31 agosto 2023

Omega: la Constante Dual

 En determinadas ocasiones, la “contemplación” de ciertas expresiones o ecuaciones de tipo físico y matemático han ejercido en mi interior un indiscutible efecto simbólico. Éstas, por sí mismas, han supuesto para mí una base de meditación a partir de la cual he procurado encontrar una vía conducente en busca de determinados conocimientos de cariz más trascendente e, incluso, esotéricos. Este intento de hallazgo de la “verdad” latente en mi interior debo hacerla mediante la obligada utilización de dos de las “Grandes Luces”: La Escuadra y el Compás. Será pues la aplicación de la norma y del juicio justo en la apreciación adecuada de las cosas dentro del campo material haciendo uso de la Razón, lo que, en combinación del correcto entendimiento de mi facultad comprensiva espiritual, podrá en todo caso, llevarme a la Gnosis, y por lo tanto, a la Realidad.
¿Y cual es la punta de este Compás? 
Para mí, sin duda, el G.·. A.·. D.·. U.·., aun cuando vaya por delante mi indiscutible respeto hacia todas las tendencias de opinión y diferentes creencias sobre el mismo.

Apelo de antemano a vuestra paciencia por la extensión de esta introducción o prefacio, pero se hace indispensable si lo que pretendo es mostraros mi visión sobre las respuestas a las preguntas “¿de dónde vengo?” y, en especial, “¿quien soy?”. 

Mi primera “gran experiencia” de reflexión existencial y, por qué no decirlo así, Cósmica” fue el estudio de la Relatividad Especial de Albert Einstein y su final explicitación (muy simple, por cierto).

En el procedimiento constructivo de este trabajo, dónde pretendo comunicar desde el mi interior más sutil, me he propuesto no caer en la tentación de hacer grandes muestras de erudición, que incluso podrían resultar presuntuosas y del todo evitables. Me dispongo ya a entrar en materia, y desarrollar el sujeto- análisis, de la segunda expresión de tipo matemático que, empleando las herramientas del conocimiento francmasónico que hasta ahora he tenido la fortuna de tener a mi alcance, ha enriquecido mi espíritu y reforzado los argumentos de las respuestas de las dos grandes interrogantes planteadas anteriormente.

El estudio de la Proporción Áurea, y su manifestación dentro la naturaleza, supone un elemento de búsqueda que sólo puede definirse como “fascinante”. Definimos sección áurea como la división armónica de un segmento en media y extrema razón. Es decir, que el segmento menor es al segmento mayor, como éste es a la totalidad. De este modo se establece una relación de medidas con la misma proporcionalidad entre el todo dividido en mayor y menor. Esta proporción o forma de seleccionar proporcionalmente una línea se denomina proporción áurea. Por citar un ejemplo geométrico, la relación entre la diagonal del pentágono y su lado es el número d’oro: F.

Según la tradición, el símbolo representativo del conocimiento de la Escuela Pitagórica era el Pentagrama, también utilizado al final de sus escritos a modo de saludo. Haciendo referencia al personaje de Pitágoras (580-500 a.C.), apuntaremos que viajó por Egipto, Babilonia y posiblemente, la India, países dónde adquirió gran parte de su formación matemática y filosófica. Contemporáneo de Buda, Confucio y Lao Tse, estuvo muy influenciado por el misticismo religioso. Los pitagóricos aconsejaban la obediencia y el silencio, la abstinencia de consumir determinados alimentos, la sencillez en el vestir y en las pertenencias, así como el hábito del autoanálisis. Creían en la inmortalidad y en la transmigración del alma. Entre las amplías investigaciones matemáticas realizadas por los pitagóricos, encontramos los estudios de los números pares e impares, así como de los primos. Desde este punto de vista aritmético, cultivaron el concepto de número, que representó el principio crucial de toda proporción, orden y armonía del universo. El mundo, pues, estaba configurado según una estructura numérica, dónde solamente tenían cabida los números fraccionarios y enteros. Indiscutiblemente, mediante sus estudios, establecieron la base científica para las matemáticas. 
Casualmente, la grandeza sublime del Teorema de Pitágoras y la mágica belleza del Pentagrama místico fueran dos caballos de Troya para la Geometría griega, porque traían en su interior la semilla de la profunda crisis de la escuela pitagórica de donde surgieron. Las consecuencias de su Teorema atentan contra sus fundamentos doctrinales, que los había llevado a establecer un paralelismo entre el concepto numérico y la representación geométrica. En efecto, el cuadrado que es una de las figuras geométricas más simples, proporciona un terrible ente: la diagonal, que no es conmensurable con el lado. Lo mismo sucede entre la diagonal y el lado del pentágono. 
La creencia de que los números lo podían medir todo, era una ilusión. Quedaba eliminada de la Geometría la posibilidad de medir siempre con exactitud. Se había descubierto la magnitud inconmensurable, el número irracional –no expresable mediante razones–, «el alogon», que provocaría una crisis sin precedentes en la Historia de la Matemática. Esta sacudida dentro la Matemática griega puede palparse leyendo la leyenda apocalíptica atribuida a Procolo, que se relata en una parte del Libro X de Los “Elementos” de Euclides: «Se sabe que el primero en dar al dominio público la teoría de los irracionales, moriría en un naufragio, y fue así porque lo inexpresable e inimaginable debería siempre haber permanecido oculto. En consecuencia, el culpable, que fortuitamente tocó y reveló este aspecto de las cosas vivientes, fue trasladado a su lugar de origen, dónde es flagelado perpetuamente por las olas.»
                                                      F  
es mágicamente irracional.

