21 marzo 2024

Del Verbo a la Arquitectura

Parece que la denominación “Gran Arquitecto del Universo” fue codificada por primera vez, al menos en referencia escrita, en 1315 en el transcurso de la reunión de un Convento de los Compañeros Constructores en Estrasburgo. Venidos de Europa entera, estos hijos de Salomón que transmitían los antiguos misterios y el Conocimiento haciendo pasar su mensaje del Verbo a la Piedra, a la arquitectura desde el dibujo y al volumen utilizando el número de Oro. Pero en este año 1315, dichos Compañeros están descontentos: la inquisición había tiempo atrás enviado a la hoguera a los Cátaros y sus defensores. El triste Felipe “le Bel” y su cómplice Bertrand de Got, que el rey hará papa en Aviñón bajo el nombre de Clemente V, han erradicado la Orden del Temple. Jacques de Molay y la jerarquía del Temple serán ejecutados o enviados a la hoguera el 18 de Marzo de 1314. Los Compañeros están inquietos sobre su independencia adquirida en el transcurso de los siglos: la cruzada de los franceses contra los hijos de la luz de la nación romana, caballeros cátaros y trovadores (“ceux qui trouvent”, los que “trovan”, los que “hallan”) y el “affaire” de los Templarios revelan una iglesia cada vez más arrogante y secularizada, y muestra un rey de Francia sin retroceder ante nada para engrandar su reino, entonces bastante más pequeño que las posesiones de Raymond de Toulouse.

Fiel a su historia, el “califato” romano del Vaticano, durante siglos, continuará erradicando toda gnosis. Los Compañeros lo saben. Es durante el transcurso de este Convento de Estrasburgo del 15 de Agosto de 1315, que deciden desconfiar de la Iglesia y de sus representantes, los obispos, juzgados “solamente cuidadosos de proteger la unidad de la iglesia romana a costa de su libertad”. Al final del Convento, los Compañeros dejan acta que “Dios es nuestra única autoridad íntima, el director de nuestra consciencia. Es el Gran Arquitecto del Universo”. Y transforman su fraternidad del Santo Deber convirtiéndose en los “Compañeros del Deber y la Libertad”, recordando que la tradición remonta a la construcción del Templo de Salomón que representa el santuario del Maestro del Cielo y de la Tierra. Es pues contra el dogma religioso y el poder político que hace que los Compañeros decidieran trabajar a la gloria de un principio superior, autor de toda cosa y toda vida. Encontramos por otra parte este sentido, en el Regius de 1390. No obstante, debemos apuntar que no es hasta alrededor del año 1700 que el GADU está claramente formulado en los Rituales masónicos.

Joaquim Villalta, Vª Orden, Gr.·. 9, 33º
M.·. I.·.
Director de la Academia Internacional de la Vª Orden - UMURM
Gran Orador del Sublime Consejo del Rito Moderno para el Ecuador
Miembro Honorario del Soberano Grande Capítulo de Cavaleiros Rosa-Cruz de Portugal - Gran Capítulo General del Rito Moderno y Francés de Portugal
Miembro Honorario de la R.·. L.·. Estrela do Norte nº 553 del Grande Oriente Lusitano
Gran Canciller para Europa del Gran Oriente Nacional Colombiano
Miembro Honorario del Soberano Supremo Consejo del Grado 33 para el Escocismo de la República del Ecuador
Miembro Honorario del Supremo Consiglio del 33º ed Ultimo Grado del R.S.A.A. per l’Italia e sue Dipendenze
Miembro del Suprême Conseil du 33e Degré pour la France du Rite Ancien et Accepté (Cerneau's Rite)
Pasado Presidente de la Confederación Internacional de Supremos Consejos del Grado 33º del R.·. E.·. A.·. A.·.
Muy Poderoso Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo del Grado 33º para España del Rito Antiguo y Aceptado
Gran Comendador del Soberano Gran Consejo de los Príncipes del Real Secreto de España, Rito de Perfección.
Masonólogo

20 marzo 2024

Consideraciones sobre el Rito Francés y el Rito Escocés Filosófico

Los adversarios del Rito francés a finales del XVIII no constituían un cuerpo homogéneo y nada permite afirmar que sus Logias practicaban un ritual uniforme. Basta por otra parte con comprobar que algunos de los componentes de esta esfera de influencia, la Orden de Heredom de Kilwinning particularmente, eran organismos de altos-grados, sin ritual azul definido. El Rito escocés Filosófico (REF), practicado por algunos, probablemente era el que se parecía más a un Rito de formas reconocibles

De origen aviñonés, o incluso marsellés, aparecido hacia 1774, este Rito era el de la Logia parisina de “Saint Jean du Contrat Social » creada en 1770 y que trabajaba según los rituales de Aviñón desde 1776. Había negociado, en 1781, con el GODF un concordato que le concedía el derecho a crear talleres superiores de su Rito en Francia y logias azules en el extranjero. Aunque la logia entró en sueños durante la revolución, su Rito se había mantenido en algunas logias de Francia, particularmente en la “Parfaite Union de Douai » que lo practicaba desde 1784.

Los rituales del REF son conocidos. La biblioteca del Supremo Consejo para Bélgica conserva varios ejemplares, idénticos a los publicados hace años por R. Désaguliers, proviniendo de la logia de Aviñón “Saint Jean de la Vertu persécutée”.
Su lectura muestra que estos rituales no diferían apenas de los en uso en las logias franceses del momento. Las "instrucciones" de Aviñón y del Regulador difieren sólo por la presentación y el orden de las preguntas-respuestas

Indiquemos los elementos principales:
Los oficiales están dispuestos "al uso moderno": el venerable en Oriente, el 1r vigilante en el Sudoeste delante de la columna B, el 2º vigilante en el Noroeste delante de la columna J.
Las palabras sagradas son "J..." en el 1r grado, "B..." en el 2º grado y "M..." en el 3r grado. La inversión de las palabras decidida por la Gran Logia de los Modernos en 1730 (o 1739) fue respetada, como lo será en todas las logias francesas del XVIII, incluido las logias "escocesas".
Las tres grandes luces son el sol, la luna y el Maestro de la Logia.
Las palabras de paso, comunicadas durante la ceremonia, son "T..." para el 1r grado, "S..." en el 2º grado y "G..." para el 3r grado.
Los viajes del candidato en el 1r grado están marcados por las purificaciones por el agua y el fuego.
La letra G, descubierta en el 2º grado, significa " Gloria a D..., Grandeza al V.·. y Geometría a todos los Masones ". Designa el GADU.
Punto esencial, la versión de la leyenda de Hiram es la que se estilaba en Francia desde la introducción del grado de Maestro: la antigua Palabra de Maestro, J...A, no está perdida en el momento de la desaparición del arquitecto. Es solamente reemplazada por una palabra de sustitución M... B... Éste es un elemento fundamental porque el Rito de los "Antiguos" afirmaba lo contrario, que sólo tres la conocían. La muerte de Hiram impedía que fuera todavía comunicada y la elección de una palabra de sustitución respondía más bien a una actitud de prudencia

Si Rito escocés filosófico y Rito francés eran profundamente idénticos, debemos sin embargo subrayar una diferencia consecuente: la disposición de los grandes candelabros alrededor del Cuadro de Logia, descrita por los "« Reglamentos generales de la Respetable madre Logia Saint Jean d’Ecosse de la Vertu persécutée, al Oriente de Aviñón » fechados en 1774, y citados por René Désaguliers en su artículo esencial de 1983. Prosiguiendo con la disposición de los grandes candelabros alrededor del Cuadro de Logia, descrita por los "« Reglamentos generales de la Respetable madre Logia Saint Jean d’Ecosse de la Vertu persécutée, al Oriente de Aviñón » fechados en 1774, y citados por René Désaguliers en su artículo esencial de 1983.

