc-Maçonnerie Restaurée. 2023

Nouvelle Constitution de la Franc-Maçonnerie Restaurée. 2023 E.·. V.·.
                              
Préambule

L’Ordre maçonnique universel est UN.
La Franc-maçonnerie internationale, qui en est son expression terrestre, se doit donc de constituer un corpus uni.
Cette unité ne peut se réaliser harmonieusement si les institutions maçonniques de chaque Nation ne font pas l’effort de se relier elles-mêmes dans le cadre d’une confédération. La présente Constitution, se veut la pierre d’angle définissant les conditions sous lesquelles cette unité doit s’établir.
 
Exposé des motifs

La franc-maçonnerie, morcelée comme elle l’est aujourd’hui, en une multitude d’associations plus attentives à leur propre développement qu’à la mission qui leur est dévolue, est semblable à un mécanisme qui se satisfait, voire se glorifie, de son fonctionnement, sans se préoccuper de produire ce pour quoi il a été créé.
Deux courants principaux en présentent l’image :
L’un se veut « régulier », sous le prétexte de « bornes » (landmarks) tenues totalement indispensables à respecter pour prétendre revendiquer la légitimité maçonnique. Cette disposition le conduit à un ostracisme nuisible pour la fraternité maçonnique.
L’autre se veut « libéral », tenant pour essentiel la pratique d’une totale liberté de conscience, transformant et réduisant l’Ordre maçonnique en une sorte d’association, où chacun peut revendiquer le droit de faire valoir ses propres inclinations, jusque et y compris l’abandon d’une croyance en Dieu qu’il tenait jadis comme étant le lien entre tous les Maçons (Convent du GODF de 1849).
Ainsi aujourd’hui, les uns conservent Dieu mais rejettent des êtres humains, les autres se veulent rassembleurs de tous et de toutes, mais placent Dieu au magasin des accessoires quand ce n’est pas dans les oubliettes.
S’il est incontestable que l’Ordre maçonnique s’inscrit dans un espace que limite des « bornes », au-delà desquelles on n’est plus en son sein, et s’il est vrai que la démarche de franc-maçon doit préserver son libre arbitre, l’une et l’autre de ces conditions ne peuvent que s’inscrire dans un cadre ordonné, en harmonie avec les forces de l’univers dépendantes de lois qui transcendent notre seule condition humaine et dont le créateur et l’ordinateur est tenu par les francs-maçons authentiques, selon leur vocable symbolique, comme le « Grand Architecte de l’Univers ».
Le singulier message maçonnique est un message de foi, d’espérance et d’amour.
Au fil du temps, il s’est trouvé dénaturé par toutes ces scories humaines que sont : l’orgueil, la cupidité, la soif de pouvoir ou de gloire, au point d’en être réduit aujourd’hui à un faisceau profane de considérations sociales et relationnelles, plus digne d’un club, d’un salon, que d’un temple où l’Homme travaille à son perfectionnement moral et spirituel.
La foi s’en est trouvée étouffée, l’espérance éteinte et l’amour dévoyé.
Que pouvons-nous, que devons-nous espérer ?
Tout simplement redonner vie à une Maçonnerie authentique, tant dans son expression spirituelle que fraternelle, apte à placer ses membres sur la voie conduisant au sage, au beau et au juste, non pas simplement dans la parole, mais aussi et surtout dans le vécu, car l’exigence de la nature Maçonnique s’inscrit bien au-delà, tant d’un simple confort associatif que d’une unique pratique intellectuelle. .
L’universalité de la franc-maçonnerie régulière, c’est-à-dire traditionnelle, ne restera qu’une chimère et donc sans aucune portée ni quelconque valeur si, conjointement, les institutions maçonniques nationales, fidèles à l’esprit traditionnel de l’Ordre, se refusent à se relier dans une confédération pour constituer un Corpus uni, capable de nourrir ses membres et, par eux, l’humanité, au point de pouvoir prétendre et revendiquer d’en être un havre de paix, d’harmonie.
La franc-maçonnerie a évolué en une mosaïque d’associations « obédientielles », basées sur des conceptions, des pratiques et des objectifs divers, qui les ont diversement éloignées des principes fondamentaux et les privent de toute cohésion véritable, à l’exception de l’appellation commune de « franc-maçonnerie », dont chacune d’elles est néanmoins convaincue d’en être une authentique et parfois exclusive représentante.
Toutes, par leur division, font la preuve de leurs dérives, en dépit des traités de « reconnaissance » que certaines établissent entre elles, mais qui ne sont que des accords aléatoires purement administratifs, donc profanes, établis ou dénoncés en fonction de circonstances qu’elles estiment favorables ou défavorables à leurs intérêts particuliers du moment.
Il résulte de cette triste situation que les francs-maçons en sont conduits à énoncer ce paralogisme : « mes frères me reconnaissent comme tel », laissant faussement à penser que cette prétendue reconnaissance vaut pour l’ensemble des francs-maçons, alors qu’en vérité elle se limite au seul cadre de leur propre obédience, éventuellement élargi par des ententes conjoncturelles.
Ainsi, cette franc-maçonnerie est d’autant plus éloignée de l’universalité dont ses principes se réclament, que son union nationale n’est même pas réalisée.
Malgré ce, le fait que toutes ces associations obédientielles disparates, s’abritent sous la même dénomination, fait illusion pour ceux qui s’accommodent des apparences, mais ne peut que surprendre, interroger, repousser ou tromper les profanes qui envisagent de frapper à leur porte, ou décourager les Maçons attachés à la conception d’un corpus maçonnique uni, fidèle à sa mission comme à ses principes originels et dont les institutions obédientielles se devraient d’être les dignes, véritables et fidèles missionnaires.
Le constat de cette situation rend nécessaire une nouvelle définition de ses principes fondamentaux et de son organisation, de même qu’une modification de son appellation, afin d’éviter toute ambiguïté avec les institutions maçonniques existantes qui entendent se maintenir en perpétuant la situation actuelle.