Resulta fascinante ver cono en la naturaleza, aparece la proporción áurea en aspectos tan diversos como el crecimiento de las plantas, las piñas, en la distribución de las hojas en un tallo, las dimensiones de los insectos y pájaros, proporciones del cuerpo humano, en la formación de los caracoles o en determinadas aplicaciones de la sucesión de Fibonacci para el cálculo de la reproducción animal; por citar algunos ejemplos. F también ha estado presente en el campo del arte y de la construcción: el alzado del Partenón griego, o la Gran Pirámide de Keops, podrían ser unas de las muchas muestras desde épocas remotas.

Aunque no creo necesario desarrollar el proceso de obtención de este valor mediante una simple ecuación de segundo grado (numéricamente aproximado a 1,6180) he pensado que sí lo seria la explicación de su génesis en tanto a las posteriores valoraciones simbólicas que de este pasaré a describir. Se hace, no obstante, indispensable, desarrollar adecuadamente la expresión de F:

2F-1=Ö5
1=2F-Ö5
de donde
1=4Fq+5-4FÖ5           (Nota: q = elevado al cuadrado)
por lo tanto
1=5+4F(F-Ö5)
es decir
1=5+4(Fq-FÖ5)
El valor (Fq-FÖ5) es una constante que a la vez incorpora el número de oro. 
Me he tomado la libertad de denominarla W, la Constante “Dual”. Finalmente, la igualdad resultante queda así

1=5+4W

Es la visualización de esta expresión la que me genera una íntima revelación e interpretación simbólica. Puede considerarse elucubrativa, y en efecto lo es, pues resulta del fruto de la meditación, reflexión, trabajo intelectual y de un profundo convencimiento “intuitivo” que escapa de la posible argumentación convencional y que desearía fuera efecto de la Luz de mi Ser espiritual. Gráficamente podríamos también plasmarlo cómo

O = Pentagrama + W

Mi lectura, tanto numerológica como gráficamente, me aporta lo siguiente: El 1, o círculo (entendiendo el punto como círculo de radio infinitesimal y con potencial expansivo o contractivo), centro generador universal, se manifiesta (o mejor dicho, contiene) al hombre, representado por el Pentagrama. Como tal, y con la misma naturaleza del Todo, es un microcosmos en sí mismo donde está latente la Luz y Energía originales, y su deber es reactivar estas calidades potenciales que permanecen dormidas y en letargo. Reafirmando esta acepción, seria el portador hereditario de la quintaesencia donante de vida e inteligencia de la cual el G.·. A.·. D.·. U.·. es su origen.
A su lado, el cuatro, el cuadrado, el reino de la apariencia sensible, de la naturaleza y del mundo dimensional donde desarrollamos nuestra experiencia corporal y material. Este espacio visible, no obstante, está íntimamente influido por W (generada a su vez por F).
¿Pero, cual es el valor de W?
Como sospechaba filosóficamente, que no matemáticamente, es –1. W me demuestra la incidencia en el plano material de lo dual, lo aparente, lo ficticio, lo opuesto.