En medio del Templo y sobre el pavimento, el será trazado con tiza, el cuadro conocido por todo Masón. Habrá tres grandes candelabros llevando cada uno una antorcha: situados, uno en la esquina del cuadro, entre Oriente y el mediodía; los dos otros a Occidente, uno entre el mediodía y Oeste, el otro entre Oeste y el Norte.


Entonces esta disposición, SE-SO-NO, que nos parece familiar ya que es la del Rito Moderno Belga, no era la de las primeras logias francesas. Los "cuadros” que ilustran las primeras divulgaciones y los grabados célebres de Lebas muestran invariablemente los candelabros en los ángulos NE-SE-SO. En la confesión de Johnn Coustos a los inquisidores portugueses, en 1743, leemos que el venerable maestro, situado al este, estaba flanqueado por dos velas mientras que la tercera brillaba al oeste cerca de los dos vigilantes, disposición confirmada por las divulgaciones francesas, a condición de leerlas bien:

En las Logias regulares, estos Candelabros altos como Candelabros de Altar, son comúnmente de forma triangular y decorados con atributos de la Masonería. Los cuatro puntos cardinales marcados sobre el Dibujo regulan la ubicación de los tres Cirios, del Gran Maestro (Venerable Maestro) y de los dos vigilantes. Ponemos una de estas luces al Oriente, otra al Mediodía, y la tercera a Occidente. El Gran Maestro se coloca en Oriente, entre la luz de Oriente y la del Mediodía.

Las logias del GODF habían conservado esta disposición como lo muestran las ilustraciones del " Regulador del Masón " (1801): la logia de aprendiz está allí alumbrada allí por tres velas llevadas por tres grandes candelabros triangulares colocados en los ángulos N.E., S.E. y S.O. Se muestra así otro ejemplo de la fidelidad del " Rito francés " a las tradiciones de la Gran Logia inglesa denominada de los Modernos ya que esta disposición era la de las " nuevas logias según las instrucciones de Désaguliers ", según un texto fundamental inglés de principios del siglo precedente. Las logias franceses seguían así la costumbre de la masonería denominada "más tarde moderna", la de la Gran Logia de 1717.
El significado de estas luces fue dado por Prichard que, en su “Masonry dissected” de 1730, escribía:

Q. Have you any Lights in your Lodge ? A. Yes, Three.
Q. What do they represent ? A. Sun, Moon and Master-Mason.
N.B. These Lights are three large Candles placed on high Candlesticks (my italics).
Q. Why so ? A. Sun to rule the Day, Moon the Night, and Master-Mason his Lodge

Los rituales franceses habían dado un paso además denominándolas "Grandes Luces "

¿Que visteis cuando fuisteis recibido masón?
Tres Grandes Luces dispuestas en escuadra, una en Oriente, la otra a Occidente y la tercera al Mediodía.
¿Que significan estas tres Grandes Luces? El sol, la luna y el Maestro de la Logia.



Si la logia inglesa estaba alumbrada por tres luces, ésta estaba sostenida por tres "pilares", Sabiduría, Fuerza y Belleza, representadas por el Venerable Maestro y ambos vigilantes. Las dos Grandes Logias " Modernos " y "Antiguos " estaban, por una vez, de acuerdo sobre este punto. Las divulgaciones de los años 1760 (The Three distinct Knocks Or the Door of the most Antient Free-Masonry ) y de 1762 (Jachin and Boaz or an authentic key to the door of Free-Masonry) aportaban el mismo diálogo:

Mas. What supports your Lodge ?
Ans. Three great Pillars.
Mas. What are their Names ?
Ans. Wisdom, Strength and Beauty.
Mas. Who doth the Pillar of Wisdom represent ?
Ans. The Master in the East.
Mas. Who doth the Pillar of Strength represent ?
Ans. The Senior Warden [in the West].
Mas. Who doth the Pillar of Beauty represent ?
Ans. The Junior Warden [in the South]

Las primeras divulgaciones francesas iban más lejos y afirmaban la asimilación de estos "pilares" a las columnas J y B del templo de Salomón (“pillar " se traduce indiferentemente por columna o pilar, mientras que en francés, columna designa un soporte de forma circular y pilar que designa un soporte de cualquier forma). Cuando describe el cuadro de Logia, el " Nuevo Catecismo de los Francmasones " (p. 41) es muy explícito:

Debajo [de la ventana de Oriente], dónde suponen el tercer Pilar, La belleza. Sobre uno de las dos Columnas reales, Fuerza y una gran J., y sobre la otra Sabiduría y una gran B., y en el centro de la Estrella aparece una gran G.
(Nótese el “suponen”: esta tercera columna es imaginaria.)

En el Cuadro de Logia de aprendiz-compañero del "Nuevo catecismo de los Francmasones" de 1749, observemos el emplazamiento citado así como el de las de las antorchas-luces señaladas por mostachones

Olvidemos la disposición variable, y a veces caprichosa, de Sabiduría, Fuerza y Belleza. Lo importante es la asimilación de los "soportes" de la logia a ambas columnas J y B del templo de Salomón y su asociación muy fuerte a ambos vigilantes. El ritual de compañero (1767) de la logia del marqués de Gages, La « Vraie et Parfaite Harmonie à l’orient de Mons », nos confirma este punto.

En resumen

-La logia francesa está sostenida por tres columnas, Sagesse-Force-Beauté, entre las que dos de ellas no son otras que las columnas, J y B, del templo de Salomón, con las cuales están asociados los Vigilantes. El tercero, imaginario, es el Maestro de la Logia;
-Está iluminada por tres luces dispuestas en escuadra a los ángulos de la logia: el sol, la luna y el Maestro de la Logia.

El desplazamiento de las luces en la logia aviñonesa, modificaba radicalmente la geografía de la logia y las asociaciones simbólicas que ocultaba..

Mientras que las columnas y las luces constituyan dos ternarios distintos en la logia francesa, son fundidos aquí en un conjunto único que reúne a los tres oficiales principales, los candelabros y los soportes de la logia, conjunto ilustrado por la disposición nueva de los candelabros de ángulo. Naturalmente, las columnas J y B perderán su función de soporte de la Logia.
La instrucción del grado de aprendiz del Rito escocés Filosófico contiene en germen el anuncio de esta fusión:

D : Qu’avez-vous vu quand on vous a donné la Lumière ?
R : Trois grandes lumières ; le Soleil, la Lune & le Vén\
D : N’avez-vous point vu d’autres Lumières ?
R : Trois grands flambeaux qui représentent le Vén\ et les Surv\

Esto permitió a R. Désaguliers escribir en 1983:

Es a mi juicio, esta disposición de los candelabros-columnas alrededor del cuadro y su asociación estrecha con el Venerable y ambos Vigilantes lo que fundó el "Rito escocés " para los tres primeros grados

Concluyamos rápidamente:

-En una logia escocesa, el Venerable Maestro y ambos Vigilantes son a la vez luces (los grandes candelabros) y columnas (S-F-B, soportes de la logia)
-Los tres grandes candelabros, por un deslizamiento semántico muy comprensible, se hacen también los tres pilares-soportes de la logia
-Las dos columnas J y B pierden su significado original para no ser más que las columnas de los Aap.·. y de los CComp.·.
-El ternario tradicional, Soleil-Lune-Vénérable Maître, es mantenido pero su asociación a los candelabros desapareció.

