La noción de Orden, en el sentido que aquí se aplica, es una característica particular propia del Rito Francés. La distinción entre órdenes y grados, la comprensión clara de la relación entre ambas nociones, es importante para comprender esta estructuración en los de los Altos Grados.
Durante la puesta a punto de los Altos grados llevada a cabo por el Gran Capítulo General de Francia entre 1784-1786, este cuerpo federativo de Capítulos Rosa-Cruz clasificó todos los altos grados en cinco “Órdenes”. Esta noción de Orden era una novedad. Un Orden es un conjunto de Grados, pudiendo existir asimismo cada grado en diversas versiones.
El Primer Orden comprendía los grados de Elegido, pero también un cierto número de otros grados que se conferían habitualmente entre el Magisterio y los grados de Elegido.
El Segundo Orden comprendía los grados de Escocés.
El Tercer Orden comprendía esencialmente un solo grado, el de Caballero de Oriente o Caballero de la espada.
Lo mismo sucedía con el Cuarto Orden, correspondiente al Grado de Rosa-Cruz.
Todos los grados no comprendidos en los órdenes precedentes fueron reunidos en un Quinto Orden.
El Gran Capítulo General de Francia decidió redactar, para cada uno de los cuatro primeros Órdenes, un grado único relevante de ese orden y destinado a reflejar su esencia fundamental.
Para el primer orden, este fue el grado de Elegido Secreto. Para el segundo fue un grado denominado en un principio simplemente “Escocés”, pero que pronto recibió el nombre de Gran Elegido Escocés. Para el tercer orden se tomó una versión del Grado de Caballero de Oriente, y para el cuarto orden, una versión del grado de Rosa-Cruz.
El término “Orden”, tomó secundariamente el sentido de la clase de los Hermanos que poseían el Grado.
Los cuatro Grados estaban destinados a ser practicados, cada uno de ellos en las asambleas del orden correspondiente: el Elegido Secreto en las asambleas del primer orden, el de Gran Elegido Escocés en las asambleas del segundo orden, y así sucesivamente.
Hay que señalar que en su origen, cada orden tenía su propio presidente y su propio colegio de Oficiales, que no pertenecían necesariamente a los órdenes superiores. La práctica habitual más extendida es aquella en la que cada Capítulo está presidido en sus cuatro Órdenes por un único “Muy Sabio” y donde, por ejemplo en una asamblea de primer orden, otros dos miembros pertenezcan al cuarto orden, variando en la actualidad sus especificidades según la Potencia Masónica que administre estos grados.
Para el Quinto Orden no se redactó ningún Grado ya que los grados relativos a este orden no estaban destinados a ser practicados, sino solamente a ser estudiados.
Así pues, la carrera iniciática de un Mason del Rito Francés o Moderno, en los Altos Grados, pasa por los cuatro Grados antes citados recibidos en el Capítulo abierto en su Orden correspondiente. El Quinto Orden no contiene ninguna enseñanza iniciática particular dado que no está vinculado a la línea de la familia de transmisión del Rito Moderno, que se concreta en el Cuarto Orden, recordando que el Grado de Rosa-Cruz guarda su estatuto de nec plus ultra del Régimen Francés.
Sobre el Quinto Orden
Históricamente, el quinto orden preveía reunirse el primer martes de cada mes, pero no queda constancia expresa, ya que las actas de sus asambleas están desaparecidas, conociendo de la actividad de éste por alusiones aparecidas en algunos trabajos de otros Órdenes. Se sabe también por estos testimonios que las designaciones al Quinto Orden se hacían por elección, pero se conoce mal su funcionamiento y organización interna. Es por ello que en la actualidad algunos Cuerpos de Altos Grados del Rito Moderno practican solamente Cuatro Órdenes según lo regulado en 1784, u otros, utilizan distintas formas de trabajo y funcionalidad para este Quinto Orden.
En su aspecto académico, el 5º Orden permite interesarse por todos los grados practicados en el siglo XVIII antes de la síntesis de 1784-1786. El reglamento, fijado con fecha del 19 de marzo de 1784, precisa en su artículo 29: “El 5º Orden comprenderá todos los grados físicos y metafísicos y todos los sistemas, particularmente aquellos adoptados por las asociaciones masónicas en vigor.”
El espíritu del 5º orden está también en incitar al SPR+ llegado al final de su carrera iniciática propuesta por el Rito Francés, a interesarse por todos los demás sistemas y, circunscrito fuera de los trabajos de los Capítulos particulares, permite lanzar una mirada hacia otras vías.
La bibliografía de consulta recomendada y sugerida puede encontrarse en la sección correspondiente de la web del Círculo de Estudios del Rito Francés “Roëttiers de Montaleau”
Joaquim Villalta, Vª Orden, Gr.·. 9
Miembro del Supremo Conselho do Rito Moderno - Brasil
Miembro del Sublime Consejo del Rito Moderno para el Ecuador
Miembro de la Academia Internacional de la Vª Orden - UMURM
Miembro de la Logia de Investigación "Los Modernos" - GLMAE
No hay comentarios:
Publicar un comentario