En resumen:

Yo como hombre, generado y conteniendo la naturaleza del G.·. A.·. D.·. U.·., transito en una realidad aparente que viene regulada por unos parámetros no casuales y que se rige por unas leyes de orden (por más complicadas que puedan aparecer). Mi obligación es despertar del “sueño profano” y “reencontrar” la Verdad Original, así como colaborar en que otros así también lo hagan dentro de un entorno material de máxima paz, armonía y bondad. Aquí están mis respuestas sobre “¿de dónde vengo?” y “¿quien soy?”. Queda todavía una tercera que, cuando sea el momento adecuado y esté preparado, intentaré encontrar: “¿dónde voy?”. Pero... todo a su debido tiempo.

Anexo a la Plancha sobre Omega

  
1) Obtención de F:

Sea L un segmento tal que
L= a + b
donde se dé la siguiente proporción
Fa = b
Fb = L
por tanto
Fb = a + b
Fb = (b/F) + b
generando la ecuación de segundo grado  (q = elevado al cuadrado)
(Fq)b =b + Fb
Fq - F - 1 = 0
Su solución positiva resultante es
                                                     F  =
Nota: tomar la solución negativa podría dar pié a un estudio simbólico que pienso interesante para tratar en otra ocasión.

Joaquim Villalta, Vª Orden, Gr.·. 9, 33º
M.·. I.·.
Director de la Academia Internacional de la Vª Orden - UMURM
Gran Orador del Sublime Consejo del Rito Moderno para el Ecuador
Miembro Honorario del Soberano Grande Capítulo de Cavaleiros Rosa-Cruz de Portugal - Gran Capítulo General del Rito Moderno y Francés de Portugal
Miembro Honorario de la R.·. L.·. Estrela do Norte nº 553 del Grande Oriente Lusitano
Gran Canciller para Europa del Gran Oriente Nacional Colombiano
Miembro Honorario del Gran Oriente Tradicional de Bolivia
Miembro Honorario del Soberano Supremo Consejo del Grado 33 para el Escocismo de la República del Ecuador
Miembro Honorario del Supremo Consiglio del 33º ed Ultimo Grado del R.S.A.A. per l’Italia e sue Dipendenze
Miembro del Suprême Conseil du 33e Degré pour la France du Rite Ancien et Accepté (Cerneau's Rite)
Miembro de la Confederación Internacional de Supremos Consejos del Grado 33º del R.·. E.·. A.·. A.·.
Muy Poderoso Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo del Grado 33º para España del Rito Antiguo y Aceptado

23 agosto 2023

Jorge Elías Adoum. Apuntes biográficos

Otro de los más destacados autores de referencia en la instrucción simbólica y filosófica masónica en el ámbito iberoamericano, es Jorge Elías Adoum. Importante y prolífico escritor, es de justicia dar a conocer, aunque de forma condensada, su biografía. Este autor nos deja un legado de análisis e incursión pedagógica en la masonería simbólica y de grados colaterales aportando una visión personal muy marcada, aunque también muy interesante para ser analizada y tenida en cuenta dentro de un estudio amplio. 

Publicamos esta entrada gracias al material de estudio biográfico proporcionado por el MIlH Alain Zegarra Sun del Gran Oriente del Perú quien generosamente me ha proporcionado sus fuentes documentales.

Joaquim Villalta, Vª Orden, Gr.·. 9, 33º

 JORGE ELÍAS ADOUM

Jorge Elias Adoum o Mago Jefa, escritor y médico naturista. Nació el 10 de marzo de 1897 en la propiedad agrícola de su padre, Francisco Adoum, en Karf-Shbeil, cerca de Biblos, Líbano, y pertenecía a una familia católica maronita. Todavía en el Líbano, inició sus estudios superiores (y allí inició el proceso de su Iniciación en las Escuelas de Ocultismo), y los finalizó en Lyon-Francia, graduándose en Medicina. Sufrió en el Líbano los horrores de la guerra de 1914 cuyos relatos, en parte, se encuentran en su libro "Adonai".

Vivió la mayor parte de su vida en Ecuador, donde crió a su familia.

Recorrió casi todos los países de América del Sur dando conferencias gratuitas, editando sus obras, haciendo el bien.

Vivió muchos años en Brasil y falleció en Petrópolis, Río de Janeiro, el 4 de mayo de 1958, a causa de un derrame cerebral, a la edad de 61 años, y cumpliendo su voluntad, es enterrado en la ciudad donde se le recuerda como “ Jefa, el Venerable” [Nota: Al parecer, el mismo Jorge Adoum fue advertido por Issa de que su vida debía terminar por el corazón, como se puede leer en el libro “O Batismo da Dor”].