Joaquim Villalta, Vª Orden, Gr.·. 9, 33º
M.·. I.·.
Director de la Academia Internacional de la Vª Orden - UMURM
Gran Orador del Sublime Consejo del Rito Moderno para el Ecuador
Miembro Honorario del Soberano Grande Capítulo de Cavaleiros Rosa-Cruz de Portugal - Gran Capítulo General del Rito Moderno y Francés de Portugal
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Muy Poderoso Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo del Grado 33º para España del Rito Antiguo y Aceptado (Rite de Cerneau)
Gran Comendador del Soberano Gran Consejo de los Príncipes del Real Secreto de España, Rito de Perfección.
Masonólogo

18 marzo 2024

El Poder de la Palabra

Me resulta balsámico reflexionar sobre aspectos omnipresentes en mis constantes preguntas que pretenden humildemente comprender la existencia, estancia y acciones de nuestro ser en este mundo manifestado.

El Método masónico conduce al ser humano a armonizar de forma virtuosa su pensamiento, palabra y obra. Todo desequilibrio en estos términos nos aleja de la realización personal y del objetivo de la perfección. No en vano los signos de reconocimiento para cada grado nos evocan la importancia de estos conceptos esenciales, resultando dificultoso con frecuencia pulir aquellos aspectos más sutiles por situarse menos evidentes a nuestro intelecto debido a su ubicación primaria o instintiva.

Son muchas las tradiciones orientales que contemplan al individuo estructurado como un septenario donde coexisten diversos planos diferenciados en su nivel evolutivo. La experiencia nos advierte de la facilidad de descenso a los inferiores, cuya consecuencia inmediata, es la percepción interna del citado desequilibrio conducente sin duda a un estado de “No Paz” y resultados destructivos y de dispersión tanto internos como externos. No obstante, resulta también fácil para el hombre evolucionado percibir y controlar anticipadamente estos estadios sin gran dificultad, pues de lo contrario la lectura resultante no es otra que deducir que no nos encontramos tan elevados como habíamos presupuesto. El ascenso a estados de conciencia superiores requiere de nuestro permanente examen y rectificación, aportándonos como salario de nuestra empresa una visión más comprensiva y de mejor entendimiento sobre nuestra real naturaleza y pertenencia a un conjunto que podría denominarse “Cósmico”. En este “Todo” convivimos y coexistimos personas de distinto estado evolutivo, y lejos de contemplar vanamente los elementos diferenciales, debemos exigirnos reconocer nuestra común íntima Naturaleza aplicando la práctica de las virtudes cardinales desde la máxima humildad, concepto este último confundido por desgracia con el de humillación. En mi experiencia vital, las personas más evolucionadas que he conocido son las que siempre se han mostrado más humildes y tolerantes, generando con su amor, una poderosa influencia capaz de transmutar positivamente todo aquello que les rodea y, a pesar de desarrollar su intelecto, no se han esclavizado al mismo, abriendo sus puertas a un desarrollo que puede escapar a la percepción puramente intelectiva convirtiéndose paradójicamente ésta en una cárcel si es tomada como verdad absoluta y última. Es en estas personas donde se lleva a cabo la perfecta sintonía a la que hacía referencia entre pensamiento, palabra y obra, siendo teoría conceptual y práctica de vida una misma cosa sin contradicción: esto es el Arte Real sin ninguna duda.

A pesar de la magnitud de la empresa, resulta agradable saber que dichos plano y potencialidades se encuentran ya en nuestro interior. Nuestra responsabilidad, por tanto, reside en despertarlos, haciéndolos emerger cual bella escultura del seno de un tosco bloque pétreo, como muy bien queda reflejado en nuestro simbolismo masónico.

Centrándome en el concepto de Palabra tan ampliamente abordada desde distintas vertientes simbólicas o filosóficas en nuestra Orden, la pretensión última de esta Plancha radica en compartir con vosotros a modo de reflexión, mi modesta visión general sobre su valor y trascendental importancia.

La palabra simboliza la afirmación creadora de la realidad haciéndola existir desde su estado potencial. Por tanto debe evocar consecuentemente a la idea o espíritu original reavivando en el masón una determinada forma mental. Con la Palabra, participamos consciente o inconscientemente del poder creador del Verbo, entendiendo este término como sinónimo de Logos o principio racional del Universo. Miembros y parte del Cosmos, aunque de infinitesimal magnitud, nuestra importancia es vital en la Obra conjunta. No hay pieza de un sofisticado mecanismo de precisión que deba despreciarse por su tamaño, pues todas ejercen su necesaria función e interactúan entre sí, generando tensiones y desequilibrios en nuestro mundo Objetivo cuando el funcionamiento de alguna de ellas es deficiente.

Es desde este ángulo de visión donde el francmasón valora la capital importancia acerca de su responsabilidad para tender hacia la perfección individual y de su encaje en el conjunto. Consciente de la complejidad que entraña su misma individualidad como microcosmos en su propio interior, debemos afanarnos primero en hacer coherentes nuestras fuerzas internas. Es por ello que conocedores de nuestro objetivo, poseedores de unas potencialidades desconocidas por nosotros mismos en muchos casos, y practicantes de un método de crecimiento y mejora, asumimos gustosos y libremente la búsqueda del equilibrio y la armonía con nosotros mismos y con nuestro entorno. Nuestra “conexión” con nuestros semejantes se efectúa por medio de la Palabra en su más amplio significado semántico. Me pregunto: ¿somos conscientes de su real valor, significado y poder?

Pensamiento, palabra y obra, conforman un ternario de un mismo Todo y naturaleza. Todo matiz negativo o uso inapropiado de alguno de éstos generará sin duda un desequilibrio en el conjunto de consecuencias seguras tarde o temprano.

La Palabra y su Uso debe ser para el Masón la representación en sí misma de su ser y naturaleza interna: esa manifestación fónica del citado Ternario que muestra inequívocamente su real estado evolutivo y su efectiva aportación a la Gran Obra Universal. Su adecuado uso le permitirá ya no sólo interactuar acertadamente con sus congéneres, sino ascender también a cotas mayores de perfección como medio conector con otros estados de consciencia.

No banalicemos su poder: la Palabra Crea o Destruye en función de antagónicas canalizaciones de una misma energía. Hagamos un buen uso de ella, congruente con pensamiento y acción, para que el resultado sea siempre lo más elevado posible.  

Y utilicemos siempre el amor para autoevaluarnos constantemente en los tres vértices del triángulo.

He dicho.

Joaquim Villalta, Vª Orden, Gr.·. 9, 33º
M.·. I.·.
Director de la Academia Internacional de la Vª Orden - UMURM
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Masonólogo


14 marzo 2024

El origen de las Palabras Sagradas a modo de Palabras de Paso o contraseñas: de mis conversaciones con Patrick Négrier

Como siempre, resulta un enorme honor intercambiar pareceres y recibir respuestas y matices a inquietudes o preguntas que el Hermano y amigo Patrick Négrier, filósofo y masonólgo de referencia, con su infinita benevolencia, generosidad e inconmensurable saber me aporta con sus luces. Mil gracias de todo corazón.

Estimado Joaquim,

Como de costumbre, la respuesta a tu pregunta se puede encontrar consultando los textos fundacionales de la masonería moderna. Releamos juntos estos textos.

1. Según el Edimburgo de 1696, las palabras Booz y Jachin del rito de la "Palabra de Mason" se utilizaron como "palabras de paso secretas" para entrar en la logia y, al mismo tiempo, evitar que los no masones entraran también.