Postulat

Si en ce XXI° siècle le fait obédientiel est inscrit dans les mœurs, au point qu’il n’est pas souhaitable, ni envisageable, pour un temps sans doute encore assez long, de le supprimer, l’unique solution est d’établir un lien confédéral entre toutes les Institutions obédientielles qui, tout en préservant leur souveraineté administrative, leur permette de devenir membres inséparables d’un même corps.
Ce corpus maçonnique, unissant véritablement ce qui est épars, serait alors apte à faire valoir dans le monde les principes qu’il tient de l’Ordre Maçonnique Mniversel et d’être le centre d’union où s’assemblent des hommes de bonnes mœurs et de bonne volonté, désireux d’entreprendre une démarche initiatique favorable à leur perfectionnement moral et spirituel.
Une telle union, pour être vraie, doit, au-delà de sa trame formelle, s’abreuver à une même source, celle d’où jaillit le Bon, le Beau et le Juste de toutes choses. Il importe donc que cette union soit le fait d’institutions qui s’y abreuvent sans défaillance, sans restriction et en toute sincérité.
Cette condition détermine la correcte pratique maçonnique, laquelle ne résulte que de son lien à la correcte praxis morale universelle, indépendamment de tout système confessionnel, et permet à ses membres de concevoir le « Grand Architecte de l’Univers » - selon leur propre plan de conscience et de s’attacher, par un effort journalier, à pratiquer le bien, le juste et le sage, conformément à sa représentation.
Cela implique que, pour le franc-maçon, ce n’est pas la « croyance » en Dieu qui est facultative ou relative, mais uniquement l’idée que son état spirituel lui permet de s’en faire, et sa progression dans la hiérarchie de son rite doit être d’évoluer à une éthique au-delà toute conception religieuse particulière.

Principes fondamentaux

Son origine et son appellation.

La franc-maçonnerie, manifestation de l’Ordre maçonnique universel, dont la mission est de refléter sur terre les plus hauts idéaux de perfectionnement, est née en Ecosse au 17eme siècle par remodelage d’un vieux fond médiéval et se revendique descendante des sociétés initiatiques anciennes.
Elle a puisé son appellation dans la corporation des constructeurs, au sein de laquelle ses assemblées ont jadis trouvé refuge, et use de leurs outils dans un sens symbolique.
Son « maçonnisme » est celui du temple intérieur de l’Homme, et au-delà celui de l’Humanité, il s’effectue dans un esprit de paix, d’amour et de philanthropie dans un monde respectueux de la Nature et de tous les êtres vivants conduisant à une Humanité libre et fraternelle.
Par la présente Constitution, la franc-maçonnerie, soucieuse de se distinguer des institutions maçonniques qui n’y adhèrent pas et éviter ainsi toute ambiguïté, prend pour nouvelle appellation celle de : « Franc-Maçonnerie Restaurée ».