Era una persona hermética con respecto a su vida. Su infancia debió ser difícil, como la de todos los cristianos de Europa del Este y Oriente Próximo, revestida de extrema crueldad la ocupación turca, como atestiguan hechos notorios, provocada por el fanatismo otomano en los países árabes y en Europa. Las restricciones impuestas por los turcos eran draconianas, hasta el extremo de prohibir acercarse al mar, y cualquiera que lo hiciera era fusilado por algunos de los guardias civiles que custodiaban las playas, durante la guerra ni siquiera podían salar los alimentos, como sal era escaso, particularmente entre los cristianos. Sin embargo, los turcos no pusieron obstáculo para que sus súbditos emigraran, por lo que les otorgaron pasaportes y salvoconductos para salir del imperio. Así, cuando las cosas se pusieron difíciles entre 1900 y 1918, hubo una avalancha de cristianos libaneses, sirios y palestinos hacia América, razón por la cual se les dio erróneamente el 'gentilicio' de turcos a todos los inmigrantes que se identificaban con tales documentos.

Una vez les dijo a sus hijos que durante la Primera Guerra se había unido al Emir Faisal de Siria como su secretario, luchando por la independencia de su país, y cuando le preguntaron por qué no se quedó a su lado, explicó que una inoportuna sentencia de su cambió de opinión, de vida y quizás de su país, añadiendo: “El Emir me invitó a volver cuando me instalé aquí, pero ya era demasiado tarde”.

Hacia 1916 llegó a su casa la noticia de que había muerto en el frente de batalla. Su padre y su hermano decidieron hipotecar las tierras de la familia a un usurero e irse a América. Sin embargo, no había muerto, y al terminar la guerra volvió a su casa en busca de refugio, perseguido, sin la protección del Emir Faisal y con la cabeza puesta a precio de nacionalista, encontró que la tierra ya no les pertenecía y que sus familiares se habían ido a Ecuador. Luego salió del Líbano y nadie que conociera volvió a saber de él hasta 1924, cuando llegó a Ecuador. Procedente de Francia, estudiando, porque cuando llegó al Ecuador hablaba y escribía correctamente el francés, idioma que no se enseñaba en los colegios y universidades del Líbano hasta 1918. Sabía Medicina Naturista, Hipnotismo y Sugestión, que no eran materias en las escuelas de medicina en Europa en ese momento, lo que plantea un interrogante adicional en la investigación de lo que se podría haber hecho durante este período.

Llegó a Ecuador con la salud frágil, en busca de sus familiares, pero se sorprendió de no encontrarlos, pues su padre y su hermano, uno tras otro, habían viajado a Brasil, donde vivieron hasta su muerte.

Los médicos le recomendaron radicarse en la Sierra, porque el clima de Guayaquil sería fatal para él. el medico Abel Gilbert diagnosticó tuberculosis y pronosticó tres meses de vida. Fue así como decidió viajar a Ambato, donde, superada su dolencia, que distaba mucho de ser la terrible enfermedad de aquellos tiempos, conoció a través de una amiga, Juana Auad Barciona (quien luego sería su esposa), una libanesa, sólo niño, que llegó al Ecuador con sus padres cuando tenía 5 años y acababa de enviudar. Con ella tuvo cinco hijos: Violeta, Jorge Enrique, Handel, Wagner (fallecido en 1977) y Nancy.

Ambato en 1924 era una ciudad poco apta para manifestar su talento. Incapaz de practicar la medicina que conocía, trató de sobrevivir con el comercio, pero descubrió que no tenía aptitudes para este campo. Y, de hecho, durante el resto de su vida mostró un completo desinterés por el dinero, lo que justificó su fracaso como comerciante. Cuando un amigo acudió a él por cuestiones de salud, no pudo cobrarle el tratamiento. Aún así, más tarde, cuando obtuvo la autorización para ejercer la medicina, consideró indigno recibir honorarios por curar a los enfermos, provocando la natural irritación de su mujer, que debía hacer frente a las limitaciones económicas de un hogar con cinco hijos; por eso, mientras ejercía la medicina, siempre se adhirió a la generosidad de sus pacientes sin pedir jamás un centavo.

En el aislamiento cultural que mantuvo en Ambato, se dedicó a la pintura con razonables resultados en los sentidos formal y artístico y deplorables económicos, pero en el terreno intelectual se fue ahogando. Para combatir el aburrimiento, aprendió a tocar música clásica en el violín, tradujo y publicó “As Asas Quebradas” de Khalil Gibrán, probablemente dando a conocer por primera vez en Ecuador a este reconocido poeta, y “A Eva Moderna” de Nicolás Haddad, otro notable escritor libanés.