2. Sin embargo, hasta 1560, fecha de la Reforma escocesa (es decir, del paso de Escocia al calvinismo introducido por John Knox), los masones escoceses practicaban el rito inglés y anglicano de los "Old Charges" (documentado por el historiador escocés David Stevenson), que no tenía contraseñas secretas porque la membresía de la logia de estos masones no era un secreto, sino un asunto público y mundano.

3. Si los masones escoceses que practicaban la "Palabra de Mason" tenían palabras de paso secretas para entrar en la logia, era obviamente para evitar que otros masones escoceses que no practicaban este rito escocés y calvinista de la "Palabra de Mason" entraran, pero practicaban otro rito: el inglés y anglicano, de los “Old Charges".

4. Si los masones escoceses que practicaban la "Palabra de Masón" calvinista lo convirtieron en un rito secreto con contraseñas para prohibir la entrada de sus logias a otros masones escoceses que practicaban el rito inglés y anglicano de los "Old Charges", fue obvia y necesariamente durante la creación de la "Palabra de Mason" que implicó la creación de logias disidentes de otras logias escocesas que no fueron reformadas, es decir que no habían adoptado el calvinismo.

5. ¿Cuándo se creó la "Palabra de Mason" y, por lo tanto, se le proporcionó palabras de paso secretas para negar la entrada a la logia a otros masones escoceses que practicaban otro rito, a saber, los "Old Charges" ingleses y anglicanos? Uno de los primeros testimonios históricos de la existencia de la "Palabra de Mason" es el Informe de John Earl de Rothes (1637). Sin embargo, un análisis agudo de la Threnody de 1638 por Henry Adamson, quien murió en 1637, sugiere que la "Palabra de Mason" ya existía en 1630-36. Y hay que recordar que fue siguiendo los Segundos Estatutos Schaw de diciembre de 1599 que la Logia Escocesa y Calvinista de Kilwinning creó esta “Palabra de Mason”, una creación que necesariamente tuvo lugar entre 1600 y 1630, pero este período no está documentado.

6. Cuando a finales de 1714 el pastor escocés y calvinista James Anderson introdujo la "Palabra de Mason", que tenía de su padre (miembro de  la Logia de Aberdeen), a los caballeros que federarían cuatro logias operativas de Londres en obediencia pasando sus miembros del rito de los "Old Charges" al el rito de la "Palabra de Mason", este rito "Palabra de Mason" ahora practicado en Londres obviamente mantuvo su contenido con sus palabras de pasos secretas. 

Feliz jornada, Joaquim.

Patrick Negrier

08 marzo 2024

Qué es y qué no es Masonería (III: lo que no es)

Los “Deberes de un francmasón” de 1723

Ciertos historiadores interpretan el parágrafo 1 de los "Deberes de un francmasón" de las Constituciones de 1723 como un texto en el que se prohíbe el acceso a las logias a los libertinos, es decir, a los deístas. Sin embargo, es una interpretación completamente falsa. Dicho error no afecta tan solo a determinados autores masónicos, sino también a algunas Obediencias donde podemos leer con consternación en sus páginas web exposiciones como la siguiente: “En 1723 aparecen las Constituciones de Anderson reconocidas aún hoy en día como la carta fundadora de la francmasonería universal. El artículo primero imponía para siempre la exigencia esencial de la masonería de tradición, a saber, la creencia en Dios.” Quedamos atónitos y sorprendidos ante tal mentira. La falsedad de dicha interpretación es obvia ya que este texto admitía textualmente la eventualidad de que un masón no comprendiera correctamente el arte (es decir, el simbolismo bíblico del rito de la Palabra de Masón), y fuera, consecuentemente, un ateo teórico o un deísta siempre que fuera “un hombre bueno y verdadero, o un hombre de honor y de honestidad”, es decir, siempre que practicara la religión natural evocada por Pablo de Tarso en Romanos 2:14-15, religión natural práctica que no es una doctrina, sino que consiste en conformar su comportamiento a la ley moral natural y universal. Dos historiadores más rigurosos han escapado al contrasentido y han comprendido correctamente el texto de 1723, porque fueron capaces de interpretar un texto conformemente a las reglas de la sintaxis: ellos son Alain Bernheim y el profesor escocés David Stevenson. Observemos que, en sus Constituciones de 1738, J. Anderson proseguirá en la estela de las Constituciones de 1723, ya que tan solo obligará al masón a practicar los tres artículos morales de Noé asegurándole lo que él llamó textualmente la “libertad de consciencia” (liberty of conscience). Recordemos que los tres artículos morales de Noé se encuentran descritos en Génesis 6:2-3 y 9:3-6, donde se prohíben tres cosas: a los hombres virtuosos desposarse con mujeres egóticas, de consumir carne animal con su sangre, y de matar. Finalmente, no olvidemos que si las Constituciones de 1723 y de 1738 no imponen al masón ninguna doctrina religiosa y le dejan libre totalmente de ser un ateo teórico o un deísta, sin embargo estas mismas Constituciones y el propio rito del Mot de Maçon mencionan el “Gran Arquitecto del Universo” (cf. el Dumfries nº 4 de 1710 y La Masoneria Diseccionada de Samuel Prichard, 1730).

Los Antiguos de Dermott y la Gran Logia Unida de Inglaterra

No se puede evocar las Constituciones de 1723 y de 1738 compararlas por una parte con Ahiman Rezon de Laurence Dermott (1756) y por otra parte la posición de la Gran Logia Unida de Inglaterra nacida en 1813. En su texto de 1756, L. Dermott afirma que un “masón está obligado por su compromiso a creer firmemente también en el verdadero culto del Dios eterno que en todos estos archivos sagrados que los dignatarios y Padres de la Iglesia han compilado y publicado para el uso de todos los hombres buenos”. Emerge de este texto que L. Dermott obligaba al masón a creer en el culto del verdadero Dios y en la Biblia, posición que era totalmente contraria tanto a las Constituciones de 1723 como a las de 1738. En cuanto a los Basic Principles de la Gran Logia Unida de Inglaterra, estipulan en 1929 “que la creencia en el Gran Arquitecto del Universo y en su voluntad revelada será una cualificación esencial para convertirse en miembro”.

Dicho de otro modo, la Gran Logia Unida de Inglaterra, obligando al postulante de este modo, y también al masón a creer en el Gran Arquitecto del Universo y en la Biblia, adoptó una posición idéntica a la de L. Dermott y a la de los Antients, oponiéndose por ello radicalmente a las Constituciones de 1723 y de 1738. Precisemos respecto al empleo de las palabras “creer” (believe) y “creencia” (belief) utilizadas por Dermott y por la Gran Logia Unida de Inglaterra: la creencia que consiste en “creer que” es una actitud exotérica totalmente ajena a la Biblia, que no codificaba unas creencias sino el “ver” de los profetas (“ver” por el espíritu de sutileza o por la intuición intelectual no es creer), es de este modo que adoptando como posición la creencia, L. Dermott y la Gran Logia Unida de Inglaterra se ubicaron sobre el terreno del exoterismo, excluyéndose así del campo del esoterismo que era el de las Escrituras.

Hoy la cuestión radica en saber en qué posición se sitúa cada obediencia: si desean apoyarse sobre las Constituciones de 1723 y de 1738 que proclamaban la libertad de consciencia o, por el contrario, prefieren apoyarse sobre el Ahiman Rezon y sobre los Basic Principles de la Gran Logia Unida de Inglaterra, que obligan en creer en el Gran Arquitecto del Universo y en la Biblia.