Sa nature, son objet et son action

Conformément à ses origines, elle est de nature initiatique, ésotérique et symbolique.
Elle abrite dans ses temples tout Être humain, sans distinction de race, de
condition sociale et d'attachement à tout système politique ou religieux
au-dessus desquels, en tant que telle, elle se place, laissant à ses membres le libre
choix et exercice de leurs opinions et croyances dans le respect de ses principes et de ses objectifs.
Elle œuvre en vue du perfectionnement moral et spirituel de ses membres, en les conviant à faire s’épanouir en eux leur étincelle de perfection en une ardente lumière et leur permettre d’accéder à une meilleure connaissance d’eux-mêmes, des autres et de l’univers.
Au sein de l’humanité, elle se veut un exemple et un modèle de sagesse, de fraternité et de bienfaisance, propre à l’accomplissement de la loi d’amour.
Sauf à défendre ses principes fondamentaux, elle s’interdit, en tant que telle, toute immixtion dans les sphères sociales, politiques ou ecclésiales.
 
Engagement et qualité du Franc-maçon

Tout engagement maçonnique est pris sur le Livre de la Loi (selon la croyance religieuse particulière des postulants).
Nul ne peut être reçu franc-maçon qu’il n’ait donné confirmation de son attachement sincère aux valeurs éthiques et morales d’une ortho-praxis maçonnique, telle qu’exposée dans la présente Constitution et au respect des Lois de sa Nation.
Dans le principe, et indépendamment des dispositions particulières obédientielles, lesquelles demeurent libres et souveraines dans leur conduite et particulièrement dans la réception de leurs membres, tout être humain, mâle ou femelle est « initiable » et peut donc être reçu Maçon s’il en est jugé digne.

Comportement du Maçon

Conformément aux principes fondamentaux de l’Ordre, le franc-maçon demeure respectueux de tous les hommes, quelles que soient leurs races, leurs croyances et leurs convictions politiques ou sociales, pourvu que celles-ci ne soient pas contraires aux bonnes mœurs découlant d’une saine morale, selon les enseignements du Volume de la Loi Sacrée.
Toute personne qui, au détriment de son perfectionnement moral et spirituel, tient pour souverains les plaisirs existentiels, manque à la probité et aux bonnes mœurs et néglige, par son comportement, les enseignements d’amour et de pardon, ne peut devenir membre de l’Ordre, sauf à exprimer son désir sincère de repentance et donner les preuves de son accomplissement.

Régularité

Elle s’applique, sans autre considération, à celui qui, :
- A confirmé son adhésion pleine et entière à la présente Constitution,
- A été reçu dans une loge régulièrement constituée reconnue en capacité de transmettre par une filiation ininterrompue l’initiation rituelle dans le cadre de Rites maçonniques codifiés.
La régularité d’une institution obédientielle ou d’une loge non fédérée implique la régularité de tous ses membres.
La Régularité de manière plus générale est la conformité aux règles essentielles de la Franc-
Maçonnerie et du respect de la Tradition.
Liberté du Franc-maçon
Elle est circonscrite dans le respect de ses engagements, ce qui lui fait un devoir d’aimer et de pratiquer les vertus, d’abhorrer et combattre les vices.
Travaux maçonniques
Ils sont toujours entrepris à la gloire du « Grand Architecte de l’Univers », auquel il est rendu hommage lors de leur l’ouverture, de leur fermeture, de même qu’au début et en fin d’agapes, par une prière s’il y a lieu dont les suivantes sont données à titre indicatif.
Tous les actes maçonniques portent en en-tête, en clair ou en initiales : « A la Gloire du Grand
Architecte de l’Univers ».