Para el Cuerpo Médico del Ecuador en la década de 1930, cerrado a innovaciones o investigaciones de nuevas técnicas, Adoum era solo un hechicero irresponsable, a pesar de que quienes acudían en su ayuda lo hacían cuando los médicos académicos se habían rendido ante ellos.

En 1935 buscó horizontes más amplios en Quito y se mudó con su familia a la capital. Allí, con mejores elementos culturales, pudo desarrollar su capacidad, aunque siempre dentro de limitaciones extremas. Publicó una revista teosófica llamada “Eu Sou”, cuya circulación se produjo en el extranjero, con ventas muy limitadas en el país. Este año asistió el Jefe Supremo Ing. Federico Páez, de la grave enfermedad que padecía, y fue recompensado con una autorización para ejercer libremente la medicina en el Ecuador. Entre las importantes curas que realizó está la de una señora llamada María de León, que sufría de ataques de asma desde hacía muchos años, habiendo visitado a cuantos médicos conocía, sin resultado alguno. Adoum le dio un tratamiento de hipnosis y le recetó que a las cinco de la mañana caminara descalza por el pasto del parque El Ejido de Quito. María de León, después de unos meses, dejó de tener ataques de asma. En 1978 (43 años después) una revista médica rusa de la Unión Soviética publicó que los médicos rusos estaban experimentando, para el tratamiento del asma, marchas sobre la hierba, al amanecer, porque durante la noche se acumulan los rayos cósmicos, beneficios para los asmáticos. en las hojas y puede ser utilizado por los pacientes antes de que el sol y el tráfico reduzcan su potencia. Adoum nunca reveló la fuente donde aprendió este tratamiento, ni vivió lo suficiente para leer el artículo antes mencionado. Nunca ejerció la medicina en ningún otro país que no sea el Ecuador.

En 1943 Líbano logra la independencia, por lo que Adoum se convierte en el fundador y primer presidente del Centro Cultural Árabe, en Quito, cuyo órgano de publicidad fue la revista ‘Oasis’, de la que salieron 16 números en tres años.

Desde 1946 su existencia ha cambiado por completo y ha estado llena de satisfacciones personales en el campo espiritual y la admiración que le tenían sus discípulos supera toda consideración. Su generosidad hizo que las limitaciones económicas que sufrían en el Ecuador fueran superadas sin esfuerzo; ya era una figura muy conocida en el continente sudamericano, en el campo esotérico.

Vivió indistintamente entre Chile, Argentina y Brasil. Finalmente, en 1950, decidió instalarse en Río de Janeiro, desde donde visitó otros países. La venta de sus libros se ha multiplicado y sigue siendo un éxito en las librerías de América Latina. Ese mismo año, la Comisión Divulgadora de las Obras del Dr. Adoum, cuya sede aún se encuentra en Santos Dumont, estado de Minas Gerais.

1953, muere su esposa.

En 1955 viajó a Buenos Aires y alguien cometió la indiscreción de hacerle saber en qué hotel se hospedaría. Se quedó tranquilo la noche de su llegada ya la mañana siguiente la policía se presentó en su habitación pidiéndole que abandonara la ciudad lo antes posible. Esta actitud descortés le resultaba del todo incomprensible, pues aún no se había enterado que el Hall del Hotel estaba repleto de personas en sillas de ruedas, con muletas y rostros marcados, que querían visitar al Dr. Adoum por razones médicas; hecho que obligó a la administración a llamar a la policía.

En abril de 1957 se vio afectado por un trastorno circulatorio que duró 20 días, durante los cuales su salud fue muy crítica, lo que le llevó a experimentar experiencias psíquicas excepcionales, dando como resultado el libro “20 Días en el Mundo de los Muertos”.

En cuanto a sus características personales, era alto, corpulento, muy esbelto, de porte imponente y cuidado en el vestir. Su mirada, nunca inexpresiva, era penetrante e inspiraba miedo o ternura, según quien fuera el interlocutor. Hablaba muy claro, nunca en voz alta pero siempre claramente audible, en un tono firme y seguro. Tanto en español como en francés, hablaba casi sin acento, con gran propiedad. Solía ​​levantarse temprano y comenzar el día con sus ejercicios de respiración, que incluían ciertos sonidos de las cuerdas vocales, muchos de ellos con la boca cerrada, emitidos de manera tenue, muy prolongada, que variaba en tonalidad. Como dato curioso, también cabe mencionar que Adoum practicaba la adivinación a través de la ceniza del cigarrillo y los posos del café como pasatiempo, técnicas muy antiguas en Oriente para este tipo de aficiones.