Joaquim Villalta, Vª Orden, Gr.·. 9, 33º
M.·. I.·.
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Miembro Honorario del Supremo Consiglio del 33º ed Ultimo Grado del R.S.A.A. per l’Italia e sue Dipendenze
Miembro del Suprême Conseil du 33e Degré pour la France du Rite Ancien et Accepté (Cerneau's Rite)
Pasado Presidente de la Confederación Internacional de Supremos Consejos del Grado 33º del R.·. E.·. A.·. A.·.
Muy Poderoso Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo del Grado 33º para España del Rito Antiguo y Aceptado (Rite de Cerneau)
Gran Comendador del Soberano Gran Consejo de los Príncipes del Real Secreto de España, Rito de Perfección.
Masonólogo

Qué es y qué no es Masonería (II: lo que no es)

El origen de la leyenda de Hiram
Esta leyenda aparece en 1730 en el Rito del “Mot de Maçon” divulgado por Samuel Prichard en su Masonería Diseccionada. Régis Blanchet (1951-2005) pensaba que que la leyenda de Hiram tenía unos orígenes paganos (Los Orígenes paganos del grado de maestro en masonería, Rouvray, Prieuré, 1994). Se equivocaba. La leyenda de Hiram aparece en el rito del Mason Word que, conformemente a su naturaleza de arte de memoria originalmente calvinista, se componía de alegorías exclusivamente extraídas de la Biblia. Este es el caso de la figura de Hiram, asesinado por tres malos compañeros: alegoría de la Pasión, de la muerte y de la resurrección de Jesus de Nazareth, Asesinado por el sumo sacerdote judío Caifás, por el rey Herodes de Galilea y por el gobernador romano de Judea, Poncio Pilato. La leyenda de Hiram era por tanto de origen cristiano y no tenía, consecuentemente, ningún origen pagano, como lo ha confirmado con razón Philippe Langlet en su ora titulada Las Fuentes cristianas de la leyenda de Hiram (París, Dervy, 2009).

Caballería
En sus dos Discursos de 1736-1737, el caballero Ramsay pretendió poder atribuir un origen caballeresco a la masonería. Fundaba su afirmación sobre la Lettre de la grande maîtresse des franc-maçonnes à M. Harding imprimeur de 1724, donde Jonathan Swift evocaba a los caballeros de la logia de San Juan de Jerusalén. Pero Ramsay no comprendía que en este texto datado el 1 de abril era por lo tanto una inocentada (poisson d’avril). Swift lo extrapoló basándose sobre el Contrato de Perth de 1658 que presentaba la logia de Perth como siendo la logia hija de la logia de Kilwinning, la cual se presentaba a sí misma como salida del “templo de los templos” (es decir, del templo de Jerusalén) porque había concebido y elaborado el rito del Mot de Maçon que refería al simbolismo del templo de Jerusalén. Por otro lado, la logia de Kilwinning como el mismo Swift, no olvidaron que el resto de logias de Escocia tenían por costumbre recibir a los nuevos aprendices entrados el día de San Juan Evangelista (27 de diciembre). Así pues, la francmasonería no tiene ningún origen caballeresco.

Alquimia
Aunque en el Siglo XVII el masón E. Ashmole estuvo interesado en la alquimia, esta es ajena al rito de los Antiguos Deberes y al rito del Mason Word. Es solamente en los ritos masónicos tardíos donde aparece la alquimia. En 1766 el barón de Tschoudy publica su Estrella flamígera, tratado de masonería donde introduce la alquimia. Además, en el Siglo XIX, no entendiendo que el azufre y la sal de la cámara de reflexión hacía originalmente referencia a Gén. 19, 24-26, ciertos masones por ignorancia y poco escrupulosos añadieron a la sal y al azufre iniciales el mercurio, así como el acróstico alquímico VITRIOL. Esto conducirá a Oswald Wirth a cometer el error de publicar en 1909-1910 Symbolisme hermétique dans ses rapports avec l’alchimie et la franc-maçonnerie, no teniendo el principio y origen de la francmasonería ninguna relación directa con la alquimia.


Joaquim Villalta, Vª Orden, Gr.·. 9, 33º
M.·. I.·.
Director de la Academia Internacional de la Vª Orden - UMURM
Gran Orador del Sublime Consejo del Rito Moderno para el Ecuador
Miembro Honorario del Soberano Grande Capítulo de Cavaleiros Rosa-Cruz de Portugal - Gran Capítulo General del Rito Moderno y Francés de Portugal
Miembro Honorario de la R.·. L.·. Estrela do Norte nº 553 del Grande Oriente Lusitano
Gran Canciller para Europa del Gran Oriente Nacional Colombiano
Miembro Honorario del Soberano Supremo Consejo del Grado 33 para el Escocismo de la República del Ecuador
Miembro Honorario del Supremo Consiglio del 33º ed Ultimo Grado del R.S.A.A. per l’Italia e sue Dipendenze
Miembro del Suprême Conseil du 33e Degré pour la France du Rite Ancien et Accepté (Cerneau's Rite)
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Muy Poderoso Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo del Grado 33º para España del Rito Antiguo y Aceptado (Rite de Cerneau)
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Masonólogo

Qué es y qué no es Masonería (I: lo que no es)

Hace ya bastantes años que venimos humildemente publicando ensayos y trabajos tendentes a una búsqueda en nuestra mejora formativa en los distintos campos que abarca la masonería como Institución social, iniciática y formativa del desarrollo del ser humano, así como su impacto e influencia en diferentes aspectos relacionales y filosóficos. Sus ramificaciones tanto de carácter simbólico, histórico y sociológico, entre otros, han llegado a convertir en algunas ocasiones a nuestra orden en una especie de cajón de sastre donde se ha dado cabida a contenidos y acciones canallas tanto en lo personal como en lo ritual, desviando al buscador y al ya miembro de la verdadera esencia masónica. Lo triste del caso es que esta situación se ha visto dada por una ignorancia interesada o condicionada a aspectos exógenos de distintas naturalezas, generando perversiones cuasi cómicas en lo que deberían ser los fundamentos reales de nuestra fraternal institución.

Sin rendirnos, guste más o guste menos a unos u a otros, proseguiremos con aquello que verdaderamente nos motiva: nuestro propio crecimiento y evolución, aprendiendo de nuestros propios errores y corrigiendo aquello que viciado se nos hubiera colado en nuestro aprendizaje eterno. Este Blog lo creé para mi búsqueda constante en pretender esclarecerme y, si además puede ser de utilidad a terceros, su finalidad se ve recompensada exponencialmente. Pero jamás olvidaré que sin la ayuda de Hermanos y Hermanas que han compartido conmigo su saber y experiencia de manera desinteresada como muestra del amor dado, y recibido a su vez ese mismo salario fraterno de mi parte con suma gratitud, probablemente sería una especie de bufón que creería ser el “Nec plus ultra” de una verdadera nulidad en lo real. Esa dichosa pura apariencia que contagia a diestra y siniestra y que hace creer al asno ser un Einstein masónico cuando esconde en realidad lo fatuo y la ostentación vacía.

Durante esta Maratón sin final, vemos de todo, y también afortunadamente ejemplares estudiosos, masonólogos, filósofos, anónimos masones laboriosos modelos a seguir, mentes preclaras, espíritus nobles. De ellos aprendo y trato de emular lo mejor que puedo sus pasos. Por eso hoy creo que pueda resultar oportuno (para mí lo es sin duda) reubicarnos y reordenar ideas y conceptos fundamentales. He utilizado a tal efecto el genial trabajo de uno de mis referentes masónicos fundamentales (en concreto de su libro L´Essence de la Franc-maçonnerie à travers ses textes fondateurs 1356 – 1751), el prestigioso filósofo e historiador Patrick Négrier, por quien siento un sincero agradecimiento de compartir su fraternal amistad y desinteresada disposición para aclarar mis dudas e inquietudes, siempre mediante su inmenso, paciente y filantrópico saber.