Prières

A l’ouverture des travaux :
Grand architecte de l’univers, être éternel et infini, qui es la bonté, la justice et la vérité même,
Ô toi qui, par ta parole toute puissante et invisible, as donné l’être à tout ce qui existe, reçois l’hommage que les frères ici réunis en ta présence t’offrent pour eux-mêmes et pour tous les autres hommes. Bénis et dirige toi-même les travaux de l’ordre et les nôtres en particulier.
Daigne accorder à notre zèle un succès heureux, afin que le temple que nous avons entrepris d’élever pour ta gloire, étant fondé sur la sagesse, décore par la beauté et soutenu par la force qui viennent de toi, soit un séjour de paix et d’union fraternelle, un asile pour la vertu, un rempart impénétrable au vice et le sanctuaire de la vérité.
Nous invoquons maintenant ta bénédiction avec révérence. Puisses-tu accorder que cette réunion, commencée dans l’ordre, soit conduite dans la paix et close dans l’harmonie.
A la fermeture des travaux :
Père tout puissant, comme nous sommes sur le point de nous séparer, nous te demandons d’étendre ta protection sur nous, jusqu’à ce que nous soyons appelés à nous réunir à nouveau.
Enseigne-nous, Ô Seigneur, à percevoir la beauté des principes de notre noble institution, non seulement en loge, mais partout dans l’univers. Apaise toutes passions discordantes en nous, et rends-nous capables de nous aimer les uns les autres, dans l’unité et la fraternité. Puisse la bénédiction du ciel demeurer sur nous et sur tous les maçons, puisse l’amour fraternel prévaloir et toutes les vertus morales et sociales nous unir.

Au début de l’Agape :
Père de l’Univers, toi seul est sain. Que ta Sainteté règne sur nous pour que nous fassions ta
Volonté, pour que nous recevions notre nourriture, pour que nous puissions pardonner et recevoir pardon, pour que nous résistions aux tentations et que soit abattu le malin. Pour que règne sur nous, à jamais, ta Sainteté, ta Puissance et ta Lumière.

A la fin de l’Agape :
Suprême architecte de l’univers, nous te rendons grâce de tes bienfaits et en particulier de la nourriture que ta providence vient de nous accorder. Bénis nos efforts, pour le secours des indigents que nous recommandons à ta bonté paternelle.

Dans les rites ou les prières sont absentes:

A l’ouverture des travaux on peut lire ce texte ou un autre de contenu similaire:

L’Ordre des Francs-Maçons est une association d’hommes sages et vertueux, dont l’objet est de vivre dans une parfaite égalité, d’être intimement unis par les liens de l’estime, de la confiance et de l’amitié, sous la dénomination de FRERES, et de se stimuler les uns les autres à la pratique des vertus. D’après cette définition, il est de la sagesse et de l’intérêt de toutes les
Loges de n’admettre à la participation de nos Mystères que des sujets dignes de partager tous ces avantages, d’atteindre le but proposé, et dont elles n’aient point à rougir aux yeux des
Maçons de tout l’Univers. Ainsi, lorsqu’il s’agit de l’admission d’un Profane (ce mot remonte à la plus haute antiquité et n’a jamais signifié autre chose que la non-admission au Temple, aux mystères – Profanum extrà templum – profane signifie donc « celui qui n’est pas actuellement admis » par opposition « à celui qui est initié »), la Loge à laquelle il est présenté doit considérer : Qu’elle va donner un membre à « l’association générale » et un Frère à chaque membre. Qu’une fois admis, les Maçons de tout l’Univers et de quelque état, qualité et condition qu’ils soient, seront tenus de le reconnaître pour tel. Qu’il est autant de l’honneur de la Loge que de l’intérêt dont elle doit être animée pour la gloire et la prospérité de l’Ordre, que cet aspirant soit digne d’être présenté à tous les Maçons ; il faut, enfin, que sur le témoignage de sa Loge, il mérite d’être accueilli par tous les Frères comme un homme vertueux, comme leur Frère. Il a droit, en cette qualité, à leur amitié la plus intime. Par l’admission du profane, la Loge se rend, moralement garante, envers tous les Maçons. Ce qui implique une grande responsabilité pour les FF.·. Présentateurs et exclut la « course » à la quantité au détriment de la qualité.

