01 mayo 2018

La grandeza evolutiva de la Vª Orden del Rito Moderno o Francés

Últimamente estamos asistiendo a una especie de redescubrimiento alrededor del Rito Francés o Moderno (ese gran desconocido como en alguna ocasión comenté en alguno de mis trabajos) a pesar de ser el continente fundacional de lo que posteriormente se convertiría en las diversas "manifestaciones" rituales masónicas más o menos desafortunadas en ocasiones.

Sin duda alguna, la proliferación desmesurada y descontrolada de los denominados Altos Grados y sistemas heterodoxos (por lo carentes de coherencia) inducido en ocasiones por aspectos exógenos al objeto en sí de los fines originales de la Orden, la intromisión de modas extravagantes y visionarias, configurando esperpénticos sistemas mesiánicos, mágicos pseudomísticos y demás fauna variada, condujo a la masonería continental francesa, y en concreto desde el entorno del Gran Oriente de Francia, a la creación de un "Gran Capítulo General de Francia" con el fin de poner orden y dar una coherencia uniformada al citado panorama que, en cierto modo, resultaba patéticamente descontrolado.

De vez en cuando, la historia nos proporciona mentes preclaras en diversos ámbitos del arte y del conocimiento. Una de las figuras trascendentales para abordar dicha estructuración fue Roëttiers de Montaleau, quien junto con Graffin, Salivet, Saurine, Millon y otros muchos de dichos 81 miembros fundadores (obsérvese curiosamente el número 81), van a dar forma a las Órdenes de Sabiduría, previamente denominadas Órdenes Superiores, cuya pretensión era y sigue siendo la de agrupar de forma coherente las enseñanzas, reuniendo el conjunto de las corrientes históricas del denominado escocismo, y que ya he desarrollado ampliamente en otros artículos y ensayos.

Así pues, sigue manteniéndose en vigor esa idea fundacional original de 1784 que pretendía sencillamente la confección de una Vª Orden que contiene "todos los Grados físicos y metafísicos y todos los sistemas, especialmente los adoptados por las asociaciones masónicas vigentes", ardua labor que magistralmente llegó a realizarse de forma progresiva y que, curiosamente, fue olvidada en unos casos, o desconocida en otros, bien por desidia, ignorancia o afán de preponderancia egocéntrica en la mayoría de las ocasiones.

No voy a describir lo ya descrito, ni a descubrir nada novedoso, brillantemente desarrollado en magníficas obras bibliográficas y estudios descomunales que merecerían más de un “Premio Nobel de Masonería” si existiese. Mi propuesta es sencillamente inducir al estudio y al descubrimiento del Rito Francés, ese Rito de los Modernos que Roëttiers de Montaleau denominó en una de las propuestas de reorganización como “Rito Primitivo” afirmando con este adjetivo calificativo la anterioridad del Rito Francés, nombre adoptado para ser diferenciado de otros tantos creados posteriormente e implantados también en Francia. Dejaré para otra ocasión mi modesto análisis sobre el uso grotesco, falso y abusivo que se ha dado a un supuesto “Rito Primitivo” en otros lares, y que bien merecerá de un desarrollo más profundo. 
Ahora volvamos al verdadero concepto, ese Rito Primitivo, Rito Francés, Rito de los Modernos, que compiló tras los tres grados simbólicos toda una auténtica Academia y Conservatorio de Grados masónicos del Siglo de las Luces y distintos conocimientos procedentes de múltiples sistemas rituales.
Esa ambiciosa, pero necesaria Ordenación académica por un lado, y administrativa por otro, sigue viva a día de hoy, y desde su génesis se planteó con visión de futuro (basta ver sus primeros Estatutos y Reglamentos Generales de 19 de marzo de 1784).
Ya no se trata simplemente de una compilación cual “Arca de la Alianza” de los primeros e históricos 81 grados distribuidos en 9 series, sino de dar cabida a los mayores conocimientos masónicos en su seno, incorporando y reuniendo de este modo a los portadores de los grados culminantes de todos los diversos sistemas y Ritos.

Es ahí donde radica el objetivo final de la Vª Orden: reunir lo que está disperso al más alto nivel de la iniciación. Así fue y así sigue siendo en la actualidad, pese a quien le pese.

Joaquim Villalta, Vª Orden, Gr.·. 9, 33º
Miembro de Honor del Grande Oriente Lusitano
Miembro de Honor del Gran Oriente Nacional Colombiano

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