“Lo que no es”

La francmasonería es una sociedad que tiene una historia, y que vehicula y transmite uno o unos ritos, así como unas Constituciones. Pero unos y otros han recibido interpretaciones distorsionadas. Examinemos de cerca estas interpretaciones erróneas.

Compagnonnage
La francmasonería nació en Inglaterra, en Londres, con el “Reglamento para los masones de Londres” de 1356 así como con la tradición ritual inglesa de los Antiguos Deberes que debutó, aparentemente, en York en 1370. Sin embargo, no detectamos en estos textos ningún origen “compañónico” ya sea francés o alemán.

Rosacruz
Ciertamente, hacia 1628-1630, el poeta H. Adamson, autor de “La tercera musa” (incluída en El lamento de las musas) estaba diciendo a los “hermanos de la Rosacruz” que poseían el rito del Mason Word (Palabra del Masón). Pero parece que para comprender este verso es preciso resituarlo en el contexto de este poema que se supone que debe informar de los hechos culturales característicos de la ciudad de Perth que era, entonces, de confesión calvinista presbiteriana desde 1559. Sabemos por el Contrato de Perth de 1658 que la logia de Perth tenía por logia madre la logia calvinista presbiteriana de Kilwinning, que practicaba el rito del Mot de maçon, lo que permite deducir que la logia de Perth practicaba también el rito del Mason Word. El hecho de que el poema de H. Adamson situara a unos practicantes del Mason Word en la ciudad de Perth no tiene nada de sorprendente. Y si H. Adamson atribuyó la posesión de la Palabra del masón a los hermanos de la Rosacruz, haciendo así masones de la logia de Perth a los Rosacruces, es simplemente porque el movimiento Rosacruz era de origen luterano y que, en su calidad de calvinistas presbiterianos, los masones de Perth practicantes del Mason Word eran también cristianos reformados. La francmasonería no tiene por tanto relación directa con los Rosacruces, que parecen haber existido solo literariamente, sobre el papel.

Los Stuarts
Ciertos historiadores, como André Kervella, piensan que la francmasonería denominada de los “Modernos”, como la llamaba Dermott, es de origen “estuardista” (tesis de Kervella que merecería ser comparada con la tesis análoga de Robert Ambelain) y habría nacido en Gran Bretaña durante las guerras civiles de 1642-1651. Sin embargo, esta tesis es errónea porque no tiene suficientemente en cuenta los dos factores siguientes:

1)    En primer lugar, la masonería denominada de los “Modernos” se caracteriza por el hecho de que practicaba el rito del Mot de Maçon. Sin embargo, el hecho de que en el siglo XVIII algunos estuardistas fueran francmasones no significa que estos hubieran sido recibidos en el rito del Mason Word, que era practicado por la masonería de los “Modernos”. Para afirmar que los masones estuardistasd del Siglo XVII practicaban la masonería denominada más tarde de los “Modernos", habría que probar que practicaban el Mot de Maçon, sobre la que la historiografía muestra que consistía en la comunicación de las dos palabras de pase Bo’az y Yakin acompañado del apretón de manos y de un juramento de secreto sobre el contenido de este rito. Sin embargo, en el estado actual de nuestros conocimientos, ningún documento atesta que los masones estuardistas del Siglo XVII practicaran este rito del Mason Word, contrariamente a lo que afirma Louis Trébuchet. Es por ejemplo, el caso de R. Moray y de E. Ashmole que, en el siglo XVII fueron recibidos en el rito de los Antiguos Deberes y no en el rito de la palabra del Masón.

2)    Y en segundo lugar, los cinco primeros testimonios históricos relativos a la Palabra del masón situaban este rito no en un contexto político estuardista, sino en un contexto religioso y, más precisamente, calvinista presbiteriano: se trata por orden cronológico de “La tercera musa” (redactada en 1628-1630) de El lamento de las musas de H. Adamson (publicado en 1638); del Informe sobre los hechos relativos a los asuntos de la Iglesia de Escocia de agosto de 1637 a julio de 1638 de John Leslie, conde de Rothes (1637), del Journal de John Lamont (1649); de los Hechos diversos del presbítero de Kelso (1652); y del Contrato de Perth (1658). La francmasonería denominada “moderna” nació de un proyecto religioso y no de un proyecto político, incluso si fuera estuardista. Patrick Négrier ha demostrado también en sus escritos, que es la logia calvinista presbiteriana de Kilwinning que, rehusando continuar con la práctica del rito anglicano de los Antiguos deberes fue entonces invitada por los Statuts Schaw de 1599 a concebir y elaborar un “arte de memoria” conforme a su confesión, y que este arte de memoria conforme al calvinismo presbiteriano resultó ser el rito del Mot de maçon, que estaba conforme al calvinismo sobre dos puntos: de entrada, conformemente al principio reformado del sola Scriptura, se componía únicamente de materiales extraídos de la Biblia, en este caso I Reyes 7, 21 y Gálatas 2, 9; y, seguidamente, conformemente a la iconoclastia calvinista, estaba compuesto en su origen únicamente de imágenes verbales y no plásticas. La investigación histórica del Rito del Mason Word permite actualmente datarlo un poco antes de 1628, es decir, antes de las guerras civiles de 1642-1651.

Emerge de estos diferentes elementos que la masonería denominada de los “Moderns” no era de origen estuardista. Pero esta afirmación no tiene nada de nuevo: era ya conocida en 1751, cuando Thomas Wolson indicó en su Maçon démasqué que “algunas personas han sospechado que la masonería tendía […] al restablecimiento de la casa de Stuart sobre el trono de Inglaterra; sospecha vana y que no está asentado sobre ningún fundamento razonable”.

Joaquim Villalta, Vª Orden, Gr.·. 9, 33º
M.·. I.·.
Director de la Academia Internacional de la Vª Orden - UMURM
Gran Orador del Sublime Consejo del Rito Moderno para el Ecuador
Miembro Honorario del Soberano Grande Capítulo de Cavaleiros Rosa-Cruz de Portugal - Gran Capítulo General del Rito Moderno y Francés de Portugal
Miembro Honorario de la R.·. L.·. Estrela do Norte nº 553 del Grande Oriente Lusitano
Gran Canciller para Europa del Gran Oriente Nacional Colombiano
Miembro Honorario del Soberano Supremo Consejo del Grado 33 para el Escocismo de la República del Ecuador
Miembro Honorario del Supremo Consiglio del 33º ed Ultimo Grado del R.S.A.A. per l’Italia e sue Dipendenze
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Pasado Presidente de la Confederación Internacional de Supremos Consejos del Grado 33º del R.·. E.·. A.·. A.·.
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Masonólogo

04 marzo 2024

Síntesis del Grado de Aprendiz Masón

A L.·. G.·. D.·. G.·. A.·. D.·. U.·. 

L.·. I.·. F.·. 

R.·. L.·. “Lux Veritatis n.º 3 al Or.·. de Terrassa

QHNOS/NAS, todos en sus grados y oficios

 SÍNTESIS DEL GRADO DE APRENDIZ MASÓN

Etimológicamente la palabra “aprendiz”, proviene del latín “apprehendere”, que significa “persona que empieza a instruirse”, Sus componentes léxicos son: el prefijo “ad” (hacia); “prae” (antes); “hendere” (atrapar) más el sufijo “-iz” (agente femenino). Así pues, el verbo, aprender, puede entenderse como “dar capacidad de pensar y elaborar críticas frente a la realidad”; esto es, no ser conformistas sino desarrollar la capacidad de crítica y reflexión. De ahí que al Neófito o profano se le llame “aprendiz”.