A la fermeture des travaux :

On finit les travaux selon la forme accoutumée de chaque rituel en remerciant l’esprit fraternel vécu et le profit moral et intellectuel de la Tenue, en demandant la discrétion et la Loi du Silence à la fin de la session.

Rites

Tous les travaux maçonniques s’effectuent dans le cadre et le respect de rites dont les Institutions ont à charge d’en être les garantes, et aucune de leurs éventuelles adaptations ne doit altérer leur substance fondamentale qui est le culte rendu au « Grand Architecte de l’Univers ».

Obédiences
 
Ce sont des associations organisées, en « Grand Orient », « Grande Loge » ou « Loge Indépendante », dont le fonctionnement est défini par leur règlement particulier dont les dispositions ne doivent pas contrevenir à la présente Constitution.

Organisations obédientielles

La Loge est une association composée au minimum de sept Maçons, dont au minimum trois Maîtres, C’est la cellule fondamentale de la franc-maçonnerie. Son activité s’exerce dans le cadre de son règlement particulier ou de celui de sa fédération, lesquels règlements ne peuvent déroger aux dispositions de la présente Constitution ni aux règlements généraux du rite auquel elle travaille.

Un Grand Orient est une fédération de trois Loges au minimum, travaillant à des rites divers.

Une Grande Loge est une fédération de trois Loges au minimum travaillant selon un même rite.

Une Loge Indépendante est une loge qui n’est soumise à aucune fédération.

Un Triangle est une association de trois Maçons, dont l’un au moins est Maîtres. Il est indépendant ou peut dépendre d’une institution. Il ne peut toutefois procéder à la transmission initiatique qu’en satisfaisant au nombre de participants requis pour une loge.
 
Attachement obédientiel.

Tout membre d’une Institution Obédientielle doit prendre conscience qu’au-delà de son attachement obédientiel il appartient à la communauté fraternelle d’un Ordre spirituel initiatique universel, dont son obédience n’en constitue qu’une cellule administrative.

Corpus maçonnique national
 
Il est constitué par la confédération des obédiences nationales et porte le titre de: Ordre Maçonnique de (nom de la Nation), cellule de l’Ordre maçonnique universel.

Corpus maçonnique international

Il est constitué par la confédération des corpus maçonniques nationaux et porte le titre de : Ordre Maçonnique International, cellule de l’Ordre maçonnique universel.

Grand Conseil National

Il est constitué par un représentant, porteur du plus haut degré que confère son rite, de chacune des obédiences confédérées au plan national. Ce Conseil confère à deux de ses membres les titres de Grand Maître et Grand Maître adjoint de l’Ordre maçonnique national.
 
Grand Conseil International

Il est constitué par les Grands Maîtres des Grands Conseils nationaux. Ce Conseil confère à trois de ses membres les titres de Grand Maître, Grand Maître adjoint et Grand Chancelier de l’Ordre Maçonnique International.
 
Habilitation des Grandes Maîtrises et Grands Conseils

Le titre de Grand Maître, de même que l’appartenance à un Grand Conseil ne constitue pas un degré initiatique mais la marque d’une fonction attribuée par leurs pairs à des Maçons, nécessairement porteurs du plus haut degré que confère leur rite, lesquels ne disposent d’aucun pouvoir particulier, sauf à être un exemple de probité et de sagesse qu’ils ont à charge de faire valoir, tant au sein de l’Ordre que du monde profane.

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Première Constitution Révisée le 25 mars 2008 E.·. V.·.

Paul Jean Girard
Président du Bureau de l’OMDF

Joaquim Villalta
Presidente de la Orden Masónica de España

Nouvelle Constitution Révisée et adoptée le 4 novembre 2023 E.·. V.·.

Joaquim Villalta
Presidente de la Orden Masónica de España
Gran Maestro de la Orden Masónica Internacional

Éric Artuso
Président de l’Ordre Maçonnique Française
Gran Maestro Adjunto de la Orden Masónica Internacional

Marc-Antoine Bonnet
Président de l’Ordre Maçonnique du Principauté d’Andorre
Gran Canciller de la Orden Masónica Internacional