La grafía con la que escribió su apodo, incluida una letra 'O' entre la 'D' y la 'U', proviene de su pasaporte expedido por las autoridades francesas, en cuyo idioma es imprescindible escribir 'Adoum', para que suene el igual que 'Adum', en español.

El seudónimo de “Mago Jefa”, que consta de las iniciales de su nombre más el nombre de bautismo de su padre según la costumbre de los árabes (Jorge Enrique Francisco Adoum), es el nombre que identificó su producción literaria posterior.

Otro aspecto, notorio al hacer una búsqueda en google con el nombre de Adoum, es la aparición de 'otro' Adoum: es el hijo del Mago Jefa cuyo nombre es Jorge Enrique Adoum. Jorge Enrique Adoum es un notable poeta ecuatoriano, nacido en Ambato en 1926. Fue secretario del no menos notable poeta chileno Pablo Neruda, quien ganó el Premio Nobel de Literatura en la década de 1970. Se dice que una vez Neruda, comentando a J. Enrique Adoum, expresó: Es la flor fina de la poesía.

Maestro de FRA y Masonería, el Dr. Jorge Adoum, Mago Jefa, nos legó una preciosa colección de obras iniciáticas, que tratan de las fuerzas interiores que tiene el hombre, sin saber que las posee. Varias de sus obras descubren significados ocultos en las sagradas escrituras de todas las religiones, particularmente la cristiana. Todos sus libros pretenden predisponer al hombre a despertar y activar sus inclinaciones superiores, brindándole prácticas para lograr la salud física, mental y espiritual.

Dos de las primeras novelas que escribió, 'Adonay' y 'El bautismo de dolor o lo que le sucedió a Adonay' son relatos aparentemente autobiográficos de su vida en el Líbano, cerca de Oriente y Francia; sin embargo, cada vez que le preguntaban si realmente podían ser considerados como hechos de su vida, aludía sistemáticamente a una respuesta objetiva, diciendo que la pregunta carecía de importancia, actitud que mantenía, según explicó a uno de sus hijos, por temor de que se hubiera cultivado una reverencia por su persona, por la admiración que tenía y tiene entre sus discípulos.

12 agosto 2023

Aldo Lavagnini. Apuntes biográficos

 Entre los autores de referencia en la instrucción simbólica y filosófica masónica en lengua española, se encuentra Aldo Lavagnini. A pesar de la gran difusión de su obra, incluyendo a España, su biografía resulta poco conocida en el continente europeo. Es por ello que se hace necesario publicar este breve apunte que nos aproxime más a este prolífico autor que ha sido inspiración para muchas generaciones de miembros de la orden, abarcando tanto contenidos de los Grados Azules como de la francmasonería de Altos grados. Se exilió en México a mediados de 1930 tras ser perseguido por el régimen fascista de Benito Musolini, luego de que el Duce disolviera la masonería italiana en 1926.
Agradezco profundamente la disposición del MIlH Alain Zegarra Sun del Gran Oriente del Perú quien fraternalmente me ha proporcionado las fuentes documentales.

Joaquim Villalta, Vª Orden, Gr.·. 9, 33º

ALDO LAVAGNINI

Aldo Luigi Stefano Giusto Lavagnini nació el 29 de febrero de 1896 en Siena (Italia), una ciudad europea de profunda tradición hermética y masónica.

Aldo Lavagnini, fue masón, ocultista y médico oftalmólogo. Es junto con Oswald Wirth y Jorge Elías Adoum, de los autores masónicos más seguidos en Argentina, Perú, y Chile. 

El primer seudónimo literario de Aldo Lavagnini no fue “Magister” sino “Considerator” y con él escribió varios libros sobre astrología que no tienen traducción al castellano: “Manualetto pratico di Astrologia secondo la scienza e la tradizione” (1920), “Corso d’astrologia” (1927),“Trattato pratico di astrologia” (1937) y “Quello dicono gli astri” (1937). Todos estos libros fueron publicados en Italia por la Associazione Eclettica Universale, dirigida por el propio Lavagnini. 

Redactó, entre otros textos, "El manual del aprendiz masón", "El manual del compañero masón" y "El manual del maestro masón", muy leídos y consultados en esta parte del hemisferio sur. 

Lavagnini falleció en México el 12 de marzo de 1963, pero su obra, 60 años después, y con la ayuda de las nuevas tecnologías, es más leída que nunca.