Desde sus comienzos, la francmasonería se ha constituido como una institución eminentemente formadora de hombres y mujeres virtuosos por excelencia; como la más noble y genuina institución dedicada a la tarea de plasmar un ideal de ser humano, habido de conocimientos, culto, solidario y fraternal; un ser amante de la “verdad” y “libre” de prejuicios. Centrando su interés en el individuo en cuanto que converge en la sociedad, pues sólo a través del individuo correctamente formado se puede mejorar a la humanidad. De ahí que su misión o finalidad última sea hacer desaparecer todas nuestras imperfecciones, todo lo negativo y fomentar y aumentar nuestra capacidad de amar, de empatizar con el prójimo, de justicia, igualdad y hermandad, para hacer del Neófito, un ser digno y útil en la sociedad.

Sobre la base de esta premisa, la meta de todo “aprendiz” es pulir su “piedra bruta” y convertirse en un ser humano nuevo, un ser humano que convive con la naturaleza y converge en ella, para de esta manera, crear el equilibrio perfecto de nuestro Universo.

Durante su iniciación, el/la “aprendiz”, se encamina hacia un nuevo nacimiento, una nueva vida. El/la Masón/a no sólo ha de “vivir”, sino que, además ha de saber “convivir”; lo que supone un auténtico proceso de socialización que equivale a convertir el “yo” en “nosotros”, evitando de esta manera el individualismo a la hora de socializar con el mundo exterior. Para conseguir este fin, la francmasonería, inculca al/la iniciado/a un perfecto repertorio de principios intangibles, los cuales, se traducen en conocimientos teóricos, cuya aceptación es fundamental para el ingreso y permanencia en la Orden. Principios que la definen e individualizan, de manera que sin ellos desaparecería la institución como tal, pues son expresión de la correcta y buena doctrina que todo/a Masón/a debe cumplir y respetar. Principios como: el de “libertad e igualdad” que implican que todos los seres humanos tenemos los mismos derechos y deberes, que todos somos iguales; por lo que cualquier forma de esclavitud o servidumbre pugna con este ideal masónico. Así como, el principio de “Fraternidad”, que se traduce en el respeto mutuo, la solidaridad y empatía mutua, indispensable para que lo principios de igualdad y libertad no se conviertan en una utopía. Libre para decidir sobre nuestra propia vida sin más restricciones e imposiciones que las impuestas por la Leyes ante las cuales todos los seres humanos debemos ser considerados iguales, sin discriminaciones por razón de raza, creencias, ideologías, sexo ni estatus, y conseguir así que reine la “hermandad” entre todos los miembros de nuestra sociedad. 

Herramientas del aprendiz masón

Para llevar a cabo esta tarea de pulimiento de la “piedra bruta”, el/la “aprendiz” cuenta con una serie de herramientas e instrumentos, como: el mazo, el cincel y la escuadra.

Mazo y cincel utilizados para golpear, romper y arrancar nuestras imperfecciones, a la vez que moldeamos y pulimos. Lo que implica un trabajo constante y de gran fuerza, cuyo fin último es obtener la “Piedra Pulida”.

El mazo me ha ayudado a encontrar la fuerza interior necesaria para descubrir mis defectos e imperfecciones y la entereza para proceder a romperlos y arrancarlos. Me ha ayudado a descubrir mi valía, fuerza y determinación. A  perseverar y no decaer, ni dejarme llevar por el desánimo. Por su parte, el cincel me ha servido para dar formar y moldear mi “yo” interior, ayundándome a pulir y suavizar los bordes o aristas cortantes, resultantes de golpear y arrancar mis imperfecciones.

Asimismo, la escuadra nos ayuda a controlar y regular la forma de la piedra bruta al pulirla, y de esta manera, ajustarla en verticalidad y horizontalidad, para conseguir igualarnos o equipararnos al resto de los hermanos, como símbolo de precisión. En este sentido, la escuadra me ayuda a no perder el rumbo, a mantener el equilibrio que me permita seguir mi camino, siempre avanzando en línea recta, sin perder mi centro, mi vértice, impidiendo que me incline hacia un lado u otro, que zinzaguee.

Además de éstas, el/la “aprendiz” cuenta con otros instrumentos en su camino hacia la perfección,  tales como:

El nivel que representa la igualdad entre todos los hermanos. Este instrumento me recuerda que todos los seres humanos somos iguales, que tenemos los mismos derechos y obligaciones. A tratar a todos por igual sin interferencias ni distinciones, como “ser humano puro” que vive y respira, con independencia de cuál sea su raza, sexo, estatus social, su ideología y creencias.

La plomada símbolo de la atracción, actuado como fuerza de gravedad que nos permite encontrar nuestro punto central y la rectitud que debe regir en todos los actos y juicios de un/a buen/a masón/a (emblema de la justicia, la igualdad y la rectitud), que nos sirve para alinear, verticalmente nuestro centro y definir el eje sobre el cual se edifica nuestro templo. Este instrumento me ayuda a mantenerme en constante equilibrio, a avanzar en línea recta y hacer que mis actos y juicios se distingan por ser íntegros y ecuánimes.

El compás símbolo del espíritu y de su poder sobre la materia. Con sus puntas abiertas o desplegadas simboliza el trabajo material e intelectual del ser humano. Además, el compás representa la solidaridad masónica que, a su vez, significa la fraternidad entre todos los seres humanos. Representa a la ética masónica, e indica los límites que el individuo no debería traspasar. Con el compás marco mis fronteras, aquéllas que como buena masona no debo traspasar nunca, lo que me supone de una gran fuerza de voluntad, y constancia, pues, son muchas las flaquezas y tentaciones que giran a mi alrededor y tratan de hacerme caer.

Por último, tenemos, la escuadra símbolo de rectitud masónico, que el/la “aprendiz” utiliza como “signo”, en cada uno de los pasos de su marcha, en el camino de la perfección avanzando con lentitud desde Occidente (donde están las tinieblas) hacia Oriente (de donde parte la “luz” y la “sabiduría”); es un recordatorio del deber que tiene el/la “masón/a” de que sus actos se ajusten a la rectitud. Así, la escuadra simboliza “la tierra” y el compás “el espíritu”. Ambas herramientas, me ayudan a no perder mi horizonte, a alcanzar la rectitud y perfección en mis actos y juicios; a actuar con rigor y prudencia, acorde a las enseñas y conocimientos que he ido adquiriendo, para que a través de ellos puedan reconocerme como una buena y justa masona.

El aprendiz y la “piedra bruta”.

Como tal, la piedra bruta es un trozo de roca sin labrar en su estado más “basto y natural”, que simboliza al ser humano primitivo e imperfecto, al individuo recién iniciado en la Masonería. De ahí que el trabajo del aprendiz consista en desbastar esa piedra bruta, es decir, tratar de dominar sus pasiones y perfeccionar su espíritu. Es por ello que la piedra bruta es el símbolo del aprendiz, sobre la cual debe trabajar hasta conseguir pulir su rudeza original, propia de la vida profana y de la imperfección de la naturaleza humana.

Este significado simbólico de la piedra bruta nos sugiere una estrecha relación con el sistema “moral” que la Masonería nos enseña en torno a la perfección del ser humano, la búsqueda, desarrollo espiritual y las conductas sociales basadas en valores como el respeto, la fraternidad, la humildad, la tolerancia y los derechos inherentes a todo individuo.

De ahí que este sistema moral sea representado por la piedra rudimentaria, la cual nos estimula, a nivel del aprendiz, a un incesante trabajo en torno a las prácticas y doctrinas masónicas, en el anhelado deseo de encontrar “la Verdad”. Pero esta búsqueda de “la Verdad” sólo es posible por medio de una profunda indagación de nuestros sentimientos y la mejor disposición a un verdadero y exhaustivo trabajo interior. De ahí que, el trabajo masónico consista, simbólicamente, en perfeccionar la existencia humana, a través de un permanente y constante trabajo de transformación.

En esta búsqueda de la “Verdad”, me he dado cuenta de cuán imperfecta es mi existencia; analizar mis actos y juicios, a modo de acto de contrición ha sido una dura batalla. Darme cuenta de que a pesar de considerarme una persona justa y racional, en ocasiones me dejaba llevar por mis impulsos, llegando, incluso a actuar o pensar de distinta manera, ante situaciones idénticas, dependiendo de mi estado de ánimo. Comprender, el por qué, de esta actitud me ha supuesto de un severo y profundo acto de contrición, con lo cual se ha convertido en un trabajo de constante lucha interna. De intentar controlar mis pasiones y actuar impulsivo; de ser más reflexiva y paciente. Este trabajo de “golpear y pulir” mi piedra bruta, me ha ayudado a arrancar muchas de mis imperfecciones y a limar mis asperezas.

No obstante, a pesar de este avance, soy consciente de que aún necesito hacer más uso del mazo y el cincel en esta dura batalla con mi ser interior, ya que, aún tengo momentos de flaquezas en las que mis pasiones, mis impulsos me atrapan; a pesar de ello, saco fuerzas y lucho contra contra ellas, como si estuviera en un combate de boxeo a vida o muerte, con el fin último de alzarme con la victoria y alcanzar esa perfección tan deseada.

Desde esta perspectiva, el/la aprendiz busca y escoge la piedra que debe ser preparada para la construcción del templo, comenzando a moldearla y darle forma a golpe de cincel, de forma continua y pausada, con inteligencia y disciplina, con paciencia y dedicación, y con una fuerza precisa de manera que, golpe a golpe, moldee gradualmente la partículas de la piedra hasta desbastarla. Así, esta “piedra bruta” representa nuestro “yo interno”. De ahí que, el logro de la perfección, simbolizado en el pulimiento de la piedra, consista en desprendernos de nuestros errores, prejuicios, odios, pasiones, desarraigo... 

De esta manera, podemos afirmar, que esta “piedra bruta” representa la fortaleza y la moral del “Primer grado”; en el esfuerzo, predisposición de aprender y la dedicación que se ponga en ello. De ahí que este sea el fundamento en el que se apoya todo progreso, pues, se realiza reconociendo, asimilando y dominando lo aprendido, a pesar de las circunstancias adversas de la vida y de la sociedad en que nos encontramos, y con las respectivas experiencias que se deriven de esta relación.

 Así, en la historia de la humanidad, han existido distintas formas de concebir la idea de perfeccionamiento y búsqueda de la felicidad, expresado, de un lado, en el cambio cualitativo en nuestras relaciones con los demás, lo que a mi parecer implica ver y tratar al prójimo como a uno mismo, empatizar con él, ser más caritativos y justos en nuestro trato y por otro, en la perspectiva del crecimiento espiritual personal, lo que implica un cambio o trasformación de nuestro ser interior, que nos permita crecer como personas fomentando la justicia, la caridad, la igualdad de trato y el amor fraternal.

Es por ello que, la transformación interna del/la “aprendiz masón/a”, a través del pulimiento de la “piedra bruta”, debe crear en su conciencia, la necesidad de superar las condiciones arrastradas de su materialidad pasada y actual, producto de la vida profana. Este trabajo de transformación de la “piedra bruta”, supone para el/la “aprendiz” la transformación de sí mismo en la condición de masón/a, entendida como una muerte, simbólica, para nacer a una nueva vida; de ahí deriva su fortaleza moral en el descubrimiento de su unidad y esencia interna; en la conciencia de su propio ser y la estimulación de sentimientos nobles, lo cual conlleva un doble proceso psíquico, en permanente equilibrio.

Por un lado, la capacidad intelectual de razonar, de aprender de las experiencias, de reflexionar en torno a ellas e interpretarlas con el fin de establecer las formas de interacción entre la conciencia y lo externo a ella, y por otro lado, el conocimiento intuitivo y emocional.

Esta es la faceta espiritual del pensamiento humano, que nos facilita acceder a un conocimiento superior, y para ello el/la “aprendiz” deberá asimilar y experimentar en su conciencia, el sentimiento de la enseñanza simbólica del pulimiento de la “piedra bruta”, es decir, la devoción, la vida y la calma interior, ya que, solo de esta forma llegan a aflorar en la conciencia del “aprendiz”, los sentimientos de fraternidad, caridad y tolerancia, los cuales nos hacen más dignos de nuestra condición de masones/as.

VIVENCIAS

Durante estos años de duro y constante trabajo de pulimiento y transformación de mi “piedra bruta”, he aprendido a cultivar una serie de valores y principios que tenía olvidados, tales como: la fraternidad, la tolerancia y la empatía; así como, a controlar mis impulsos más primarios ante cualquier eventualidad. Lo cierto es que vivimos inmersos en un mundo en el que sólo nos preocupamos de nosotros mismos, de nuestro bienestar y felicidad, de satisfacer nuestros deseos y pasiones, sin importar, a quien arrastremos en nuestro camino con tal de conseguir nuestras metas; sin tener en cuenta que a nuestro alrededor hay personas, hermanos, en iguales o peores circunstancias que las nuestras, que necesitan de nuestra ayuda, apoyo y comprensión.

Sólo a través de este trabajo de transformación interior, me he dado cuenta de cuáles son mis vicios, mis pasiones e imperfecciones. Cuando empezamos a tratar y mirar a los que nos rodean de la misma manera que a nosotros mismos, es cuando realmente, comenzamos a priorizar y dar valor a lo que es realmente importante y valioso, “la vida humana”.

Una vez, descubiertos mis vicios y defectos es cuando comienza, realmente, esta ardua labor de golpear, romper y arrancar todo lo que me consume y ahoga, un trabajo que implica una gran fuerza y constancia, necesaria para ir puliendo mi “piedra bruta”, comenzando siempre desde el interior hacia el exterior, ya que, solo así, podré renacer como una persona nueva, libre, pura y justa. Sólo así podremos salir de la oscuridad, en la que vivimos atrapados, para llegar hacia la luz, la perfección.

Durante estos años de iniciación he ido adquiriendo nuevos conocimientos, ampliando mis fronteras y creciendo como persona. Es cierto que en ocasiones las flaquezas, incertidumbres y el miedo me han paralizado, pero es en esos momentos cuando busco el apoyo y soporte en los conocimientos, principios y enseñanzas aprendidas y adquiridas para conseguir redirigir mi vida, mis acciones y mis pensamientos en la línea correcta, siempre ascendente en busca de “la verdad” y “la perfección interior”.

 

He aprendido a interpretar los símbolos, costumbres, usos y alegorías masónicas, intentando conseguir ese equilibrio tan deseado entre el plano espiritual, intelectual y físico. Sin embargo, esta labor no termina con esta etapa, sino que perdura durante todo el proceso de crecimiento personal, en los que habrá, numerosos altibajos e incluso recaídas; sin embargo, me siento reforzada y dotada de las  enseñanzas y herramientas necesarias para seguir combatiendo contra mis pasiones e imperfecciones, ya que, solo de esta manera podré romper esas ataduras que me esclavizan, para convertirme en una persona libre y justa y poder contribuir, en la medida de lo posible, a mejorar esta sociedad en la que nos ha tocado vivir.

He dicho,

Ap.·. M.·.

Mayte Marrero